¿Los capitanes lloran?

Javi Navarro hará hoy oficial lo que todos los sevillistas temían y lo que desde hace varias semanas sólo estaba a expensas de la confirmación por parte del protagonista. El pasado lunes 4 de mayo, Diario de Sevilla anunciaba que el capitán había decidido tirar la toalla en su lucha contra la lesión de rodilla que le tenía apartado de los terrenos de juego desde la final de Copa de 2007 y que iba a recibir un homenaje por parte del Sevilla en el partido ante el Deportivo. Un homenaje, por cierto, en el que por supuesto en ningún momento había pensado vestirse de corto. "Un adiós sin las botas puestas", rezaba el titular de aquella información que hoy, a partir de la una de la tarde, confirmará el futbolista que levantó los cinco títulos que engrandecen las vitrinas del Sevilla en su historia moderna.

En la sala de prensa del Ramón Sánchez-Pizjuán, y acompañado por el presidente, José María del Nido, Javi Navarro anunciará hoy que dice adiós al fútbol y en la conversación que mantenga con los medios tendrá que librar otra batalla a la hora de controlar las emociones en la que otros salieron perdiendo -Pablo Alfaro, David, Aitor Ocio...-, si bien es cierto que alguno iba predispuesto a ello. En el caso del bravo central valenciano, el carácter fuerte que siempre demostró juega una baza importante y el futbolista acudirá a su despedida con la idea de no soltar una lágrima y mantener la compostura. Bien es cierto que los recuerdos son muchos y la incógnita está ahí. El calor de los aficionados lo tiene asegurado y en ello trabaja el club para ofrecerle ante el Deportivo un homenaje a la altura de lo que merece. Otra cosa es que Javi Navarro no es amigo de los protagonismos y ha pedido al club una cosa rápida y sencilla, lo más sencilla posible.

Está descartado que el capitán vuelva a vestirse de corto pese a las especulaciones que se han disparado en estas dos semanas. Ni el sábado ante el Deportivo ni en la última jornada frente al Numancia pese a que no se juegue nada el Sevilla en ese partido, Javi Navarro tiene previsto calzarse las botas. Ya lleva varias semanas sin entrenarse y, sobre todo, hay una cuestión que se lo impide: todo futbolista que se ve incapacitado para seguir jugando al fútbol a causa de una lesión producida desarrollando su actividad profesional recibe una compensación por invalidez que el gran capitán sevillista tiene en trámite y para lo que sería totalmente contraproducente disputar siquiera unos minutos.

Todo, como anunció este diario, está decidido desde hace varias semanas. Sólo falta el adiós oficial del protagonista y el abrazo con el presidente. Lo de las lágrimas habrá que verlo.