El Betis Baloncesto sale airoso de Menorca con cabeza y control (78-83)

En uno de esos partidos marcado por las circunstancias, en un encuentro en el que no se podía fallar, pero en el que era fácil despistarse, el Betis Baloncesto sacó su versión más controladora, la que imponen sus veteranos en la cancha, para llevarse una trabajada victoria en la visita al Menorca por 78-83, un marcador que se ajustó por la relajación visitante, pero que sirve, en definitiva, para tomar aire en una jornada en la que su perseguidor Palencia perdió y su antecesor Fuenlabrada, cayó también. Al final, el mejor guion posible.

No fue fácil y tuvo que jugar el conjunto sevillano un baloncesto más pausado, porque en cuanto el Menorca imponía su alto ritmo y el encuentro se movía en la locura salía beneficiado el cuadro local, que acabó con un terrible 5/27 en triples que supuso su condena. Y al contrario de su juego habitual, el Betis no se empeñó en lanzar desde fuera, sino que en ese baloncesto control que necesitaba Rendroe se dedicó más a asistir, o regalar, canastas a los interiores hasta que justo en el momento clave aparecieron Hughes y Benite para poner la puntilla y romper el partido con sendos triples (4/14), los dos únicos verdiblancos en el último cuarto, ante un rival que jugó a tirones y con la rémora del tiro exterior que fue una losa tremenda.

El Betis se propuso jugar al control. Nada de carreras que significaran un desgaste extra o embocara el choque a un correcalles que no le beneficiaba. Sin Cvetkovic y con una ficha libre, con 10 jugadores y un solo base se presentaba el conjunto de Gonzalo García de Vitoria en Bintaufa, por lo que tocaba rotar, desplazar a jugadores de sus posiciones habituales y aguantar el tirón esperado tirón inicial de los locales.

No tiró mucho desde el triple el Betis (4/14), que se aprovechó del desacierto local en lanzamiento exterior (5/27)

Arteaga mandaba en la pintura bien secundado por Lukovic, que puso el +5 en el marcador ante un rival que no se ponía nervioso y que pisaba el freno cada vez que el Menorca aceleraba, consciente de que llegaría su momento y que no era plan de agitar el encuentro. La entrada de Radoncic le dio al cuadro verdiblanco un punto más de presencia física y un parcial de 0-7 le dio al cuadro sevillano su primera ventaja del choque (15-17) con un triple de Hughes.

Y sin triples, la mejor arma bética, aguantaba el equipo sevillano el pulso. Replicó Po Figueras al escolta bético con un triple a tabla, la única canasta en cuatro minutos antes de que se cerrase el primer cuarto con 18-23 y un mal contragolpe verdiblanco lanzado por Benite, director de juego improvisado cuando Renfroe se tomaba un respiro en el banquillo, que en vez de aguantar la última posesión aceleró para la pérdida de De Bisschop regalando una última posesión al cuadro balear, aunque Cone, máximo anotador local en la temporada, falló.

Arteaga, como al inicio, empezó anotando en el segundo acto. Menos mal que el físico no le da para estar más tiempo en pista y tener aún más presencia. El rebote ofensivo le permitía a los locales sobrevivir a su mal porcentaje en triples, aunque canasta a canasta el Betis fue abriendo brecha para que De Bisschop colocara el 28-37 aprovechando la asistencia de Renfroe. Cone seguía sin anotar y apenas llegó al descanso con un tiro libre anotado. Lo que unido al mal porcentaje en triples de los locales permitió a los visitantes llegar con un cómodo 33-43 al descanso con un baloncesto control y efectivo cerca del aro. No en vano, pese a tirar 15 lanzamientos más, la mala puntería local (2/14 en triples y 10-24 en tiros de dos), el 12/18 en tiros de dos de los béticos palió el pobre 2/5 verdiblanco desde la más allá de la línea de los 6,75 metros.

Parecía que el encuentro estaba controlado por parte del equipo heliopolitano, pero Cone se encendió. Quizá demasiado. Puso el modo anotador en marcha y junto a Lukovic lideró un pequeño parcial de 7-0 (46-51) después de que el Betis lograse su máxima renta (39-51). Tunde cortó el parcial antes de que las protestas de Cone desembocara en una técnica que Hughes aprovechó. Jugada clave a la postre.

Porque ya en el último acto, después de que se cerrase el tercer cuarto con 50-56, una clara antideportiva del escolta norteamericano lo mandó al vestuario. Era innecesario agarrar de forma brusca a Rubén López cuando éste, haciendo daño con su físico en la pintura, se disponía a notar con facilidad. Dos tiros libres anotados y después un 2+1 del madrileño para colocar el 54-65.

Pero quedaban minutos por delante aún y el Betis, con muchas rotaciones, se empeñó en complicarse la vida con De Bisschop perdiendo la pelota al subirla desde sus campo y fallando desde posiciones cómodas. Pol Figueras, negado desde el triple, puso el 61-68 desde cerca encendiendo a un pabellón que quería creer aún, pero Hughes lo silenció con un triple y Benite dio la puntilla con otro justo después para poner el +13 (61-74), la máxima renta verdiblanca. Sólo quedaba ponerle el lazo a un triunfo que tomaba rumbo a Sevilla, pero se empeñó el Betis en complicarse la vida con una técnica a Radoncic que sigue sin aprender que a los árbitros no se les dice nada, que le tienen tomada la matrícula, y una antideportiva de De Debiscchop… Molins, además, acerró por fin desde el triple, pero era ya tarde y el 76-80 a falta de unos segundos no inquietaba ya a nadie.