Gipuzkoa - Betis Baloncesto: Poca plantilla para un final de curso tan largo
Betis Baloncesto
El conjunto sevillano visita a un Gipuzkoa que busca ser cabeza de serie en los cruces por el ascenso después de tres derrotas seguidas que han complicado la novena plaza
El tren del play off pasa para el Betis Baloncesto por Guipúzcoa (18:00). Las matemáticas le dan todavía opciones, pero ni el calendario ni las sensaciones invitan a un optimismo que se ha desinflado como un globo con las últimas tres derrotas seguidas, todas competidas, que han dejado claro que el final de la temporada se le está haciendo largo a una plantilla que, pese a todos los cambios y gasto, se ha quedado corta.
Sin posibilidades económicas para cubrir las salidas de Frazier y Wembi, cortado para aligerar masa salarial, ni la lesión de Pablo Marín, Bruno Savignani se ha quedado con 10 jugadores de los que Doménech, Dedovic y Hanzlik tienen poca presencia en la pista y el trío Faggiano, Joaquín Rodríguez y Polanco es exprimido al máximo, por lo que viene siendo la aportación de estos tres más lo que pueda sumar el equipo en defensa y la aparición puntual de Kuksiks desde el triple o los puntos de los pívots lo que marcan las diferencias entre ganar o perder.
Viene el conjunto verdiblanco de caer ante el San Pablo Burgos tras llegar con vida hasta el minuto 37, pero se le acabó la gasolina; como ante el Força Lleida, con el que llegó igualado al descanso y durante todo el segundo tiempo tuvo el control el conjunto catalán, que estuvo toda la segunda parte por delante y tuvo 10 puntos de ventaja pese a acabar ganando sólo por 73-74 y con dos opciones para ganar de Joaquín Rodríguez. Con un triple que ponía el 43-67 empezó el último cuarto en Oviedo para acabar cediendo por 86-81 bajando sus prestaciones de nuevo en el tramo final, cuando la gasolina no da para más. Y puede que ni la cabeza, porque los problemas económicos de la entidad son públicos y notorios, el propietario no aparece por ningún lado y el futuro está en el aire con el Real Betis con pocas ganas de hacerse de nuevo cargo de la sección. Todo influye.
Pero los partidos hay que jugarlos y quedan cuatro. El primero nada fácil. Ante el Gipuzkoa de Barcello, máximo anotador de la competición con 19,9 puntos por encuentro, que es sexto pero a una sola victoria del segundo puesto, por lo que busca como objetivo acabar entre los cinco primeros para contar con el factor cancha a favor en los play off por el ascenso. Play off que ahora cierra el Betis baloncesto con su novena plaza, pero que perderá (incluso puede que ganando) si no vence en Illumbe porque con los mismos triunfos (13) están Fuenlabrada y Hestia Menorca, que se enfrentan en la isla.
Lo cierto es que el reto del conjunto hispalense es competir y no pensar en nada más, porque más allá de la jornada 34, de las cuatro citas que le quedan por delante, nada está claro. Al contrario, el futuro no es nada halagüeño y pensar más allá en estos momentos es una moneda al aire. Acabar de la mejor forma posible la liga es la única idea del técnico brasileño del Betis, que desde hace tiempo ha expuesto todas sus cartas apostándolo todo a los puntos que sumen Joaquín Rodríguez y Polanco y los que pueda dar asistiendo a los pívots Faggiano. Eso en ataque. En defensa el equipo llego justo al final de los partidos y aguantar en esos momentos será clave para tener alguna oportunidad en una pista de la que sólo han volado dos victorias en 15 encuentros.
El GBC de Mikel Odriozola es mucho más que Barcello y por ello es el conjunto más reboteador de esta LEB Oro (35,5) y el segundo mejor en triples (38,3%), sólo por detrás del Estudiantes (39,2%). Por dentro Aurrecoechea, el segundo reboteador de la competición, se hace grande y De Bisschop y Berzins tendrán trabajo en una posición en la que el cuadro vasco cuenta también con el ex bético Marcius, mientras que la dirección la comanda Xabi Oroz, uno de los hombres de la casa como Mikel Motos, Ansorregui o Zubizarreta que conectan con la afición.
Cuarto a cuarto, el reto será no despegarse, mantenerse siempre en el encuentro y defender el tiro exterior del cuadro local, que volverá a pelear, sin prisas ni urgencias, por el ascenso esta temporada.
Sin duda, un espejo en el que mirarse para que este Betis Baloncesto se reinvente en todos los sentidos si sale vivo de la enésima ocasión en la que el club, el baloncesto sevillano de élite en definitiva, se asoma al precipicio.
También te puede interesar