El Betis Baloncesto se empeña en darle emoción a la vuelta (78-82)

Los verdiblancos, que tenían 17 puntos de ventaja al arrancar el último cuarto, se dejaron ir ante un débil Alimerka Oviedo y todo queda pendiente del segundo encuentro en San Pablo

De Bisschop no está en el partido contra el Oviedo y tampoco estará contra el Morón

Radoncic bota el balón ante Menuge. / Betis Baloncesto

Oviedo/El Real Betis Baloncesto se empeña en darle emoción al partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de España al dilapidar una ventaja de 17 puntos en un pésimo último cuarto en su visita al Alimerka Oviedo. Los verdiblancos acabaron ganando por 78-82, pero tienen motivos más que sobrados para acabar enfadados. No en vano, tenían un 57-74 con el cuarto parcial ya iniciado que hubiera dejado el segundo encuentro en Sevilla en un mero trámite.

Fue un ejercicio de masoquismo puro y duro. La superioridad del Betis Baloncesto, a pesar de esas ausencias a las que también se sumó De Bisschop por una lesión sufrida el pasado viernes contra el Ourense, fue evidente desde el salto inicial y las diferencias se ensanchaban o se estrechaban dependiendo de la intensidad con la que jugaran los visitantes. Pero al final se dedicaron a estropear todo el trabajo para que el último triple de Menuge dejara todo en cuatro puntos de margen con ese 78-82.

Como eximente tal vez se pueda apelar a esas ausencias de De Bisschop, Cvetkovic y Álex Suárez que dejaban la nómina de jugadores a disposición de Gonzalo García de Vitoria en sólo diez elementos para ir dosificando los esfuerzos. Es verdad que al final también se pudieron acusar tantos minutos en las piernas, pero no hay más que repasar las plantillas de unos y otros para incrementar incluso el enfado por la recta final.

En baloncesto, como en ningún deporte, no se gana con los nombres, pero uno mira la plantilla con la que cuenta Javi Rodríguez en este Alimerka Oviedo y sólo suena por un pasado, futuro para ser más exactos, en la Liga ACB el joven Lucas Langarita. Recientemente cedido por el Zaragoza, es el único jugador que llega a sonar a los aficionados no habituales en estas categorías.

Y, lógicamente, eso se iba a plasmar sobre el parquet del Pumarín desde el arranque. Los béticos, sin Hughes en el quinteto inicial para que Jelinek tuviera un papel algo más preponderante en esta ocasión, se colocaban con facilidad en un 8-21. Renfroe se exhibía tanto en la dirección como en los triples y sus compañeros lo secundaban en este sentido para tener un primer parcial inmaculado hasta que Randocic falló el primer lanzamiento desde los 6,75 en el minuto 9. Los aciertos de tres eran constantes y sólo había un punto negro con las tres faltas prácticamente consecutivas cometidas por Domenech, que era quien debía darle minutos de respiro a Kasibabu en la posición de pívot.

Hughes colocaba la máxima diferencia con un triplazo desde 8 metros para rematar el primer cuarto con 14-28. El Betis Baloncesto doblaba a su rival en el electrónico e incluso iba a incrementar la ventaja hasta el 21-40 con una bandeja de Hansel Atencia, que le ganaba los minutos a Pablo Marín en la rotación.

Ficha técnica

Ahí llegaría la primera pájara con un parcial de 8-0, después llegaría alguno más exactamente igual a favor de los asturianos. Pero tampoco parecían los verdiblancos muy preocupados y cuando lo necesitaban se arremangaban para volver a irse en el electrónico. Por ejemplo, cuando Hughes, con una finta de clase, lo ponía todo en el 50-67. Era una fase del partido en la que no estaba mal disfrutar con el pique entre Radoncic y Hutchinson en el que el montenegrino pareció reivindicar que tiene sangre en sus venas, además de calidad y fundamentos técnicos.

Atencia echaría también una mano anotadora al inspirado, hasta entonces, Renfroe para colocarlo todo en un 57-74 en el último cuarto que ya parecía casi definitivo. Craso error. Benite y compañía entendieron que todo había acabado y no fue así, pues el Alimerka Oviedo fue recortando poco a poco, más por demérito de los visitantes que por otra cosa.

El parcial final sería un 21-8 y todo queda pendiente, por tanto, para la vuelta en el Palacio de los Deportes. Un esfuerzo más, por tanto, para la mermada plantilla de Gonzalo García de Vitoria. Si hubiera sido un partido de la Primera FEB hubiera dado igual, pero se jugaba la ida de la Copa de España y quedará un segundo acto para rematarlo todo. Todo sigue siendo posible y lo peor es que pudo quedar más que resuelto en el Pumarín a favor del Betis Baloncesto.

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