Otra nueva era, pero el mismo Betis Baloncesto

Con el grupo Hereda al frente el conjunto verdiblanco arranca ante el Gipuzkoa un nuevo curso en la LEB Oro, Primera FEB ahora, con el ambicioso reto de ascender

El equipo que dirige Gonzalo García de Vitoria ha tenido una pretemporada distinta a lo normal jugando la Copa de España ante rivales de menor entidad

Gonzalo García de Vitoria se dirige a sus jugadores en San Pablo.
Gonzalo García de Vitoria se dirige a sus jugadores en San Pablo. / Betis Baloncesto

Sevilla/El Betis Baloncesto, heredero del Caja San Fernando y el Baloncesto Sevilla tiene más vidas que un gato. Varias veces ya se le ha dado por muerto y otra vez vuelve a levantarse siempre con el reto de reverdecer viejos laureles de tiempos mejores en la máxima categoría. Con ese objetivo entró en verano el grupo Hereda que comanda Pedro Fernández, un nuevo propietario que, de salida, llega con un discurso tan grandilocuente como claro: el único objetivo es el ascenso. Y primer paso llega este sábado visitando (20:45) al Gipuzkoa.

Al menos esta vez, al contrario que la apuesta mexicana, la cosas se han hecho con algo de tiempo y el técnico, Gonzalo García de Vitoria, ha podido trabajar desde el inicio con toda la platilla, un grupo hecho a base de tirar de talonario con ex ACB de calidad más que contrastada, pero que al contrario que en el anterior ascenso no cuentan con experiencia en la categoría, no saben lo que es visitar el Pumarín o este curso el Alameda, por lo que los Benite, Jelinek, el venterano Renfroe, que cumplirá 40 años de verdianco y puede ser un hándicap a lo largo de la temporada, o Randocic tendrán que bajar al barro si quieren tocar de nuevo el cielo de la Liga Endesa.

Del agitado curso anterior, en el que un conjunto desahuciado casi da la campana en los play off apenas quedan secundarios. No siguen ninguno de los puntales como Faggiano, Joaquín Rodríguez o Polanco. Doménech, un Pablo Marín que ha tenido poco protagonismo en pretemporada y De Bisschop, que anda lesionado en un dedo y que se perderá el debut, son las caras conocidas de la pasada campaña, por lo que el grupo se ha renovado mucho con un punto fuerte bastante señalado, al igual que su talón de Aquiles: el acierto exterior será capital en un equipo con pívots cuyo papel principal será el trabajo defensivo.

Y es que en esa línea exterior además de los mencionados Benite y Jelinek están Cvetkovic y Mark Hughes, que debutó la pasada temporada en Europa con el Hamburg Towers alemán. Como muchos otros firmó este verano hasta 2026 con la idea clara de subir. Por dentro Kasibabu debe ser la referencia acompañado de Radoncic para cubrir la ausencia de De Bisschop. El montenegrino debería ser una figura diferencial en la categoría pero en pretemporada a dejado fríos a propios y extraños y debe dar un paso adelante. Completan la plantilla, el “Dream Team” de la Primera FEB, según Pedro Fernández, Álex Suárez, ala-pívot, que llega del descendido Obradoiro para aportar más tiro exterior en las posiciones interiores, y Rubén López de la Torre, canterano Real Madrid y el Gran Canaria que a sus 22 años afronta su segunda experiencia en la competición tras los 14 partidos jugados con el Força Lleida en la 2022-23.

Para el estreno enfrente estará un Gipuzkoa Básket que, al contrario que el Betis, ha apostado por la continuidad del bloque. Un equipo reconocible, con marcada identidad de la mano de un técnico de la casa como Mikel Odriozola. El cuadro vasco ha perdido este curso sus tres referencias de la pasada campaña, Xabi Oroz, Alex Barcello e Iván Aurrecoechea, pero en los últimos años ha demostrado que sabe reponerse descubriendo nuevos jugadores que rinden igual o mejor que el anterior. Pasó con Justin Jaworski, suplido el año pasado con Barcello y ahora cuentan como referencia exterior a Xavier Johnson. Por dentro el fichaje es Javi Nicolau, una de las sorpresas el ejercicio anterior pese al descenso del Clavijo. Ansorregi, Ander Martínez y Josip Vrankic son otros jugadores a tener en cuenta en un Gipuzkoa que viene de perder con claridad sus dos últimos encuentros de la Copa de España ante Cantabria (94-85) y Oviedo (90-65).

Parece que las piezas en defensa no están aún ajustadas y de ello tendrá que intentar sacar provecho un Betis que en esta extraña pretemporada no se ha medido en realidad con rivales de su nivel, más allá de la derrota en el amistoso contra Estudiantes. Y tampoco es que esté anotando con facilidad el cuadro verdiblanco, que juega a rachas según eleve el pistón defensivo, clave esta campaña, o afine la puntería desde el triple. Serán sus armas a explotar en este inicio de curso en el que, en una nueva era, es importante arrancar con buen pie para avivar la llama de la ilusión con la que arranca este Hereda Betis, nueva vida para baloncesto hispalense pero con el mismo reto de americanos y mexicanos: reverdecer viejos laureles.

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