El Betis Baloncesto se sitúa a dos partidos de ganar la Copa España
El equipo verdiblanco vuelve a derrotar al Oviedo en la vuelta de los cuartos de final y jugará en semifinales ante el Monbus Obradoiro el próximo viernes 24
Adrià Domenech hizo despertar a los suyos tras un nefasto primer cuarto
Sevilla/El Betis Baloncesto estará en la Final Four de la Copa España. Tardó en arrancar en la vuelta ante el Alimerka Oviedo, pero lo hizo a tiempo para plasmar su superioridad y volver a derrotar a los asturianos (78-71), como ya hicieron en la ida con aquellos cuatro puntos de ventaja. Los días 24 y 25 de este enero serán las semifinales. El Monbus Obradoiro será el rival de los béticos ese viernes 24 en la primera semifinal, después de que los gallegos vencieran de nuevo al Valladolid este martes (65-61).
El equipo verdiblanco tardó un cuarto, el primero, en ingresar a la pista. Debió ser por las distracciones navideñas. Por el azúcar de los mantecados y turrones. Por los deseos de paz y concordia para 2025. El caso es que empezaron a desgranarse los minutos en San Pablo y toda la tensión la ponían los cinco de azul, los del Alimerka Oviedo, que dominaron el rebote con una aplastante superioridad: seis capturas verdiblancas por quince asturianas en los primeros diez minutos.
La defensa zonal que ordena Gonzalo García de Vitoria no fraguaba en nada bueno. Y no lo hacía por la tibia intensidad de los rayados en verde y blanco. En el primer triple que ensayó Renfroe rebotó el balón en el aro y ya todo fue lo mismo: uno de diez intentos en ese primer cuarto desde la línea de los tres puntos. Tremendo. Y por dentro, no mucho mejor: dos canastas de ocho intentos. Ni un local se salvaba de la quema. Al final, un triple del argentino Valinotti dejaba el primer parcial en -14 para los béticos, un inopinado 9-23 que hizo saltar las alarmas.
La entrada de Atencia en la dirección y sobre todo de Domenech en la pintura hizo cambiar las tornas en el segundo cuarto. Hasta cinco faltas personales provocó el interior bético en ese periodo. También la defensa zonal de los anfitriones dio un paso adelante y los asturianos apenas disfrutaron de tiros cómodos. Sus porcentajes bajaron mucho. Su jugador más determinante en el juego interior, Nweke, cometió su tercera falta con 25 minutos de juego aún por delante y el Betis volcó el partido a su favor: un abultado parcial de 18-3 sellado con una bandeja de Hughes culminó la remontada (27-26, 16’) y al descanso se llegó con 37-33.
El tercer cuarto deparó un juego más trabado, con una ensalada de faltas personales de una y otrra parte, aunque el control ya era bético con Renfroe y Benite marcando la pauta y Domenech en plan figura. El ala-pívot hasta se marcó un triplazo para el 51-40 que suponía la máxima ventaja bética en el minuto 26.
Los jugadores locales se fueron a la línea de tiros libres muy pronto y lo aprovecharon con un porcentaje casi inmaculado. Una entrada a canasta de Atencia abrochaba el 56-48 al final del tercer cuarto. El rebote ya estaba empatado (28 para cada uno) a esas alturas de partido.
Ya sólo era cuestión de ir administrando la ventaja bajo la experiencia de Renfroe y Benite. Pero el Oviedo no se rindió y con un parcial de 0-5 al inicio del último cuarto puso el 56-53 y obligó a Gonzalo García de Vitoria a pedir un tiempo muerto.
El francés Menuge mantuvo la ilusión de los azules con sus tiros exteriores, pero también Renfroe y Hughes ajustaron su mirilla desde lejos para mantener una ventaja prudente. Al final, victoria bética por 7 puntos de ventaja (78-71), con un protagonismo fundamental de Adriá Domenech (15 puntos, 4 rebotes, 5 faltas recibidas, 21 de valoración al final) cuando el partido aún estaba incierto. Brota la esperanza, verde esperanza, de un título. Por qué no.
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