El nuevo Betis Baloncesto se estrena ganando al Melilla en la Copa FEB (57-74)

El debut oficial en la temporada del nuevo Betis Baloncesto del Grupo Hereda se saldó con un cómodo triunfo en la primera jornada de la remozada Copa FEB, por 57-74 ante el Melilla. Aun siendo ya competición oficial, pareció más un encuentro de pretemporada en el que el cuadro verdiblanco empezó a exhibir ya sus puntos fuertes, el lanzamiento exterior, y posibles debilidades, el juego interior, con tiempo todavía para seguir mejorando con los entrenamientos diarios antes de que el próximo fin de semana se dispute el primer derbi del curso ante el Morón, también de Primera FEB.

El Betis Baloncesto, el "Dream Team" del que habla su presidente, Pedro Fernández, está en pleno rodaje todavía, pero ya se vislumbró una de las características que definirán su juego: movimientos rápidos de balón en busca del jugador liberado con el pase extra final para el lanzamiento triple. El acierto en el tiro de tres puntos marcará lo que el conjunto verdiblanco pueda hacer en esta competida Primera FEB, en la que los interiores tendrán un papel protagonista en defensa ante los cinco rivales, pero que en ataque su rol pasará por pelearse para capturar rebotes.

Y eso que la primera canasta del partido fue una bandeja de Kasibabu. Más de diez minutos después de reloj, al inicio del segundo cuarto, llegó la segunda canasta del cuadro hispalense de dos puntos, esta vez de Cvetkovic tras recoger una captura en ataque después de fallar un tiro. Los otros 15 puntos béticos en el primer cuarto fueron desde el triple, con Benite muy acertado al inicio: dos fueron suyos, otro de Renfroe, Álex Suárez y Hughes.

Desde el acierto exterior logró el cuadro sevillano lograr las primeras rentas en el encuentro apoyada en una buena defensa que sufría poco ante un rival de Segunda FEB, evidentemente con menos calidad que una plantilla plagada de ex ACB. Aun así el equipo de la ciudad autónoma se mantenía con el gancho y los puntos de Javier García Sánchez, el trabajo en la pintura de Stilma y los errores de los verdiblancos, fallones en el tiro cercano y con tontas pérdidas, asumibles todavía en estos momentos de la temporada, pero en las que hay que poner el acento ya exigiendo más concentración.

Aprovechando todo ello el Melilla se puso a tiro (16-19 y 18-21), pero con la aparición de Jelinek, un jugador con una clase excepcional, el conjunto de Gonzalo García de Vitoria rompió el encuentro. Nueve puntos del checo, jalonados con un triple de Álex Suárez y un tiro libre de un De Bisshop que parece que seguirá dejándose muchos puntos desde la línea del 4,60 elevaron la renta hasta 23-37, una brecha que al descanso se quedó en 24-37.

Mucho más hay que pedirle a jugadores como Radoncic más allá de marcar diferencias en el rebote, con minutos de pívot aunque sin ser poco dominante en ataque. Al menos al nivel que se le espera. Al igual que Renfroe, jugador que tendrá un papel de primer espada esta campaña en la dirección.

Con el choque ya bien encauzado, en la segunda parte apareció Hughes, máximo anotador del choque (16 puntos) que con ocho puntos casi seguidos (dos de Radoncic entre medio) elevó al renta hasta el 27-49. Partido resuelto y oportunidad para trabajar distintos aspectos del juego, especialmente en defensa, con Gonzalo García de Vitoria desgañitándose en la banda. No ayudó en ese trabajo el marcador, ya que la concentración por momentos voló hasta el punto que Kasibabu fue al rebote cuando Cvetkovic lanzó y falló el primero de sus dos tiros libres. Al final del tercer acto, 35-54 y todo resuelto.

Pero quedaban 10 minutos por jugar aún. El Melilla, con Godspower entonado, llegó a colocarse a 10 puntos (47-57) después de que el Betis s emoviese por encima de la veintena de puntos de renta, pero los verdiblancos reaccionaron, cómo no, desde el triple, con Jelinek y Hughes poniendo otra vez las cosas en su sitio para cerrar un choque que acabó con un claro 57-74 para el nuevo Betis Baloncesto del Grupo Hereda que mostró su estilo de juego de la mano de ese 15/30 final en triples (contra el 9/26 en tiros de dos). Una fórmula más que válida en este baloncesto moderno aunque lo seis puntos que sumaron De Bisshop y Kasibabu ante un rival de menos categoría es un punto obligado a mejorar para no sufrir en la liga.