Al capitán Oli se le hunde el barco

El trabajo de cantera que está realizando el Betis en los últimos tiempos está dando resultados muy buenos, con jugadores del filial que se han asentado en la primera plantilla (Beñat, Israel, Ezequiel…). En este apartado, la labor de Miguel Valenzuela y su grupo de trabajo, encargado de la formación de futbolistas, es digna de resaltar, pero esto no debe esconder la realidad del segundo equipo heliopolitano, que después de un gran inicio de campeonato peleará, en el tramo final de la temporada, por no descender.

Sus números son muy pobres (dos victorias, nueve empates y nueve derrotas en los últimos 20 encuentros) y su fútbol no invita al optimismo, sobre todo por las sensaciones tan malas que desprende un equipo que, tras el revés ante el Alcalá, parece haber tocado fondo. No obstante, en un análisis más exhaustivo, no deben pasarse por alto una serie de variables necesarias para entender por qué los de Oli no terminan de enderezar el rumbo.

CONFECCIÓN DEL PLANTel

La plantilla del Betis B de la presente temporada es una de las más jóvenes de la categoría, con futbolistas, la mayoría, procedentes del División de Honor de juveniles y del C, sin experiencia en una categoría tan exigente como Segunda B y soportando la presión de luchar por la permanencia. A esto hay que añadirle la subida al primer equipo de hombres como Beñat, Ezequiel, Cañas, Miki Roqué, Israel y Juanito Calahorro, piezas clave en la campaña pasada. Además, el plantel carece de jugadores de banda, viéndose obligado Oli a colocar a delanteros centro (David Agudo, Ryan y Juan Moreno) en ese puesto en muchas ocasiones.

DESCONOCIDOS

Otro factor que está mermando el rendimiento del filial es el mal momento de jugadores que están llamados a tirar del carro. Son los casos de Fran No y Ryan. El central, que incluso realizó la pretemporada con el primer equipo, ha bajado tanto su nivel que se ha quedado, en varios partidos, fuera de la convocatoria o en el banquillo. Mientras, el delantero escocés, que fue una de las sensaciones en el primer tramo de la competición, no está metido en la película.

SIN SEÑA DE IDENTIDAD

El cuadro de Oli maravilló en el inicio liguero con un fútbol de toque que agradó a la parroquia verdiblanca y que se ha diluido con el transcurso de la competición. Incluso, en algunos encuentros (Lorca y Melilla) el filial ha apostado por un fútbol directo que no le ha llevado a ninguna parte. En este sentido, el técnico asturiano no ha terminado de dar con la tecla, aunque todo esto viene derivado de la falta de pegada de los suyos.

LO MEJOR

Si el trabajo de Oli está dando resultados negativos en este campeonato, en cuanto a su aportación en el proceso de aprendizaje de los jugadores de la cantera ocurre todo lo contrario. Al preparador ovetense no le tiembla el pulso a la hora de contar con jugadores como Álvaro Vadillo, de 16 años, Manu Palancar y Álex Martínez, en los que tiene depositadas muchas esperanzas. Lo mismo pasó el año pasado con Ezequiel, al que hizo debutar en el B en la segunda vuelta. Si, finalmente, es capaz de llevar al filial a buen puerto, el ex futbolista del Betis habrá cumplido con creces la labor que el club le encomendó desde que aterrizó en Sevilla hace dos campañas.