Notas al margen
David Fernández
Los reyes del eufemismo
Betis Baloncesto
Fuenlabrada/Derrota durísima para el Betis Baloncesto en su visita al Flexicar Fuenlabrada, con el que caía por 90-73, diecisiete puntos de margen, después de haber sido muy inferior durante todo el encuentro. Hasta ahí podría ser un resultado más o menos normal, en el que el cuarto clasificado no puede con el tercero a domicilio, el problema está en la incontinencia verbal del dueño del cuadro verdiblanco, Pedro Fernández, quien hablaba esta misma semana de la diferencia de calidad a favor de los suyos.
El empresario decía que los suyos iban a ganar todos los partidos hasta el final de la temporada por palizas y que los equipos que estaban arriba lo eran por suerte. En fin, no tardaron mucho los suyos en demostrarles que no es así, en absoluto. El Flexicar Fuenlabrada fue tremendamente superior en todos los sentidos a este Betis Baloncesto. Lo fue por los rendimientos individuales de todos sus jugadores y también por la actitud de los mismos en caso de tener que pelear en caso de balones divididos.
Además, también el apoyo del público en una cancha que sí es calentita también tendría su influencia en los momentos en los que se pueden originar dudas a pesar de una clara ventaja. En esos casos, siempre surgía la mano arbitral para, por ejemplo, pitarle dos faltas técnicas a los verdiblancos en sendas ocasiones que estaban pendientes ya de tiros libres a su favor y que podrían haber sido objeto de faltas antideportivas. Pero no, aquello se convertía en una técnica y se pasaba de tiros a favor y balón a un tiro libre contra dos.
Gonzalo García de Vitoria: "Habíamos dicho que era necesario energía, pasión y disciplina y en la primera parte no ha habido ni energía, ni pasión ni disciplina"
Sería injusto, sin embargo, basarlo todo en la actuación arbitral, por mucho que ésta se dejara llevar en demasiadas ocasiones por la presión del ambiente y también de las protestas de Toni Ten y sus jugadores. El Betis Baloncesto ni siquiera había dejado lugar a las dudas y había sido bastante inferior a partir de la primera jugada del encuentro. El Flexicar Fuenlabrada le había sacado los colores en la cancha después de que Jelinek anotara el primer triple del encuentro.
Ese 0-3 fue la única situación de ventaja del Betis Baloncesto a lo largo de los 40 minutos. Westermann y Jorgensen, que sí respondieron a su nivel, respondieron con sendos triples y desde entonces las diferencias favorables al equipo madrileño serían constantes. Una vez más, en cambio, se echaba en falta la contribución de un Vitor Benite que no respondía, para nada, al papel de estrella y acabaría su participación con una tarjeta de 4 puntos, con 1/2 en lanzamientos de dos puntos, 0/3 triples y hasta un pobre 2/4 desde la línea de los tiros libres. Todo eso en 26:47 minutos para demostrar que el brasileño está muy lejos de ser el líder en los partidos en los que más tiene que tirar del carro de sus compañeros.
Benite era uno de los principales señalados dentro de una primera mitad en la que la brecha se fue abriendo por los desaciertos continuos desde la línea de los tres puntos. Gonzalo García de Vitoria ha montado toda su estrategia basándose en los aciertos de los pequeños y dejó a los hombres grandes como meros obreros para buscar los puntos por fuera.
El 1/10 en los triples en el arranque del encuentro era una losa que pesaba demasiado para que el Flexicar Fuenlabrada dominara el juego desde el 16-9 inicial. Pareció que podía haber una reacción con un canastón de Cvetkovic en la última jugada del primer cuarto, pero fue considerado fuera de tiempo y lo que llegaría sería un verdadero chaparrón en el segundo cuarto, que comenzaba con un triple de Matulionis para el 22-14.
Las ventajas se fueron ampliando hasta el 36-19 tras un triple de Munnings que culminaba un parcial de 11-0 y a partir de ahí ya sería un querer y no poder. Se llegó a los 20 puntos de margen con el 41-21 y García de Vitoria trató de reaccionar después del intermedio con una zona 2-1-2 que llegó a incomodar a los locales. Pero fue un espejismo, el partido ya estaba decantado hacia un lado y el Flexicar Fuenlabrada siempre sacaba energía para devolver unas diferencias tranquilizadoras para ellos.
No sólo fue Benite el señalado, la actuación de Renfroe, por mucho que maquillara algo su nivel en el segundo periodo, tampoco estuvo a la altura y ni siquiera Hughes pudo aportar en ese rol de sexto hombre. Sus escuálidos 11 puntos así atestiguan que el norteamericano no llegó a meterse esta vez desde el banquillo.
Partido para olvidar, por tanto, para un Betis Baloncesto que a pesar de llegar a acercarse hasta los nueve puntos abajo se tuvo que rendir a la evidencia de que el Flexicar Fuenlabrada fue muchísimo mejor. Tal vez Pedro Fernández debería aprender la lección de que en el deporte profesional, si no logras juntar a los Bulls de Michael Jordan y Scottie Pippen, es mucho mejor mantener la boca cerradita y no pregonar a los cuatro vientos que los tuyos van a ganar por paliza el resto de los partidos de la temporada. La bofetada de realidad no pudo ser más cruel, para él y para todos los que se ilusionan con el nivel de este Betis Baloncesto sin un pívot que garantice una producción mínima de puntos, entre otras cosas.
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