Un atrevimiento controlado

El rival

Luis Enrique dirige una orquesta que busca no desafinar en su misión por equilibrar el riesgo con la cautela. Charles, en la estela de Iago Aspas.

Luis Enrique da indicaciones a sus jugadores durante el choque liguero del Celta ante el Espanyol.
Luis Enrique da indicaciones a sus jugadores durante el choque liguero del Celta ante el Espanyol.
Daniel Lagos Sevilla

25 de agosto 2013 - 05:02

El Celta ha mantenido algunas de sus virtudes del pasado curso y ha tratado de solventar las deficiencias que casi motivaron a un descenso salvado a última hora gracias al buen hacer de la plantilla y al desastre adversario.

Aterriza en el banquillo Luis Enrique y con él la firme intención de encontrar una fórmula valiente para brillar en Primera con las premisas del atrevimiento y el juego ofensivo. No han sido muchos los refuerzos para arreglar desperfectos, pero el Celta afronta el inicio de campaña a sabiendas que la confianza en sus ideas es total y los resultados no deberían variar las intenciones de Luis Enrique, firme admirador de la pizarra de Pep Guardiola.

Rafinha, Nolito y Charles han reforzado un ataque que perdió a Iago Aspas y que debe ser clave a la hora de contrarrestar la incapacidad por tener una seguridad fiable en la defensa.

SIN BALÓN

Sufre este Celta cuando cede la posesión. Lo hace porque sus jugadores son más proclives a hacer jugar que a destruir. El equilibrio lo marca una dupla de medios formada por Oubiña y Álex López, siendo éste más móvil pero en ningún caso guardando la posición como pivote.

La gran ventaja de este año puede llegar de la mano de una pareja defensiva que se atisba efectiva gracias a la complementariedad de Cabral y Fontàs, jugadores que deben demostrar de una vez que son poseedores del primer nivel necesario.

La llegada de Aurtenetxe para reforzar el flanco zurdo y el buen nivel de Mallo en el diestro garantizan más ataque que defensa.

CON BALÓN

Oubiña manda en el despertar de las jugadas al tiempo que el 4-2-3-1 puede convertirse en un 4-3-3 cuando el danés Krohn-Dehli aparece en la zona más atrasada para crear. Ya hizo daño ante el Espanyol y se antoja como primordial para la construcción del juego vigués. Augusto Fernández progresa por el lado derecho y gana en llegada con su buen disparo, mientras que Nolito parte con ventaja para volver a ser titular por el lado zurdo pese a no brillar.

El ex de Benfica y Granada hace daño con diagonales y uniéndose al delantero para explotar su velocidad, pero Rafinha también puede entrar en escena en esa zona para ser más creativo y menos individualista.

Orellana también compite por un sitio en tres cuartos. Como punta, Charles ha tomado el rol protagonista por delante de Mario Bermejo y David Rodríguez. El ex del Almería lo remata todo por arriba y ayuda en la asociación con los mediapuntas.

LO MEJOR

El potencial del equipo de tres cuartos en adelante posibilita que sus armas de ataque sean numerosas y capaces de desarbolar cualquier sistema defensivo.

LO PEOR

La medular no logra sostener el empuje rival cuando cede el balón y provoca un desequilibrio que afecta a una línea defensiva que sufre con espacios a su espalda en demasía.

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