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El cambio para la disensión

La entrada en la Ley Concursal, motivo de enfado en la AFE · La administración judicial dice ahora que es algo inevitable

José Antonio Bosch, en su primera aparición pública.
José Antonio Bosch, en su primera aparición pública.
Samuel Silva / Sevilla

29 de diciembre 2010 - 05:02

Que las dificultades económicas ensombrecen la buena marcha deportiva del Betis es algo ya conocido por todos, pero las diferencias surgidas entre la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y el Betis no sólo se han producido por las deudas que se mantienen con una gran parte de los jugadores de la pasada temporada. "Las cuentas del club no dejan otra solución. Es inevitable entrar en el concurso de acreedores para la continuidad de la empresa, pero no para su disolución", expresó el administrador judicial, y ahora vicepresidente, José Antonio Bosch, nada más asumir el mando del club. Y es que la realidad dejada por los anteriores gestores es muy cruda, aunque esta afirmación de Bosch no sentó nada bien en la AFE.

El sindicato de jugadores confiaba en que el cambio de dirigentes en el club significara el abandono de la entrada en el concurso de acreedores, abanderada por el anterior consejo de administración. Además, las noticias que manejan las partes es que la aceptación del concurso por parte del Juzgado de lo Mercantil es inminente, por lo que la situación de los jugadores con deudas cambia radicalmente. Con la Ley Concursal, los empleados actuales del club tienen garantizados los pagos de esta temporada -una de las motivaciones del concurso es precisamente atender a esos cobros-, pero no ocurre así con los atrasados, que se podrían aplazar en el tiempo, aparte de sufrir una quita. Ahí radica la preocupación de la AFE en el asunto del Betis, por lo que pretende un acuerdo con el club verdiblanco, que debería contar con el apoyo de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), para que se garanticen el cobro completo de las deudas, toda vez que con la Ley Concursal prevalecen las decisiones del Juzgado de lo Mercantil por encima de las leyes deportivas.

"Espero y deseo que cuando se nombre el nuevo consejo, aún estemos a tiempo de resolver la situación económica del club de otra forma. El concurso no es la única vía. Estamos trabajando en las diferentes opciones que pudieran impedir el concurso. Queremos saber primero cuál es la situación real del club y buscar otras alternativas. Queremos tener esa oportunidad", manifestaba Juan Manuel Gómez Porrúa sobre esta cuestión días antes de su fallecimiento. Precisamente, el propio Porrúa había mantenido los primeros contactos con la AFE en esa dirección, asegurando que haría todo lo posible por evitar el concurso de acreedores, algo que tranquilizaba al sindicato de jugadores. Con la entrada de José Antonio Bosch en sustitución de Porrúa ya se produjo un primer cambio de discurso, algo que se confirmó nada más entrar en el consejo y conocer la realidad del club dejada por Oliver. "No nos estamos guardando dinero, es que no hay liquidez en caja. Así se lo hemos dicho a la AFE", explicaba el ahora vicepresidente tras la reunión mantenida la pasada semana en Madrid. Este cambio de parecer es el que ha molestado a la AFE, que, pese a todo, entiende las dificultades económicas por las que pasa el club bético.

Las presiones de la AFE en el asunto del Betis no sólo se refieren al cobro de las deudas. Y es que el equipo verdiblanco no es el único que las mantiene y en las últimas horas ya han salido jugadores de equipos como el Xerez o el Hércules reclamando pagos atrasados. Éste es uno de los temores de la AFE, que pretende que el conflicto con el Betis sirva como precedente para un cambio en la legislación, pues además el próximo 30 de junio se acaba el actual convenio colectivo, el principal motivo de la huelga planteada para el próximo domingo.

"Estamos con avances milimétricos, pero saben cómo son las negociaciones, que a veces se empieza lento y luego se avanza mucho. Tenemos ganas y esperanzas, por eso no tiramos la toalla. Que no hay dinero lo sabían desde el primer momento. Yo hablé con la AFE esta mañana, por lo que la línea de negociación está abierta, lo que pasa es que es a muchas bandas, no sólo cosas de dos. Probablemente si no estuviéramos en ciernes de un nuevo convenio colectivo, no habría tantos problemas. Tenemos hecha alguna oferta, pero no depende sólo de nosotros. Tenemos que coincidir con más partes, pero no puedo decirlo, porque el secreto forma parte de la posibilidad de llegar a un acuerdo", expresó ayer Bosch en Punto Radio sobre este asunto.

La tercera parte implicada en el asunto, la LFP, arremetió ayer contra la AFE y aseguró que todo depende de los pagos del Betis. "Se trata de una medida de presión o huelga encubierta por parte del sindicato de futbolistas para que el Betis pague sus siete millones de deuda", aseguró en la Ser su secretario general, Carlos del Campo. Y es que la Ley Concursal preocupa, y mucho, a la AFE.

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