Betis - Obradoiro..., ¿el último baile de Evans?

Betis Baloncsto

El conjunto sevillano recibe a un rival que apura sus opciones de Copa con el reto de ganar y salir de la zona baja

El acuerdo con el Valencia para el traspaso del base está próximo y será duda hasta última hora su concurso

Shannon Evans saluda a un aficionado en un partido en San Pablo.
Shannon Evans saluda a un aficionado en un partido en San Pablo. / Acb Photo
Pablo Salvago

14 de enero 2023 - 20:40

Sevilla/¿Está Shannon Evans ante su último baile de verdiblanco? ¿Disputará el partido el base norteamericano para ofrecer su último servicio al Betis Baloncesto? Hasta horas antes de la cita (12:30) contra el Obradoiro no se sabrá. El jugador quiere. Su compromiso con el club es indiscutible, está fuera d toda duda, pero su posible traspaso al Valencia Básket puede condicionarlo todo. O no. A saber... El miércoles por la noche el cuadro taronja comunicó a la entidad heliopolitana su interés en el máximo anotador de la Liga Endesa, el segundo más valorado y el que más minutos juega. Desde el jueves andan negociando las partes con las cartas sobre la mesa: el jugador considera que es una gran oportunidad personal, el Betis quiere hacer caja y el Valencia, pagar pero sin perder la cabeza.

Lo lógico es pensar que el acuerdo a tres llegará más pronto que tarde, pero más allá de ello lo importante para Luis Casimiro es saber si podrá contar en esta jornada con su jugador franquicia y, después, que su recambio llegue lo antes posible y no se repita que tenga que estar más de un mes esperando el sustituto de Rodions Kurucs para poder jugar con un ala-pívot y no tener que hacer experimentos.

De momento, seguirá con ellos. Con Pablo Almazán y Tsalmpouris jugando en el cuatro ante la falta de efectivos, una vez que Luke Fischer podrá apoyar a Gerun, el jugador que más rebotes en ataque captura de la Liga, en la pintura. Ha llegado un pívot para rearmar la plantilla y por venir están Tyson Pérez y Jean Montero, con quien se ultima el acuerdo para que sea el recambio de Jeremiah Hill.

Llega a San Pablo un Obradoiro que, como su rival, tiene problemas en el juego interior. La lesión del que era uno de sus puntales hasta ahora como Dragan Bender. Sin él la zona será cosa de Rubén Guerrero y la ayuda del joven lituano Marek Blazevic, de 21 años. Sin embargo, el peligro del siempre bien trabajado Obradoiro de Moncho Fernández está por fuera. Su línea de perímetro marca el ritmo en ataque del equipo y pararla será el mayor reto bético. Los hermanos Scrubb, Thomas y Phil, son la amenaza junto a Robertson, de vuelta a Santiago tras su breve paso al inicio de la campaña por el Pallacanestro Reggiana. Bertans y Cvetkovic tendrán trabajo, así como BJ Johnson, que debería alternar menos en el cuatro, donde en los visitantes Vicedo echará una mano.

Pero Evans, que está en cerca de 32 minutos de promedio esta campaña, no podrá sólo pensar en atacar, ya que, de jugar, deberá elevar la intensidad defensiva ante el italiano Fernando Zurbriggen, que marca el paso del Obradoiro mientras Leo Westermann recupera su nivel tras la lesión.

El partido se las trae para un Betis Baloncesto que necesita volver a mostrar el carácter competitivo que ofreció ante el Gran Canaria y del que se olvidó en el Palau Blaugrana. Lo normal, por otra parte. Pero ante el Obradoiro, que apura sus opciones de luchar por un puesto en la Copa del Rey, se juega mucho en su eterna lucha por la permanencia a dos jornadas del final de la primera vuelta. Es por ello que el técnico verdiblanco recalcó la importancia de la lucha por el rebote, una situación sobre el papel favorable para el conjunto bético, que tendrá que estar ágil de piernas para impedir que el rival encuentre a sus lanzadores en posiciones liberadas.

Sea como fuere, el encuentro estará marcado por la presencia o no de Evans. "El Betis no es sólo Evans", avisó Moncho Fernández, que confiará en la experiencia de Westermann, acostumbrado a la exigencia de la Euroliga pese a estar lejos de su mejor nivel, para frenarlo. Pero el Betis sí es Evans en ataque. Al menos si dispone de él. Es cierto que en Vitoria casi se lleva el partido ante el Baskonia en la prórroga sin el base. Otros dieron el paso adelante, pero si Evans está en la pista se juega a lo que él quiere. Para él es la pelota, para que haga y deshaga a su gusto. Así se montó el equipo, a su alrededor esperando que otros se sumaran, pero apenas han aparecido los Bertans, BJ Johnson o los pívots. Si es el último baile de Evans, que sea el mejor.

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