Este Betis Baloncesto es mucho más que sólo triples (95-76)

El conjunto verdiblanco arrolla en su puesta de largo liguera en San Pablo al Tizona Burgos respondiendo primero desde la defensa a la intensa salida visitante

Benite lideró un ataque coral que se sintió más cómodo pudiendo correr y encontrando buenas opciones de tiro desde más cerca del aro

De Bisschop puga por el balón con Jacobo Díaz.
De Bisschop puga por el balón con Jacobo Díaz. / José Luis Montero

Sevilla/Tocaba demostrar en casa, ante los suyos, que este Betis Baloncesto del Grupo Hereda va en la Primera FEB con todo y lo dejó claro el conjunto de Gonzalo García de Vitoria arrollando al Tizona Burgos, que la pasada campaña disputó la Final Four, por un contundente 95-76 cimentado en una intensa defensa en la primera parte que le permitió correr en ataque y un festival anotador tras el descanso, con el técnico bético exigiendo a los suyos en todo el momento pese a que la victoria estaba ya en el bolsillo.

El cuadro verdiblanco sacó el rodillo a pasear ante un rival que suponía un exigente test y que amagó con sorprender de inicio, pero en cuanto entendió cómo sacarse de encima la presión y encontró al jugador liberado en los dos contra uno que hacía el equipo castellano-leonés no hubo partido. Defensa y control del rebote, menos en el último cuarto cuando los verdiblancos se dejaron ir ya superando la veintena de puntos de renta, para sacar adelante el choque y mandar un mensaje en la categoría desde la segunda jornada: en San Pablo habrá que hacerlo muy bien si alguien quiere llevarse el triunfo. Pero lanzó otro mensaje: el Betis es mucho más que triples. Si parecía que la batería exterior sería la clave heliopolitana, esta vez apenas lanzó 14 triples -anotó cinco-. Los jugadores entraron más a canasta, los pívots aparecieron por dentro y la opción de lanzar de media distancia apareció para evidenciar que hay vida más allá de lanzar desde fuera.

Dicen los entendidos que los ataques ganan partidos y las defensas, temporadas. Ya se sabía que este Betis diseñado a golpe de talonario tiene de lo primero, pero desde la intensidad atrás se metió en un partido en el que arrancó frío, sorprendido por la presión del rival a toda cancha, cuestión ya sabida pues es el sello que instaló Diego Ocampo y heredó Salva Camps, pero supo recuperarse del 0-8 inicial para retomar el control del juego desde su defensa.

Y es que en cuanto las piernas se activaron, los cambios funcionaron y las ayudas llegaron para impedir al rival que lanzase desde posiciones cómodas y poder correr en ataque para no vivir del triple. Y es que este equipo que está construyendo Gonzalo García de Vitoria tiene otras alternativas. Radoncic es una de ellas, ya que su portentoso físico puede, y debe, marcar diferencias en esta categoría en cuanto se le pase la alergia a la pintura. La amenaza visitante con ese 0-8 quedó pronto frenada. Pareció acusar por momentos el Tizona la lesión de Lance Jones, máximo anotador de la primera jornada (31 puntos) y referencia anotadora, que por fortuna se quedó en un susto. Jaume Lobo tomó el testigo manteniendo a los suyos por delante hasta el 11-14, pero su segunda falta lo condicionó y cuatro puntos seguidos de Radoncic le dieron ya su primera ventaja al cuadro local (15-14). Con todo en orden ya, tocaba seguir jugando con tranquilidad y manteniendo la intensidad atrás.

Cvetkovic apareció para darle el relevo a un Renfroe que jugó a un alto nivel, como se espera, De Bisschop demostró que ya está recuperado de la lesión en el dedo de un pie que lo dejó en el banquillo ante el Gipuzkoa y Lance Jones apareció para cerrar el cuarto con un triple sobre la bocina con Jacobo Díaz moviéndose en el bloqueo sobre Hughes, pero el 22-20 subió al marcador al término de los 10 primeros minutos. Trataba de agarrarse al encuentro el Tizona (26-24), pero el Jones contra el mundo planteado no era la mejor idea. Renfroe empezó su cátedra y mostró el camino a los suyos para salir de la presión visitante y encontrar a jugadores liberados, ya fueran por dentro como Kasibabu o Radoncic, o a los exteriores que encontraban el camino expedito para anotar desde cerca. Y así fue creciendo la renta local, que llegó al descanso con un cómodo ya 34-24 liderado por Benite (máximo anotador con 21 puntos), un pistolero silencioso que siempre está listo para sumar.

Trató de elevar el Tizona la intensidad atrás, pero en menos de tres minutos desde la reanudación ya se vio en bonus con cuatro faltas cometidas y Jaume Lobo, con cuatro. Poco después Jones hizo la tercera personal y el Betis Baloncesto metió la directa con López de la Torre sumándose a la fiesta anotadora imponiendo su físico. El encuentro se acabó en este tercer cuarto, pese al triple de Pacheco desde su campo al cierre del tercer acto (72-55). El conjunto de salva Camps estaba fuera del encuentro, como el técnico, expulsado con una segunda técnica por protestar. Tiene mucha pólvora el plantel hispalense y Hughes siguió sumando puntos, Kasibabu hacía daño por dentro y Jelinek desde el triple puso la máxima ventaja en el marcador (90-63). Partido finiquitado aún con mucho por jugar.

Y todavía exigía más a sus jugadores Gonzalo García de Vitoria, que en la previa decía que el equipo está lejos de donde puede llegar. Pero ni con el técnico presionando en la banda pudo el Betis evitar dejarse ir y el Tizona aprovechó el momento para maquillar el marcador hasta el 95-76 final, pese a lanzar más veces. Pero más, a veces, no es la clave, sino mejor. Y el 28/71 en tiros de campo de los visitantes no pudo con el 33/60 de los béticos, apoyados especialmente en un 28/46 en tiros de dos puntos lanzando apenas 14 veces desde más allá de la línea de los 6,75 metros. Este Betis Baloncesto, sin duda, es mucho más que triples.

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