El bautizo y los 'hache'

El derbi sevillano · minuto cero

Emery insiste en controlar la excitación en su estreno y pide fútbol junto a la testiculina. "Nos quedamos aquí para palpar lo que la afición siente", dice.

Unai Emery se dirige a Negredo en una sesión de trabajo durante la semana.
Unai Emery se dirige a Negredo en una sesión de trabajo durante la semana.
Jesús Alba / Sevilla

12 de abril 2013 - 05:02

Para un sevillista de cuna no es un partido cualquiera, pero para Unai Emery también es una noche especial. El entrenador de Fuenterrabía se estrena en un derbi, un bautizo que el protagonista tiene ganas de vivir por primera vez, pero para el que no es ajeno.

"Es un partido con esa dimensión exageradamente positiva que hace más grande el fútbol, nos une más los sentimientos con la gente y con la profesión en sí. Nosotros jugamos un partido dentro del terreno de juego y fuera la afición juega su partido", explica el preparador del equipo nervionense, que asume que el Betis parte con una ligera ventaja en el reparto de los favoritismos: "Hay una frase del presidente que dice que el Betis está haciendo mejor temporada que el Sevilla. Juegan en su estadio con su gente, se sienten fuertes y es posible que eso les dé un toque de favorito. Pero hay que darle la vuelta a eso. Vamos con pocos argumentos, un partido de 15 fuera no lo es, pero vamos con confianza y con el convencimiento de que si algo hemos hecho mal, algo tendremos que hacer mejor".

Emery explicó por qué, mientras el Betis está en Montecastillo, decidió no concentrar al equipo: "Hemos decidido estar en Sevilla esta semana para palpar lo que la afición siente y recoger lo que ellos desean del partido, sabiendo que hay que sujetar bien la mente para que la excitación sea alta, pero positiva. El partido de ida ya pasó. No lo viví, estaba a 4.000 kilómetros, pero esos tres puntos que se ganaron no han hecho que estemos por delante de ellos. Si algo tiene el fútbol es que lo de ayer casi no vale", subrayó, entrando también a valorar la curiosa imagen que protagonizó Rakitic casándose el miércoles. "Es algo que tenía que hacer. Pasó por vicaría, en este caso por el alcalde, pero tenía permiso y no le viene mal descansar. Ha jugado muchos partidos, pero él descansó y ya sabe que tendrá tiempo de celebrarlo", matizó.

El técnico volvió a repetir su teoría de la sobreexcitación, que quiso controlar sin éxito en la semifinal de Copa: "¿Qué es mejor, estar muy excitado o poco excitado? Es mejor que esa excitación no te haga perder el control. Con el Atlético tuvimos una excitación alta y positiva que con los dos goles en contra pasó a una pérdida de control. Tenemos que trabajar para jugar un partido en el que el corazón es importante, pero en el que el que va a ganar es el fútbol. Tenemos que poner fútbol por detrás de los hache", dijo en su particular forma de referirse a la testiculina. El técnico también se refirió al calendario de Betis y Sevilla y aclaró que jugar al final de Liga con los grandes es mejor, "pues la Liga está decidida y están centrados en la Champions", hablando hasta de una competición hasta cierto punto "desvirtuada".

Por último, se refirió a Negredo (los rumores) y Jesús Navas. "Negredo está en un tramo de competición en el que está aportando mucho. Lo veo muy centrado en los objetivos colectivos e individuales. Y Jesús quiere jugar siempre. Lo pones tres días seguidos y juega. Estaba aburrido el fin de semana. Lo veías por los pasillos... Lo mejor es que sin él el equipo ganó; es bueno para la autoestima".

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