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"Sé que he estado en boca de todos y voy a cambiarlo"

Álvaro Negredo

El delantero más criticado el año pasado, que reconoce su mala temporada, confía en virar la opinión de los aficionados y destaca el trabajo táctico que hace con Álvarez

Negredo posa pensativo en el hotel de concentración del Sevilla en Costa Ballena.
Jesús Alba / Rota / Enviado Especial

14 de julio 2010 - 05:02

El delantero más criticado durante la pasada campaña, también porque todavía es el fichaje más caro de la historia del Sevilla, está sudando en Costa Ballena mientras los que se suponía que iban a ser sus compañeros en el Mundial son recibidos como reyes en sus localidades de origen. Era parte de esa selección, pero una "mala temporada", como él reconoce, le hace estar aquí y no en otro sitio. Ahora se propone cambiarlo todo y tapar las bocas que tanto le criticaron, algunas incluso faltándole el respeto.

-¿Muchas cosas dándole vuelta por la cabeza en vacaciones?

-Sí, pero bueno hay que pensar en que hemos llegado hasta aquí. Debemos mirar la siguiente temporada, olvidar el pasado. Ha habido cosas que no he hecho de las que tenía que hacer y respecto al juego quizá no di lo que se esperaba de mí. Lo reconozco yo mismo, pero bueno, temporadas malas las tienen todos los futbolistas. Quiero afrontar esta campaña de manera distinta y ojalá que tiremos todos para adelante.

-Porque usted la anterior la cataloga sin problemas como mala, pero en cambio el primer tramo de temporada fue muy bueno.

-Sí, es verdad. No estaba haciendo goles pero aportaba otras cosas al equipo que son necesarias. Lo que pasa es que cuando hay delanteros de tanta calidad como como Luis, como Fredy, Acosta, Chevantón… pienso que se necesita crear otro tipo de trabajo. Luego fui a menos y soy el primero en reconocerlo y no sé por qué. El equipo creo que estaba llevando una trayectoria irregular, pero insisto en que es necesario dejar de rebuscar en el pasado y mirar hacia delante. Echar la vista atrás creo que no lleva a ningún lado y siempre he sido una persona muy positiva.

-Pero bueno, en el pasado también hay cosas buenas y hay que aprender de las dos. El Negredo del primer tramo sorprendió mucho. El de San Mamés, el de la victoria ante el Real Madrid en casa…

-Está claro. También lo he pensado. El pasado sirve para mirar todo eso, coger lo positivo y eliminar lo que no esté bien. Ahora voy a intentar hacer eso con el apoyo de los compañeros, el cuerpo técnico. Yo quiero ofrecer todo lo que tengo y todo lo que sé hacer en beneficio de todos. Hice muy buenos partidos, pero no tuve esa regularidad que se pide en el fútbol.

-El juego de espacios creo que es el que más le beneficia, por su físico y por el desplazamiento de balón que tiene con la izquierda. ¿Le ha podido costar adaptarse al juego del Sevilla por aquello de que es un equipo que necesita llevar el peso de los partidos y que siempre se encuentra un rival muy replegado?

-Este año ha sido distinto para mí. El Sevilla es el mejor equipo en que he estado, respetando al Almería, porque tiene mejores jugadores, pero me ha costado adaptarme. Luego llegó un pequeño bajón, tanto mío como del conjunto, pero es verdad que me gusta jugar con espacios y caer un poco a las bandas para recibir. Nosotros tenemos jugadores muy rápidos ahí y, en el momento que te descuelgas, con la velocidad que tienen, no te da tiempo a llegar al área. Quizá por eso en muchos partidos la zona de remate estaba libre y si mi juego siempre se ha caracterizado por algo es por estar en el sitio.

-Al hilo de lo que dice, recuerdo un partido ante el Espanyol, en casa, en que no jugaron ni Luis Fabiano ni Kanoute, y en el que siendo usted el único punta se le recriminó que se salía del área y no estaba nunca en el sitio para rematar.

-Cuando está la defensa muy cerrada tienes que salir y buscarte tú la vida. Hay que bajar a recibir si quieres entrar en contacto con el balón, y eso es lo que hacía que el equipo a veces no llegara con tanta claridad cuando ponía un balón Jesús (Navas) o los dos Diegos (Capel y Perotti). A lo mejor Renato llegaba, pero un pelín tarde porque venía de desbloquear el centro del campo. Son cosas que quizá desde fuera no se ven, pero nosotros que estamos ahí sí vemos que están ocurriendo.

-De lo que le ha dicho la afición por la calle, de lo que se ha escrito… ¿cómo asimila alguien con sólo 24 años la caña que ha recibido?

-Pues duele. A nadie le gusta que hablen mal de uno. Si es deportivamente pues estupendo, porque cada uno tiene una opinión, pero en ocasiones se han pasado del límite. Son opiniones y las respeto, pero no me gustan. Yo trato de no faltarle el respeto a nadie y tampoco quiero que me lo falten a mí. Al final me duele, que la gente se meta más con la persona que con el jugador. Sé que he estado en boca de todos y voy a cambiarlo. A algunos les gustará mi forma de jugar, a otros no les gustará mucho y a algunos no les gustará nada. Que critiquen cuando tengan que criticar y con todo acierto, pero cuando las cosas no son no las puedo ver bien.

