Un viaje de los de regreso al futuro

Sevilla/A las 12:00, con puntualidad inglesa, partió la expedición del Betis Energía Plus de vuelta a Sevilla, ya con el ascenso en la mochila del equipaje. Caras de cansancio en muchos, ya que a la fiesta en el Pez Volador le siguió una cena y una posterior celebración en un local de la capital en la que sonó también el himno bético. El éxito de regresar por la vía rápida a la ACB lo merecía.

Caras de cansados en el grupo, con alguna baja aprovechando el descanso que dio Curro Segura al grupo hasta el lunes. Merecido, pero sin olvidar que el próximo viernes, de Dolores, viene el Barcelona B a San Pablo y los equipos que están inmersos en la lucha por la salvación no querrán a un Betis de fiesta. Tampoco el técnico, ambicioso, que quiere más y ha puesto ya sus miras a igualar el récord de sólo cuatro derrotas del CB Murcia de Luis Guil. Pero los rostros de los verdiblancos era, sobre todo de felicidad por el trabajo bien hecho.

La banda sonora de Regreso al futuro sonaba en el AVE al subirse el equipo. Las casualidades. El retorno a la Liga Endesa era de obligado cumplimiento, pero la forma de hacerlo ha sido brillante. Pocos echaban cuenta a las pantallas del tren y a la película Ha nacido una estrella. Alguna puede haber nacido esta campaña en la LEB Oro y sueña con debutar en la ACB, reto para muchos a partir de ahora que no todos cumplirán.

Uno de ellos, por ejemplo, es Stainbrook, uno de esos jugadores que ha crecido con el paso de las jornadas y que vivió en la pista del Real Canoe su segundo ascenso consecutivo como campeón de la LEB Oro. "Ahora hay que disfrutar de este gran éxito", decía el pívot sin ganas de pensar, de momento, en el próximo curso. "Cuando juegas para el equipo el baloncesto te lo suele agradecer y conquistar la Copa y subir es una gran satisfacción, porque quiere decir que hemos cumplido con lo que se esperaba de nosotros".

Bropleh, Obi, Dani Rodríguez, Tunde o Dee son otros de los que sueñan con estrenarse en la Liga Endesa de verdiblanco. El camino de vuelta fue para muchos una larga sesión de trabajo con sus dispositivos móviles viendo las redes sociales y contestando a los mensajes de felicitaciones. Al presidente, Fernando Moral le llegó la enhorabuena del presidente del Betis, Ángel Haro, que estará junto al equipo el Viernes de Dolores cuando la FEB, seguramente de manos de su máximo mandatario, Jorge Garbajosa le haga entrega en San Pablo del trofeo de campeón de la LEB Oro.

El resto de directivos como Miguel Ángel Jiménez (director general) y Juanma Rodríguez (director deportivo) tampoco pararon. El primero, organizando ya los próximos desplazamientos del equipo y el segundo, que ya sabe que su trabajo está encaminado a la ACB, contestando en un móvil que echaba humo.

Pero lo mejor estaba por llegar. Si la expedición bética disfrutó en el Pez Volador celebrando el ascenso ante el delirio de unos 150 locos de la cabeza, se lo pasaron igual de bien en Santa Justa, donde un nutrido grupo de seguidores esperaba su llegada. La última vez que aficionados recibieron al equipo fue hace casi cinco años, cuando la tropa de Aíto García Reneses venía de perder el tercer encuentro de los cuartos de final de los play off de liga ante el Valencia Básket. Ha llovido, pero parece al menos que la ilusión entre los seguidores al baloncesto se ha activado.

Abrazos, sonrisas por todos lados y una comunión entre club y equipo que hacía mucho tiempo que no se daba, al menos con alegrías, ya que los cajistas no fallaron cuando hubo que echarse a la calle para gritar en contra de la liquidación del club.

Gritos de "mucho Betis" y "somos ACB" retumbaban en San Pablo antes de que Bropleh, al son de las palmas, bailara con Satur, una trabajadora histórica del Caja que volvió a vibrar con el equipo de su vida. Quizá sólo por eso valió la pena todo el esfuerzo de la temporada.