Betis Baloncesto - Hestia Menorca: Si queda orgullo es el momento
Betis Baloncesto
El pívot Ismael Romero es apartado del equipo por su bajo rendimiento antes del crucial partido del colista frente al Hestia Menorca
El conjunto verdiblanco afronta dos partidos seguidos en casa para cambiar la dinámica perdedora y recuperar confianza
Sevilla/Dice el refranero español que a perro flaco todo son pulgas y este Betis Baloncesto es hoy por hoy como ese cánido delgaducho, con mala pinta que parece que en cualquier momento estira la pata, aunque no para de luchar por cambiar su destino. Así es el conjunto verdiblanco, que acaba de quitarse a una de esas pulgas de encima, porque en el partido contra el Hestia Menorca de esta noche en San Pablo (20:00) no estará Ismael Romero, apartado por el club por su bajo rendimiento.
Se juega la vida el equipo hispalense esta semana. Colista destacado de la LEB Oro, pese a que todos los entrenadores rivales tiran del manido discurso del "ya saldrá de ahí porque es equipo de play off", el Betis recibe en esta doble jornada semanal primero al conjunto balear, que apenas suma un triunfo más que el cuadro sevillano, y el domingo (12:30) al CB Oviedo, dos partidos que debe afrontar a vida o muerte para abandonar las posiciones de abajo, tomar un respiro en la clasificación y cargarse de confianza a base de victorias que le hagan creerse que no es tan malo.
Después de que se le escapara los encuentros ante el Tizona Burgos y el Ourense en sendos finales ajustados, el equipo no dio la cara en Lérida. Todo lo contrario, dio una sensación de dejadez y apatía que debe suponer un antes y un después. Y la primera decisión está tomada apartando a Ismael Romero, que abandonará el club más pronto que tarde. El que llegó con la vitola de jugador franquicia se marchará por la puerta de atrás. Y no sólo porque en el último partido Krutwig (máximo reboteador ya de la competición), cortado por el Betis por compartir puesto y ficha extracomunitaria con él ante la necesidad de firmar un base, le diera una lección de cómo jugar en equipo. Se lo comió en la zona ante la dejadez de un Romero que ya sabía que su continuidad estaba en entredicho. Lejos de sacar orgullo, se dejó ir más todavía y colmó el vaso de la paciencia, lleno ya por una actitud que no casaba con los valores de la entidad siendo, además, el mejor pagado de la plantilla. Para colmo, su 14/44 en tiros libres (38,6%) es una estadística que habla por sí sola y que ha costado alguna derrota, por lo que poco perderá Bruno Savignani más allá de una pizca más en la rotación de la plantilla.
Berzins, que no jugó frente al Lleida por unas molestias, forzará y Doménech lo acompañará en la pintura, con Kuksiks, con Hanzlik o Dedovic dándole el relevo al letón como ala-pívots improvisados, en lo que el club vuelve al mercado para fichar a otro pívot. Vuelta a empezar.
No será la única baja de Savignani, que después de tres encuentros al frente sigue sin darle un sello, el que sea, a un equipo que ni es duro en defensa ni fluido en ataque. Y ahora lo será menos sin una referencia interior otra vez. A Almazán aún le queda bastante para volver y Pacheco todavía no está recuperado.
Con esta situación toca esperar lo de siempre. Que los exteriores funcionen y ajusten la mirilla para mantenerse en el partido desde el triple. Eso y defender duro ante uno de los peores ataques de la liga (66,1 puntos de media). Bien es cierto que viene de competir con el líder San Pablo Burgos y perder por 82-90, pero antes se quedó en 56 puntos ante el Estudiantes, en 50 contra Ourense y le ganó al Leyma Coruña anotando apenas 56 puntos. El conjunto de Javi Zamora mantiene el bloque que ha conseguido el ascenso sumándole ex ACB como Hannah, su máximo anotador y siempre acertado en el triple, en la dirección y Arteaga en el puesto de pívot, por lo que las ayudas deberán llegar cuando el Betis tenga menos centímetros en la pista. Omar Lo destaca por su capacidad reboteadora. Tamayo, Pol Molins y Stoilov son las otras piezas importantes en ataque.
El Betis necesita imponer un ritmo alto de juego con el que el Menorca se sienta incómodo y tirar de su (sobre el papel) mayor capacidad anotadora, especialmente cuando haya que tirar de rotaciones y de una alta intensidad en defensa. Si le queda algo de orgullo a la plantilla, siendo colista destacado, es el momento y el rival para sacarla.
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