Betis Baloncesto - Ourense: Sin confianzas para no fallar
Cvetkovic es duda para recibir a un peligroso Ourense que pasa por una racha negativa de resultados y juego

Sevilla/La cuenta atrás ha arrancado en la Primera FEB, en la que a nueve partidos del final de la fase regular cada equipo tiene claro por qué peleará. Ahora es el momento de no perder el tren para llegar bien colocado a los tres o cuatro últimas citas, por lo que no dejarse por el camino ninguna victoria ante rivales sobre el papel inferiores es el reto de este Betis Baloncesto cuya misión principal es defender la cuarta plaza y si se ponen las cosas de cara, intentar dar un salto más. Para ello, ganar esta noche al Ourense (20:30) es vital para un conjunto verdiblanco al que le espera un duro sprint final en el calendario.
Es por ello que en su fortín de SanPablo, en el que cuenta sus compromisos por victorias, no puede perder el paso ante el cuadro gallego, que llega con dudas tras encadenar tres derrotas. Sin embargo, el equipo orensano ya ha dado muestras de su potencial ganando en canchas como la del Obradoiro y el Tizona Burgos, poniendo en aprietos al Estudiantes (el choque se fue a la prórroga) y a los béticos no se les puede olvidar que en la primera vuelta cayeron en el Pazo dos Deportes Paco Paz (94-86). Así que, ojito.
Y es que aunque el cuadro heliopolitano venga sacando sus encuentros por calidad y experiencia, a poco que las cosas puedan torcerse un poco cualquier partido se le puede complicar. No hay que olvidar que el conjunto dirigido por Ramón López se mantiene en novena posición, luchando por meterse en los play off, por lo que pese a sus últimos tropiezos es visitante peligroso frente al que cualquier confianza puede salir cara.
Se trata de un choque más importante de lo que pueda parecer para el Betis Baloncesto, cuarto en la clasificación ahora con dos triunfos sobre el Palencia, quinto, y a dos del Fuenlabrada, tercero. Dos conjuntos con los que los heliopolitanos cierran la liga, primero recibiendo al cuadro madrileño y en el cierre visitando al equipo palentino, por lo que más vale llegar a esas jornadas con los deberes hechos. Justo antes los rivales serán Morón y Castelló (en casa), dos de esos choques en los que tampoco se puede fallar, pues con la visita del Ourense se inicia un carrusel de cinco duelos frente a equipos de play off: Tizona Burgos, Estudiantes, Cartagena y Obradoiro.
Quizá por todo lo que viene Gonzalo García de Vitoria no quiera forzar a Cvetkovic, duda por un esguince en el tobillo derecho que ya lo dejó en tierra en el triunfo del pasado domingo en Menorca. No conviene adelantar la llegada del serbio, cuya vuelta para esta recta final se antoja decisiva en un plantel corto de efectivos, veteranos en muchos casos, aunque esa experiencia es, precisamente, una de sus grandes virtudes. La otra es la calidad.
Con Renfroe a los mandos como único director de juego, a la espera de lo que pase con Cvetkovic, será de nuevo Benite quien dirija el ataque en los últimos minutos de los cuartos mientras su compañero coge aire en el banquillo. Que el base estadunidense no se complique con las faltas es clave para que las rotaciones funcionen en un conjunto obligado a mover a los jugadores de sus posiciones para que todo cuadre, con Hughes igualmente jugando al dos o al tres según la configuración del equipo en cada momento. Los tres conforman la columna vertebral de un Betis cuyo futuro esta campaña está en sus manos y en sus piernas.
Si los tres funcionan y se les suma algún jugador, ya sea Álex Suárez, Radoncic o De Bisschop, o incluso el propio Cvetkovic cuando reaparezca de su segunda lesión de la temporada, tras otro esguince en el tobillo izquierdo, el equipo podrá competirle a cualquiera siempre que no olvide la concentración defensiva como condición indispensable para salir ganador también ante cualquier oponente.
Como muchos conjuntos de la categoría el Ourense baja sus prestaciones a domicilio, por lo que los locales deben salir enchufados desde el inicio para tratar de romper pronto el choque y no llegar a un final ajustado. En ataque destaca el escolta estadounidense Moody como su máximo anotador (13,5 puntos por partido), bien secundado por el exterior luso Brito (ex del Morón) o el interior Krikke (10,8). Por dentro Ogunsipe es su máximo reboteador. La presencia de Mendicote, alero que pone la garra y eleva la intensidad del equipo y la dirección de Javi López hacen del cuadro gallego un equipo alegre en ataque y peligroso si se le permite lanzar con comodidad y correr al contragolpe.
Esperando ese necesario fichaje en la pintura con el que el objetivo del ascenso sea factible (el 30 de marzo acaba el plazo), el Betis no puede fallar esta noche en San Pablo para llegar al sprint final bien posicionado en un momento en el que el calendario se complica sobremanera, por lo que salir con todo y sin confianza serán las claves ante un Ourense peligroso aún en una mala racha.
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