El Betis expía sus pecados con un golpe sobre la mesa (82-96)
Estudiantes-Coosur Betis | La crónica
El conjunto verdiblanco se impone al Estudiantes, con el 'average' de propina, en un partido que dominó desde el inicio por su intensidad defensiva
La efectividad de Randle remató a unrival directo al que iguala en victorias, pero con un partido menos
Apenas tres días después de ser barrido por el UCAM Murcia, el Coosur Betis se rehizo, se levantó de ese resbalón en San Pablo tirando de carácter y orgullo, que parece que le quedan, y con un gran encuentro atrás, intenso desde la energía que impone Pablo Almazán, y los puntos de un Randle que expió sus pecados del otro día, el equipo de Joan Plaza se llevó un gran triunfo, determinante en la lucha en la zona baja, ante Estudiantes por 82-96 con el average de propina.
Se la jugaba el conjunto verdiblanco y no falló. Entendió el plantel hispalense que todo se decidía con el trabajo atrás, cerrando las vías de anotación del rival, con Avramovic y Barea, fundamentalmente, y atacó con cabeza con Campbell al mando y con velocidad cuando Randle asumía la dirección. El base manejó el balón esta vez con cabeza. Nada de los juegos de malabares del otro día, buscando la mejor opción ya sea con su tiro (9/12 en tiros de campo) o buscando a un compañero mejor colocado. Pero en frente el cuadro madrileño también se jugaba mucho y no fue fácil decantar un choque que pudieron romper antes los visitantes, que perdieron en el segundo cuarto 14 puntos de renta para empezar de cero. Pero estuvo fuerte el Betis mentalmente y supo empezar de cero repitiendo lo que venía haciendo: intensidad atrás y cabeza en ataque a falta de un Feldeine que asumió galones al final para rematar a un rival que no claudicó antes por los triples de Vicedo y los rebotes ofensivos de Ángel Delgado.
Desde el primer minuto se vio un Betis con otra actitud. La jornada de brazos caídos del jueves dio pasó a una actividad mayor en defensa que se personalizaba en Pablo Almazán, que se iba al suelo para rescatar un balón y estaba en todos lados para contagiar a los suyos: 11-18 en el primer cuarto tras un ejercicio de defensa que era una declaracion de intenciones.
Con los locales desacertados en el triple al inicio (0/5 en el primer cuarto), la velocidad de Randle y el dominio de Ndoye en la pintura ponían el 17-31 con el que el cuadro hispalense amagaba con despegarse. Pero un triple de Barea despertó a Estudiantes y tras una canasta de Ndoye al contragolpe un parcial de 13-2 ajustaba de nuevo el marcador (30-33) con Ángel Delgado rebañando todos los balones que tocaban el aro. Llegó a empatar el choque 35-35 (el mejor resultado tras el 4-2 del principio), pero un 2+1 de Campbell y el acierto de Randle desde la personal (infalible en el Wizink con 7/7) le dieron aire a los verdiblancos para irse a los vestuarios pordelante en el marcador (35-40). El 1/12 en triples lastraba a los locales, mientras que los visitantes sobrevivían aun con un solo rebote ofensivo capturado.
La puesta en escena del tercer acto sería clave. Y el Betis, con Borg frenando a Barea y buscando siempre posiciones liberadas en ataque, Ndoye dando guerra a Ángel Delgado y, sobre todo, el colectivo con ganas en defensa, se instaló en la decena de puntos de ventaja viviendo cómodamente. Una extraña comodidad, porque el rival se agarraba a los triples (4/11 en este cuarto por 1/3 en tiros de dos puntos) para no irse del partido, mientras el Betis anotaba con facilidad, aun cuando Feldeine no aparecía y seguían con dos puntos al final de un tercer cuarto al que se llegó con 50-61.
Once puntos eran un botín que hubiese firmado cualquiera para encarar los 10 últimos minutos. Los verdiblancos necesitaban ganar tras el tropezón ante el UCAM y el average (80-81 en la primera vuelta) estaba en juego. Pero el Betis demostró haber olvidado por completo la derrota en el otro día, consciente de que se jugaba mucho en la capital de España ante un rival directo. Se esperaba un Estudiantes agresivo de salida, pero el Betis no se amedrentó. Al contrario. Apareció Feldeine para reclamar su cuota de protagonismo en ataque y Randle veía el aro como una piscina (16 puntos en este cuarto) y entre los dos sometieron a los Cuspinera, en los que sólo los triples de Vicedo y los rebotes de Delgado le permitían creer en la remontada mediado el periodo.
Quiso entonces volver loco el partido el Estudiantes esperando cambiar el rumbo mientras Barea y Avramovic no se encontraban cómodos en la pista. Roberson dijo adiós al duelo lesionado en un pie y sobre Vicedo y Delgado recayó todo el peso del ataque colegial. Canasta por allí, canasta por allá, poca defensa y un intercambio de golpes del que salió vencedor el Coosur Betis (32-35 en este cuarto), con Randle en plan estrella y Feldeine tirando de galones en este cuarto definitivo en el que el conjunto de Plaza dio un paso importante, que no decisivo aún, en su objetivo de agarrarse a la ACB en una recta final de temporada loca, con multitud de partidos aplazados que reflejan una clasificación con muchas interrogantes todavía. Aunque una cosa está clara. El Betis ya está con los mismos triunfos que Estudiantes, el average en el bolsillo y un partido menos. El agua sigue al cuello, pero el equipo sigue peleando por sacar la cabeza.
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