Betis Baloncesto: Carácter para darle un zarpazo al líder (90-89)

Sevilla/Una gran defensa de equipo en el momento justo, con Radoncic negándole el espacio para lanzar a Lapornik y después con Benite muy encima de un Cremo que tiró desequilibrado sobre la bocina, le dio una victoria (90-89) de enorme valor y mucho mérito a un Betis Baloncesto que le dio un zarpazo al San Pablo Burgos y demostró que, pese a las lesiones y no contar con una clara referencia en la pintura, se ha ganado la etiqueta de candidato al ascenso. Y lo hizo derrotando al líder invicto hasta su visita a Sevilla, en un gran encuentro de los verdiblancos, que demostraron otra vez el carácter que exhibieron ante Estudiantes hace una semana, pero esta vez con el premio de un triunfo revitalizador que refuerza las aspiraciones del proyecto.

Y es que el encuentro estuvo en chino con el -11 al final del primer cuarto, pareció ganado con el +14 en el minuto 33 y todo se resolvió en un final agónico en el que una defensa decantó el intercambio de golpes de uno y otro en un final emocionante que casi decide los árbitros. Con el 78-64 el Betis iba lanzado, pero llegó la desconexión en el peor momento. Un 0-8 de parcial dirigido por un extraordinario Gonzalo Corbalán metió en el partido a los de Bruno Savignani, pero apareció Cvetkovic para dar tranquilidad con un triple replicado de inmediato por Gudmundsson. Aparecieron en este final las estrellas del rival que habían pasado de puntillas durante el encuentro y Lapornik empató con un triple (87-87) a poco más de un minuto del final.

Era el momento de la verdad. De los líderes. Y Benite quiso asumir esa responsabilidad y aprovechó la inocencia de un Dani Díez que había tirado todo el choque de los suyos para sacarle la quinta falta en un lanzamiento desde la línea de los 6,75 metros. Tres tiros libres. Una condena para este Betis fallón desde la personal y el brasileño sólo metió dos de los tres. Goloman aprovechó la ayuda demasiado larga de De Bisschop para poner otra vez el empate (89-89) y Gonzalo García de Vitoria, en este juego de ajedrez de tiempos muertos mandó a capítulo a los suyos. Renfroe, bota que te bota, dejó pasar los minutos hasta que aprovechó el bloqueo de un compañero para enfilar la canasta rival y Wembi sacó la mano sin opciones de jugar el balón para frenarlo. Podría haber sido antideportiva fácilmente, pero el arbitraje para con este San Pablo Burgos estaba siendo cómodo. Otra vez a la línea de los 4,60 metros. Metió el primero el base. El segundo lo falló (90-89) y en la lucha por el rebote Goloman fue claramente el último que tocó la pelota antes de marcharse fuera, pero este Betis Baloncesto tiene que ganarse todavía el respeto y los colegiados le dieron el último ataque a Burgos.

Sacó el cuadro castellano de campo contrario con 12 segundos tras el tiempo muerto de Savignani. Defensa a tope del cuadro sevillano. Seguramente la mejor de todo el cuarto en el momento más oportuno. Radoncic no dejó respirar a Lapornik, que acabó dándole la responsabilidad a Cremo, ahora con Benite encima. El estadounidense acabó lanzando desequilibrado y un enorme Kasibabu no dio opción a nadie a tocar la pelota cerrando el aro y dejando la victoria en casa, un San Pablo que sigue siendo un fortín para reforzar la etiqueta de candidato a este Betis Baloncesto que ganó demostrando alma sobre la pista.

Y con ese carácter se sobrepuso a las lesiones, a la falta de un pívot que sea referente aun con De Bisschop yendo al aro con fuerza y Kasibabu dejándose la piel en la lucha por cada pelota, y a una mala puesta en escena que hizo temer lo peor con Dani Díez liderando el tirón visitante. Pero un segundo cuarto de escándalo metió al Betis Baloncesto en el partido. No pintaba nada bien el 15-26 con el que acabaron los primeros 10 minutos y no sólo por el resultado, sino por el atasco en ataque y por una defensa que permitía demasiados tiros fáciles. Pero la bronca de Gonzalo García de Vitoria funcionó y sus jugadores salieron enchufados. Como hay que salir ante el líder si se quiere demostrar que uno quiere también luchar por el ascenso con todas las de la ley, por méritos propios y sin regalos.

Benite lideró un 9-0 de salida que cortó el ex bético Wembi bajo los aros, pero la defensa verdiblanca negaba ahora lanzamientos fáciles al rival y podía correr lanzado por un clarividente Cvetkovic que lo mismo anotaba que asistía para devolver la delantera a su equipo con los triples de Hughes y Benite (32-28) y completar un demoledor parcial de 17-2. Con Cvetkovic asumiendo galones, De Bisschop resolviendo bajo el aro y Renfroe asistiendo, al descanso llegó el cuadro hispalense mandando por 47-43.

Tras la vuelta de los vestuarios la dinámica no cambió. Iba lanzado el Betis y un tapón de Renfroe permitió correr a Radoncic para poner el 57-50 que Dani Díez con un triple redujo de nuevo. Fue el inicio de un 0-8 de parcial y tres segundos en la zona hicieron que García de Vitoria montara en cólera y se llevara la técnica. Era el 59-60 y la cuarta personal de Benite lo mandó al banquillo en el minuto 26. Problemas en verdiblanco, pero con la pareja Renfroe y Cvetkovic el cuadro bético mostró su mejor baloncesto para cerrar el tercer acto con 73-64.

Pudo tener un final más cómodo el Betis cuando se vio con 78-64, pero enfrente estaba el líder Burgos, invicto hasta ahora y con muchos jugadores con capacidad para darle la vuelta al marcador como un calcetín. Lo intentó Gonzao Corbalán y la desconenexión verdiblanca casi cuesta un disgusto, pero este Betis tiene carácter. Alma, y eso vale como el mejor de los pívots.