Si esto no es una final se le parece
Coosur Betis-Andorra | La previa
El Betis recibe, necesitado de un triunfo, a un Andorra irregular que persigue el octavo puesto de la ACB
Sevilla/No le gusta a Joan Plaza hablar de finales. No quiere meterle más presión a sus jugadores de la que ya tienen por verse de nuevo en los puestos de descenso, pero el Coosur Betis se la juega ante el Morabanc Andorra en un partido que si no quieren catalogarlo como final se puede tirar de sinónimos aprovechando la amplitud del vocabulario español, que no es poco. Y es que si no es una final, se le parece.
Había muchas esperanzas en la entidad verdiblanca en la trilogía iniciada con la visita a San Pablo del Zaragoza, después con el viaje a Bilbao y este choque con el cuadro andorrano. Los dos primeros duelos salieron cruz. En ambos con marcadores ajustados, ambos en finales mal jugados cuando los referentes béticos en vez de tirar del equipo tiraron las opciones del equipo con pérdidas, malas elecciones de lanzamientos y decisiones equivocadas cuando los partidos se decidían. De estas tres citas había que ganar dos, como poco, y ahora al menos hay que sacar una como sea. El último antes de afrontar una complicada serie en la que sumar será más complicado al recibir al Real Madrid, visitar el Olímpico de Badalona y medirse en casa con el Lenovo Tenerife.
Por ello el choque contra el Andorra es decisivo, llegados a este punto, y puede marcar lo que queda de temporada para un Betis "con el agua al cuello", según Joan Plaza, en el que los hombres importantes deben aparecer cuando el encuentro esté en el alambre, más allá de hacerlo en un cuarto o cuando toca remar contracorriente cuando el rival abre una peligrosa brecha, algo que por el contrario le cuesta consolidar al cuadro sevillano, como pasó en Miribilla cuando tuvo la oportunidad con ventajas de hasta siete puntos.
No será fácil romper una dinámica negativa y para ello el Betis debe estar al máximo nivel los 40 minutos. Sin altibajos. Sin lagunas. Sin miedos ni presiones de una vez, ya que los jugadores no están haciendo nada que no hayan hecho toda su vida: jugar al baloncesto.
Eso sí, el Andorra no lo pondrá fácil, pese a que no gana a domicilio en la Liga Endesa desde que lo hiciera en noviembre en Las Palmas ante el Gran Canaria. Y aun así pelea por meterse entre los ocho primeros, una vez superado el brote de coronavirus que obligó al conjunto de Ibón Navarro a aplazar partidos y después a recuperarlos con la plantilla todavía restableciéndose de los efectos de la enfermedad. El miércoles, por ejemplo, visitará al Fuenlabrada en un duelo aplazado en su día.
El plantel bético deberá igualar el nivel atlético y el físico del cuadro andorrano, que destaca por ese músculo que ponen por dentro Bandja Sy, Malik Dime o un ex bético como Tunde, sobre el que aún muchos se preguntan por qué no siguió de verdiblanco tras el ascenso. Jordan deberá dar un paso adelante en el cuerpo a cuerpo y Ndoye hacer su trabajo sin cargarse de faltas. Pero no sólo del físico vive un Andorra que se mueve al son de Hannah en la dirección y los puntos de Senglin, Jelinek y Paulí. Tiene recursos el conjunto del principado, el quinto mejor en rebotes de la ACB, por lo que mandar en la pintura y dominar la lucha bajo el aro será una de las claves del encuentro.
Pero no la única, ya que lo hizo el Betis en Bilbao y acabó cediendo, pese a mejorar su porcentaje en el triple. Deben los de Plaza ser más prácticos y reducir el número de pérdidas, especialmente cuando andan por delante en el marcador con la oportunidad de lograr una pequeña brecha. Con un acierto normal desde la línea del triple, el cuadro hispalense necesita reforzar el trabajo en defensa para no tener que irse siempre a los 85 puntos.
Sólo al Unicaja lo dejó por debajo de esa cifra en los últimos siete partidos y sólo frente a los costasoleños ganó el Betis. No está en los partidos el equipo sevillano por rebajar la anotación del rival, sino por su capacidad para mantener el pulso e intercambios de golpes..., al menos hasta que llegan los minutos decisivos, cuando el balón quema y la mente se nubla. No es una final, pero el partido contra el Andorra se le parece para un Betis necesitado de un triunfo para coger aire cuando el agua está ya al cuello.
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