Betis Baloncesto: Golpe de autoridad ante otro 'gallo' (85-68)

El conjunto verdiblanco, en una gran encuentro, se impone al Palencia con contundencia con un inspirado Hugues y un Renfroe que fue el director de orquesta esperado

El equipo reaccionó a la derrota de la pasada jornada mostrando en casa su mejor cara con un juego coral que frenó en defensa a Kurtwig y Wintering

El bético Doménech pelea por un rebote con el jugador del Palencia Manu Rodríguez.
El bético Doménech pelea por un rebote con el jugador del Palencia Manu Rodríguez. / Juan Carlos Muñoz

Sevilla/La capacidad de reacción, el cómo levantarse tras una derrota puede marcar la diferencia en esta competida Primera FEB llena de ex ACB y el Betis Baloncesto demostró que el tropiezo en Cantabria está olvidado con una contundente victoria por 85-68 ante otro de los gallos de la categoría, el Palencia, que sólo aguantó un cuarto, el tiempo en el que los locales entendieron que desde la defensa marca diferencias. Tantas que dejó a un rival que llegó a San Pablo promediando 81,5 puntos en 68, y gracias a dos triples de Kunkel solo cuando quedaban un puñado de segundos. 

Las defensas ganan temporadas; los ataques, partidos. Y parece que Gonzalo García de Vitoria ha grabado esa mentalidad en su plantilla, que redobló esfuerzos para no echar en falta a los lesionados Álex Suárez y Rubén López. Radoncic, que sigue nulo en ataque, pero al menos no se arruga y pese a que no le salen las cosas pone intención en la pista, no tuco que jugar por dentro. De Bisschop y Kasibabu, también a medio gas pero con ganas ante su ex equipo, pudieron frenar a Krutwig con la inestimable y continuadas ayudas de sus compañeros y Wintering fue muy inferior a un Renfroe que ejerció por fin de capitán-general sobre el parqué y efectivo Cvetkovic, que sumaron entre ambos 25 puntos y 12 asistencias. Si la posición de base funciona, funciona el equipo.

Anulados los dos mejores jugadores rivales por el imponente juego colectivo heliopolitano, todo fue más fácil. Aunque costó de salida, ya que fue un primer cuarto eléctrico, de esos que disfrutan los aficionados, sobre todo los neutrales, y sufren los entrenadores, porque las defensas no aparecían y los tiradores encontraban posiciones cómodas para notar. Al golpe de uno respondía el otro de la misma forma y la horquilla estuvo siempre en +/- tres puntos para cada uno. Este ritmo alto parece que no le viene bien al cuadro verdiblanco cuando toca remangarse en defensa y de ello intentó sacar provecho el Palencia, con Krutwig anotando de inicio apoyado en Wintering, que se fue pronto al banquillo con dos faltas. Oroz trató de mantener la velocidad de su compañero en la dirección, pero la aparición estelar de Hughes evitó males mayores y con un triple suyo se cerró el primer cuarto con las espadas en todo lo alto (23-23).

El bético Hugues defiende a Kunkel.
El bético Hugues defiende a Kunkel. / Juan Carlos Muñoz

El estadounidense estaba encendido y había que aprovecharlo. Balones a Will. Inició el segundo cuarto con un 2+1 fallando el adicional, pero anotaba con facilidad desde cualquier otra posición y con el cuarto triple en su cuenta (4/5 en ese momento y 5/6 al final) puso el 34-26 con el que el Betis parecía abrir brecha. Más de la mitad de los puntos hasta ese momento (18) llevaban su firma. Para entonces el cuadro castellano ya estaba con bonus por mucho por jugar todavía (6-44 hasta el descanso), pero no supo aprovechar esa circunstancia el equipo hispalense, fallón desde el tiro libre, porque lo mismo fallaba De Bisschop que tiradores como Cvetkovic, Jelinek o el propio Hugues. Pero no un activo Renfroe, sabedor que debía dar más de sí y que se empleó a fondo en el rebote, especialmente yendo con ganas al ofensivo, y apareciendo en muchas situaciones interiores aprovechando su físico.

Ya avisaba en la previa Gonzalo García de Vitoria de que Luis Guil es un especialista en defensa y esperaba las trampas del Palencia, que cambiaba atrás continuamente a defensas en zona, pero los exteriores verdiblancos se encargaron de desactivarlas anotando desde lejos o penetrando a canasta con decisión.

Desde el triple cimentó esa brecha y, al contrario que la pasada jornada en Torrelavega, el equipo entendió que una vez lo grado lo más complicado había que imponerse atrás. Ni siquiera los continuos errores arbitrales (para los dos lados), descentraron al Betis, pese a las protestas de Jelinek por unos dobles existentes al recoger la pelota en el aire después de que un rival se la tocase.

Jelinek, ante Krutwig.
Jelinek, ante Krutwig. / Juan Carlos Muñoz

Así, al descanso llegó el cuadro local con el encuentro controlado más allá del resultado (48-35), ya que la defensa permitía al equipo correr, los directores de juego mandaban y tras los 23 puntos del primer cuarto había dejado al rival en 12 en el segundo.

En la reanudación pareció despertar Krutwig con esos tiros desde cuatro o cinco metros que obligaban a De Bisschop a salir de su zona de confort. Entre el ex bético y los triples de Kamba el Palencia intentó reengancharse al partido y con un 0-7 de parcial el entrenador bético llamó a su tropa a capítulo (51-44). Todo pareció reajustarse tras el tiempo muerto con De Bisschop entendiendo que debe hundirla en el aro contrario, no tratando de anotar de otra forma. La tercera y cuarta personal de un Wintering totalmente superado lo mandaron al banquillo de nuevo y otra vez el Palencia tuvo problemas para atacar y el Betis se limitó a controlar su ventaja para afrontar el cuarto final con una cómoda renta (67-55).

Había que poner la guinda al buen trabajo de todo el grupo y otra vez elevando la intensidad atrás y manteniendo el dominio reboteador la ventaja se convirtió en definitiva. Más de tres minutos y medio tardó en anotar Borg los primeros puntos de su equipo. Para entonces Benite, cual hormiguita, ya había sumado para los suyos varios puntos. A la fiesta se unió Jelinek y hasta un Doménech que en su rol secundario siempre suma.

Tuvo un +23 en el 85-62 y dos triples al final de Kunkel dejaron el marcador final en 85-68 con una demostración coral de que este grupo es una piña. Un equipo que sigue haciéndose y creciendo desde la defensa, pero con anotadores y generadores de juego con capacidad para gobernar los partidos. El primer rival de talla hincó la rodilla en San Pablo. Queda mucho, pero parece que está permitido ilusionarse con este Betis Baloncesto.

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