Una bonita carta de presentación (95-88)
Coosur Real Betis-Joventut | Crónica
El conjunto verdiblanco se impone al Joventut en el estreno en casa en su vuelta a la Liga Endesa
Unos buenos minutos en defensa le dieron una renta con la que pudo sobrevivir al festival triplista de Prepelic
Sevilla/Supo sufrir el Coosur Real Betis, aguantar el chaparrón en forma de lluvia de triples de Prepelic (7/13) y dar el acelerón en el momento justo para imponerse al Joventut (95-88) y sumar el primer triunfo en su vuelta a la Liga Endesa, una victoria de equipo sustentada en el trabajo interior de Whittington, que no acaba de entender que suma más cuando se pega por dentro que cuando se sale a tirar desde el perímetro, la buena dirección de Oliver, de la que tomaron buena cuenta los jóvenes Dimitrijevic y Zagars, y los puntos de Sipahi y Slaughter.
Es la segunda jornada y se nota que todavía tiene Curro Segura mucho trabajo por delante. La defensa sigue sin ser lo sólida y consistente que debiera, pero le dio al Betis para imponerse a una imberbe Penya que no tuvo nada más a lo que agarrarse que a las canastas de Prepelic (35 puntos) y no fue suficiente. Y es que el esloveno casi le da solo la vuelta a un -16 (82-66) a base de triples.
Supo responder el conjunto sevillano al principio, pero se puso nervioso el equipo cuando el marcador se ajustó hasta el 91-85. Lo que eran ataques corales, moviendo la pelota, pasaron a ser acciones individuales que no llegaban a ningún lado y un 2+1 de Kanter llegó a colocar el 93-88 a 1.46 de la conclusión del choque. Pero si los nervios entraron en los locales también acechó a los visitantes. La opción de Prepelic, demasiado evidentemente ya tras sumar los 14 puntos seguidos de los verdinegros desde el 83-71 al 91-85, se apagó. Y sin Prepelic se apagó también el Joventut, que acabó entregando el choque.
Si la defensa es, de momento, el debe, se confirma lo que se esperaba en el otro aro: el Coosur tiene puntos. Muchos puntos. Alcanzó y superó (en tres cuartos) los 20 puntos y lo mejor es que nunca lo hizo con la dependencia de un solo jugador. Lo hizo incluso con apenas cuatro puntos de Rivers, el teórico referente, que se estrenó entrado el segundo acto con un triple. Para eso están los A.J. Slaughter, Whittington y Sipahi, que sabe aprovechar su físico para, desde la posición de base, sacar ventajas. Lo hizo con un veterano como Zizis y dos jóvenes como Dimitrijevic y Zagars, que tienen talento, pero les falta todavía para competir en la ACB de tú a tú.
Aun así el Joventut, que dio la cara ante el Real Madrid el viernes, no dio su brazo a torcer con facilidad. Si Prepelic apareció al final para meterle el miedo en el cuerpo a la afición hispalense, lo hizo también al principio del encuentro liderando a los suyos con 13 de los 23 puntos del cuadro catalán al final del primer cuarto (23-23).
Los dos equipos jugaban con miedo y con la mochila ya de la primera derrota en la jornada inicial. Es pronto aún, pero verse con un 0-2 y, en el caso de los béticos, con una próxima salida a Valencia agarrotaba a más de uno. Está notando Obi el cambio de la LEB Oro a la ACB e Izundu, bien en la intimidación defensiva, el rebote y en la finalización bajo el aro, acusa la adaptación a un baloncesto distinto en el que sacar los brazos más de la cuenta penaliza mucho a cualquier novato.
La igualdad se mantuvo en el segundo acto, con alternancias en el marcador y muchos errores. Lo pasaban peor los de Carles Duran, que con casi seis minutos por delante ya estaban en bonus mientras los de Curro Segura no habían cometido ninguna falta. Pudo dar un pequeño tirón el Betis y con 43-39 tuvo un claro contragolpe que frenó Sipahi. El base turco se complicó la vida para fallar el tiro y Ventura, ante la mirada de Malmanis, anotó un triple para que después Omic, aprovechando esas manos que sacó a bailar Izundu, mandara a los equipos a los vestuarios con la Penya por delante (43-44).
Parecía que el guión no cambiaría y Prepelic colocó a los suyos a tiro de canasta (53-51). Pero entonces apareció el mejor Betis. Intenso atrás y efectivo en el aro contrario. Con un gran Oliver al mando, anotando por dentro y desde el triple, robando balones, provocando una antideportiva –saldada la posesión con un 2+1 de Whittington–, el Coosur se vio con un 65-51 tranquilizador con un parcial de 12-0. Le bastó unos minutos de buena defensa para abrir brecha.
Todo fue más fácil a partir de ahí, porque el encuentro entró en una fase de intercambios de golpe que los verdiblancos no rehusaron. Mientras anotara les venía bien. Así incluso llegaron a elevar la renta hasta los 16 puntos (82-66), pero Zagars, desde más allá de la línea de los 6,75 metros, abrió la veda. Llegó el momento Prepelic. Tres triples seguidos del escolta, algunos bastante lejanos y bien defendidos, y un regalo de tres tiros libres colocaron el 90-83 y la sensación en San Pablo de que nadie paraba al esloveno.
Entraron las dudas en los verdiblancos, que no sacaron provecho con esa precipitación de otra falta antideportiva de Kanter. Pero Prepelic, por fortuna, no es infalible y con un lanzamiento al aro se apagó del todo y con él la Penya. El Coosur Betis se estrenó en casa, por donde pasa lograr su objetivo, ganando. Una bonita carta de presentación en su vuelta a la Liga Endesa.
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