-Porque además usted tiene bastante que aprender.

-Tengo 24 años, puedo hacer muchísimas cosas y quiero demostrar que hay mucho fútbol aquí. Los años que estuve en el Castilla fueron para aprender, el tiempo que jugué en el Almería para crecer y ahora, en el Sevilla, quiero seguir creciendo. Esto es una carrera en la que desde el primer día hasta el último tienes que crecer, porque para un futbolista lo peor que hay es estancarse.

-Aunque bueno, usted mismo ha catalogado su primera temporada en el Sevilla de mala, pero firmó 15 goles… Cualquiera se apuntaría.

-Mi peor año fue en Almería con 13 y ahora he hecho 15. Allí lo jugué prácticamente todo y aquí, no. Jugué bastante, pero partí muchas veces desde el banquillo. Por eso le digo que lo positivo es con lo que me quedo y con el apoyo de los compañeros, que cuando las cosas han ido mal o muy mal ahí han estado ellos, mi familia, mi gente y las personas que me aprecian.

-Pero es que además compitió con dos buenísimos delanteros, Luis Fabiano y Kanoute, goleadores que no los tiene ni el Madrid ni el Barcelona, que juegan sin referencia, que está de moda ahora.

-Sí, son equipos que juegan sin delanteros, o con otro tipo de delanteros. Pero Luis y Fredy de un balón largo te sacan una ocasión clara. Para nosotros es importante tener a gente como ellos. Te da esa facilidad de que en un momento dado puedes buscar un balón arriba y decir eso de "que se apañen ellos". Tienen esa calidad de bajarla y crear peligro por sí solos.

-Pero es que el fútbol evoluciona de una manera… En la final del Mundial ningún equipo jugaba con un nueve. Y el resultado no es ya que el gol lo marque un medio como Iniesta, sino que se produzcan cantidad de ocasiones claras que se fallan estrepitosamente, lo cual no debe ser digno de una final de una Copa del Mundo. Se apuesta por la movilidad, pero eché en falta la figura de un killer, un delantero puro… ¿Está de acuerdo?

-Sí, sí, totalmente. Jugaba Villa, pero caía mucho a las bandas. Van Persie, por el mismo estilo…, así que fue una final sin delanteros. Yo como sé lo que soy prefiero que el equipo tenga una referencia aparte de movilidad en otras partes del campo. Detrás del delantero y en banda es donde, para mi gusto, tiene que estar la movilidad. Creo que siempre tiene que haber un tío que sepa dónde tiene que estar. En nuestro caso si la tiene Navas, el noventa por ciento de las veces se va a ir del rival y va a centrar. Entonces tienes que saber que hay que estar en línea para cazar ese centro.

-¿Y cómo se está sintiendo con las celebraciones por el Mundial?

-Bueno, me he alegrado muchísimo. Lo que hubiera querido es estar ahí viviéndolo, pero estoy feliz porque soy español y por todos los amigos que tengo en la selección, que se lo merecen por el Mundial que han hecho. Me da cosa no poder estar, pero ojalá haya muchos más. Sólo tengo 24 años y me queda mucho por vivir en el fútbol.

-Imagino que le habrá dado muchas vueltas, pero ¿piensa por quién podría haber estado en Sudáfrica? Llorente, Pedrito, quizá Mata… o Torres, que es quien más críticas ha recibido.

-No quiero entrar en quién ha ido por mí. Ha ido Llorente porque se lo ha merecido, Pedrito porque el seleccionador lo ha creído oportuno y porque ha hecho una muy buena temporada… Cuando dio la lista de 30 era uno de los claros que iba a ir. Es puro nervio, está todo el rato moviéndose y le viene muy bien a un equipo como España, que tiene tanto el balón porque sabes que te va a buscar el espacio. Pero insisto en que no te puedes poner a pensar quién no debería haber ido para que vayas tú. Ya está hecho.

-¿Y para este año, qué promete?

-Superarme en todo. En goles, en juego, en fútbol y en sabiduría de fútbol. Nunca llegas a saberlo todo y a mí me gusta aprender. Jugadas, movimientos y ahora, con todo el cuerpo técnico, estamos trabajando mucho eso. Tanto ellos como yo empezamos de cero en pretemporada y eso es clave hoy día.

-¿Y frenarse también un poco para evitar esas expulsiones que tanto daño le hicieron al equipo? En Almería, por ejemplo, que algunos todavía no le han perdonado…

-El equipo necesitaba de todos y yo cometí un error, pero bueno, estás muy caliente… Me equivoqué y no tengo excusas, pero la gente tiene que entender que te estás jugando la vida y que estás a muchas revoluciones. Nos jugábamos entrar en la Liga de Campeones y, sí, fue un fallo mío que espero no repetir.

-¿Eso también se trabaja con el técnico? ¿Dónde hay que apretar, dónde no, en qué zonas hay que reprimirse un poquito más?

-Hemos estado haciendo táctica, dónde tenemos que apretar al defensa cuando ellos tengan el balón, pero sí, se intenta. Llevamos unos días y queda aún para el primer partido oficial en agosto. Voy a intentarlo porque sale beneficiado el equipo y yo mismo.

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