El Betis Baloncesto tira de calidad individual ante el Morón (70-53)

El conjunto verdiblanco se impone en el derbi sevillano y allana su camino hacia los cuartos de final de la Copa de España

La calidad individual y el acierto desde el triple resolvieron un encuentro que en el último cuarto llegó a estar muy ajustado con el 50-46, aunque el equipo visitante se diluyó al final

El bético Hughes avanza defendido por varios rivales. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/En el primer partido oficial de la temporada en San Pablo, el primer duelo oficial en la historia entre el Betis Baloncesto y el CB Morón, el conjunto verdiblanco se impuso por 70-53 en la segunda jornada de la Copa de España allanando su camino hacia los cuartos de final de esta nueva competición que está trastocando los planes de todos los equipos en esta pretemporada atípica. Controló el choque y ganó el equipo hispalense, pero no fue un paseo y el duelo dejó claro el problema de los béticos con el juego interior y la dependencia de su acierto desde el triple tirando de las individualidades y calidad de sus jugadores. Todavía quedan más de dos semanas para que empiece la liga, en la que volverán a enfrentarse. Hay tiempo para trabajar, pero el Betis necesita más de piezas como Renfroe (incomprensible que con su nivel no tenga minutos Pablo Marín) y Radoncic cuando tenga que competir contra los grandes de la Primera FEB.

Al cuadro heliopolitano le costó entrar en el partido. Es una pretemporada atípica con partidos oficiales y cuesta coger el ritmo de competición. Pero el Morón empezó muy activo. Manos por todos lados para impedir que el rival estuviese cómodo, defensa y a correr con la velocidad de Kouadio y Louis. Benite fue el primero en activarse en los verdiblancos. Al brasileño le sobra la calidad y eso en esta categoría marca diferencias.

Pese a todo, el primer cuarto se movió siempre en cortas diferencias, con Gonzalo García de Vitoria moviendo el banquillo (sólo Pablo Marín no jugó) probando cosas. Está claro Domenech no puede ser una solución al cinco y que por dentro el equipo necesita más, ya que ningún pívot tiene la capacidad para jugar al pick and roll, no de los abecé del baloncesto.

Tan cortas eran las ventajas que a poco del final de este primer cuarto el Morón se puso por delante con una canasta de Serrano y después otra de Tumba (13-16) ante los aplausos de su fiel hinchada, agrupada en una zona del pabellón y consciente del sueño que supone para el club jugar en Primera FEB, la segunda categoría nacional. Un orgullo y ninguna presión en una campaña para disfrutar. El Betis estaba atascado y sin soluciones ofensivas y así acabaron los primeros 10 minutos.

La aparición de Hughes al inicio del segundo cuarto le dio otro aire al cuadro verdiblanco, que trataba de imponer su físico jugando con jugadores más grandes al tres (Radoncic o López de La Torre). Pero la diferencia presupuestaria acaba apareciendo. Benite y Jelinek le dieron continuidad al acierto del escolta estadounidense y desde el 23-22 al 36-24 el acierto individual del conjunto hispalense abrió brecha. Casi sin darse cuenta, como el peso que ca por sí mismo. La calidad se paga y se nota. Y eso que el Morón movía mejor la pelota y encontraba buenas situaciones de tiro, pero el 2/14 en triples del primer tiempo se convirtió en una pesada losa pese a la buena dirección de Javi Marín y los puntos y la lucha de José Alberto Jiménez. O el espectacular tampón de Kouadio a Renfroe, que se confío en exceso en un contragolpe solo. Al contrario que el Morón, el Betis movía la pelota con muchos pases pero sin encontrar al tirador liberado ni a un interior en ventaja, pero sus mejores jugadores resolvían desde la calidad aun con un defensor encima y si encima De Bisschop se iba a los vestuarios con un 4/4 en tiros libres (8/8 del equipo frente al 5/11 aruncitano) se entiende el 36-27 al descanso.

Cvetkovic penetra a canasta ante la defensa del CB Morón. / Juan Carlos Vázquez

No se arrugó el Morón a vuelta de vestuarios. El sello del conjunto de José Antonio Santaella es la lucha. La pelea y creer hasta el final es lo que lo ha llevado hasta aquí. Y con esa garra Kouadio defendía a Radoncic, que le saca cabeza y media. Fue él quien anotó por fin desde el triple y tras otra canasta en penetración de Louis el equipo volvió a creer al verse a seis puntos (44-38), pero de nuevo la calidad salió a relucir y los triples de Cvetkovic (máximo anotador con 21 puntos) y Álex Suárez y después una buena canasta a arao pasado de Renfroe rebajaron la euforia de los visitantes, que seguían acumulando pérdidas en errores no forzados que el Betis les hacía pagar cuando atacaba. Una última asistencia mágica de Javi Marín permitió a Tamba poner el 50-41 antes de encarar el último cuarto.

Sin De Bisschop, en el banquillo por una torcedura de tobillo, las pruebas en el juego interior evidenciaron más el evidente problema en la pintura. Radoncic sigue sin aparecer y y Álex Suárez y Doménech huyen de la zona. Sólo Kasibabu se pega abajo, pero no es una solución anotadora. El agujero está claro. Casi cinco minutos de juego y el Betis sólo había anotado una canasta al contragolpe de Kasibabu, justo después de que José Alberto Jiménez hiciera estallar a su afición con un triple que ponía el 50-46. La antideportiva de Mack II, mosqueado tras perder un balón bajo la canasta rival, dio aire a los béticos. No falló Hughes desde la personal, pero sí Radoncic, cuya actuación debe preocupar, en el ataque siguiente. Cvetkovic, desde el triple, dio más tranquilidad (57-46) mientras el Morón seguía sin anotar y acumulando pérdidas jugando otra vez a tirones. Se diluyó hasta el  70-53 definitivo el equipo visitante, que no mereció acabar el choque con tanta desventaja, pero es un peaje en el aprendizaje de una temporada en la que parece que necesitará algún jugador que le dé más puntos y sea una referencia.

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