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Una ayuda necesaria

Rubén Castro realiza el primer entrenamiento de la semana con el grupo y Mel empieza a aclarar su once del derbi. Cuatro rivales directos esperan antes del fin de la primera vuelta.

Rubén Castro realiza un ejercicio del entrenamiento de ayer con Pepe Mel justo a su lado.
Samuel Silva / Sevilla

13 de noviembre 2013 - 05:02

Poco más de un mes después de pasar por el quirófano para solucionar sus problemas en los isquiotibiales, Rubén Castro se puso a las órdenes de Pepe Mel y completó el primer entrenamiento de la semana junto con el resto de compañeros. Era la noticia más esperada para un Betis que, justo después de este parón liguero, afrontará el derbi como primera piedra en un camino que debe enmendar en la recta final de la primera vuelta si quiere abandonar cuanto antes ese farolillo rojo de la clasificación que ha encendido la luz de alarma.

La sesión fue suave, pero al delantero canario ya se le vio golpeando el balón sin problemas, una primera señal positiva dentro de esa progresiva incorporación al trabajo que le espera para estos días. Con trabajo extra el pasado fin de semana incluido, Rubén Castro ya aumentó en la última semana las cargas de trabajo y ahora la intención tanto del cuerpo médico como de los técnicos pasa por comprobar que no recae de sus molestias ejercitándose con el grupo. De hecho, Mel ya tiene en su cabeza el once que dispondrá en el derbi, aunque siempre con los matices que podría suponer un contratiempo que surgiera en estos doce días que aún faltan para que llegue la cita en Nervión. Tras el gafe que persigue a la plantilla verdiblanca en las últimas semanas, con la acumulación de jugadores en la enfermería, el técnico prefiere ser cauto, a la vez que comprueba que tanto Rubén Castro como Amaya o Paulao están plenamente recuperados de sus lesiones.

Y es que la ayuda de éstos no sólo será decisiva de cara al derbi, por más que sea un encuentro especial para la afición. De aquí al final de la primera vuelta, que se consumará a mediados de enero, el equipo verdiblanco debe medirse a cuatro rivales directos en su pugna por salir de la zona de descenso, además de disputar los dos últimos partidos de la fase de grupos de la Liga Europa y la primera ronda de la Copa del Rey.

Tras el encuentro en el Sánchez-Pizjuán, el Betis viajará a Lyon para medirse al Olympique y tres días después recibe al Rayo Vallecano en Heliópolis, el primero de los tres rivales directos que lo visitarán antes de cerrar el primer tramo de la temporada. Una semana más tarde, y como novedad en fin de semana, se disputa la ida de la Copa del Rey, para luego cerrar el año recibiendo al Rijeka, viajando a Anoeta y de nuevo ejerciendo de local en el encuentro de vuelta de Copa ante el Lleida y el último duelo de 2013 ante el Almería. Para comenzar el nuevo año, el Betis viajará a Valladolid y acabará la primera vuelta recibiendo a Osasuna, en otros dos encuentros ante rivales que tienen la permanencia como objetivo.

Con nueve puntos en 13 jornadas, el cuadro verdiblanco ocupa zona de descenso, por lo que para comenzar la escalada se le hace necesario comenzar a ganar partidos cuanto antes y más si cabe si cuatro de los seis enfrentamientos que le faltan para acabar la primera vuelta corresponden a rivales directos, en los que la presencia del recuperado Rubén Castro se antoja decisiva.

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