22 cambios para un punto

Desde el encuentro en Getafe, Pepe Mel empleó a 25 futbolistas en siete alineaciones diferentes · El técnico utilizó tres sistemas distintos hasta volver a los inicios con el 4-3-3 de los mejores resultados.

Samuel Silva / Sevilla

09 de noviembre 2011 - 07:40

En apenas siete jornadas, el Betis de Pepe Mel pasó de ser un equipo reconocible que sólo cambiaba su alineación por obligación, ya sea en forma de lesiones o sanciones, a variar tanto los futbolistas que saltaban al terreno de juego como los sistemas, y tácticas, a emplear en los mismos. Hasta 22 cambios registró Mel desde el encuentro de Getafe, en lo que ha sido una búsqueda constante de la fórmula que le permitiera recuperar su identidad, algo que parece haber conseguido en las dos últimas jornadas, aunque sólo le sirviera para igualar ante el Málaga. 25 futbolistas después, que han sido los utilizados por el técnico en este tiempo, el Betis sumó un punto, pero, sobre todo, encontró otra vez el camino perdido.

getafe y levante

El duelo ante el Getafe llegó con el Betis ocupando el liderato después de derrotar al Zaragoza en una semana con tres encuentros. Allí, Mel realizó el cambio obligado de Goitia por el sancionado Casto y también dio entrada a Matilla por Beñat. "No estaba para jugar", dijo el técnico sobre el vasco, quien había sido pieza esencial en los triunfos ante el Zaragoza y el Athletic en los mejores momentos de fútbol del Betis. Precisamente, su sustituto, el toledano Matilla, pagaría los platos rotos de la primera derrota y desaparecería de las alineaciones hasta más de un mes más tarde.

Una semana después ante el Levante, Mel realizaría su primer giro inesperado y con un resultado negativo. Además del regreso de Casto al once, el técnico volvió a colocar a Beñat desde el inicio y a Juanma en la derecha, quien ocupó el lugar de Salva Sevilla, lo que llevó a que el Betis se dispusiera con un 4-4-2. La derrota ante el conjunto granota, pese a que Mel ha venido defendiendo que el equipo no la mereció, provocó que Mel cambiase el estilo.

Santiago Bernabéu

Con dos semanas por delante, debido al parón por las selecciones, Mel preparó con mimo la visita al Santiago Bernabéu. El técnico mantuvo el sistema empleado la jornada anterior, pero con diferentes jugadores. A la entrada de Amaya por Mario, Mel sumó a Vadillo por Juanma, a Salva Sevilla por Jefferson, a Rubén Castro por Jonathan Pereira y a Jorge Molina por Santa Cruz, aunque el plan se le vino abajo pronto con la lesión del joven extremo, lo que provocó la entrada de otro canterano como Sergio. "Sólo hemos sido inferiores en estas siete jornadas un equipo y durante 45 minutos", aseguró Mel, quien se marchó descontento de su visita a Madrid.

Lío: Rayo y Espanyol

Tres derrotas seguidas todavía no habían encendido las alarmas en Heliópolis, algo que ya ocurriría con la derrota ante el Rayo. En ese encuentro, Mel le daría de nuevo la vuelta a su once, con un cambio de sistema para recurrir al inédito 4-2-3-1. Mario entró por Dorado en la defensa, Cañas ocupó el lugar de Beñat, que fue baja de última hora, y Jefferson Montero regresó al once en el lugar de Vadillo. El Betis no fue inferior por momentos a su rival, pero tampoco ofreció una sensación de seguridad, lo que derivó a la situación más complicada hasta ahora.

"El equipo salió muy tocado de Cornellà. Vimos que no era nuestro camino", reconoció Mel, quien le dio la vuelta al once ante el Espanyol. Allí, con el regreso al 4-3-3, Mel colocó a Ustaritz, que se estrenó, a Beñat, Juanma y Santa Cruz, en un encuentro en el que también debutaría Tosic, y el resultado fue una pérdida de estilo y de fútbol.

Racing y Málaga

Tras tocar fondo ante el Espanyol, el Betis inició su mejoría contra el Racing, aunque también acabó derrotado. Con otros cuatro cambios en el once -Isidoro, Dorado, Pozuelo y Pereira-, Mel mantuvo el 4-3-3, aunque esta vez sin una referencia clara en ataque. El Betis recuperó parte de su identidad, como la presión adelantada o la posesión, aunque un error defensivo lo llevó a la derrota.

Mel mantuvo la idea ante el Málaga, con la única novedad de Jorge Molina por Pereira, y de nuevo el equipo exhibió la presión como virtud e hizo más merecimientos que el rival. Al menos, el Betis rompió su dinámica negativa y sumó ese punto que ha elevado la moral.

Los canteranos

Los continuos cambios en la alineación han provocado la aparición de jugadores que estaban en un segundo plano, como Cañas o Isidoro, e incluso en el filial, caso de Pozuelo. "Me alegra que jugadores como Isidoro hayan demostrado estar preparados y ha rendido a buen nivel estos dos partidos. O Cañas, que lleva cuatro a un nivel muy bueno. Pozuelo no ha podido ni entrenar estos días, del esfuerzo que realizó el sábado", manifestó el técnico, que resaltó la labor de estos jugadores que se han ganado un hueco.

El 4-3-3 se ha revelado como su mejor sistema, al menos hasta que el equipo recupere la confianza que otorgan los puntos, y el Betis vuelve a contar con un once más o menos reconocible 22 cambios después y con 25 jugadores empleados en este tiempo.

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