Se le atraganta la liga (1-2)

El Sevilla venía con la resaca de la victoria de la Champions. Un contundente 3-0 ante un rival que, a priori, era fuerte. Luego se vio que no era tan fiero como lo pintaban. Sí es cierto que el Sevilla jugó de otra forma ante el Borussia que ante el Celta de Vigo.

El Sevilla empezó el partido lastrado por las bajas de Tremoulinas y Escudero que obligaron a Emery a emplear a Coke de lateral izquierdo y Mariano ocupando su posición en el lateral derecho.

El primer minuto de partido dejó claro lo que iba a ocurrir en toda la primera parte del encuentro. El Celta llegó dos veces a la portería de Sergio Rico. Pasaban los minutos y los extremos del Celta, Orellana y Nolito, hacían lo que querían con sus defensores. El equipo gallego volcaba su juego por las bandas sabiendo que podían hacer muchísimo daño.

En el minuto 6 de juego con la defensa del Celta apretando en el medio del campo, Gameiro recibe un pase en el que podría haberse plantado solo ante el portero. Sergi Gómez lo impidió y el árbitro le mostró la primera amarilla del partido.

Los de Vigo continuaban presionando arriba, muy arriba, mientras el Sevilla defendía con la mirada. Muy blandito el centro del campo con un Banega desaparecido y un N’Zonzi al que tampoco se le ha visto.

En el minuto 13 de partido, el centro campista Wass avisa a Rico con un tiro fuerte desde fuera del área que se va por arriba por muy poco. Al minuto, Nolito no fallaría. Entró por su banda como quiso. Buscó el perfil de su pierna derecha y entre las piernas de Mariano y Andreolli colocó el esférico en el palo diestro. Gol y los primeros nervios en el Pizjuán.

El partido transcurría en el campo del Sevilla con un Celta apretando muy arriba y un Sevilla que no quería. Reyes intentaba luchar pero veía que nadie le acompañaba. Gameiro lo intentaba pero era chocar con una pared. Misión imposible. Y más difícil aún si Nolito en el 25 decide hacer un cambio de orientación del balón para que Orellana, dentro del área, ponga el balón hacia atrás y Wass, que ya había avisado a Rico, rompiese el balón y lo metiese en la red. Minuto 25 y el Sevilla perdiendo 0-2 en su casa. Y podría haber sido peor si hubiese entrado el gol olímpico que intentó Nolito en el 29. Minuto en el que Vitolo se marchó lesionado. Krohn-Dehli lo sustituyó. El ex del Celta le dio mordiente al equipo pero uno solo contra 11 es muy complicado hacer algo.

La única jugada del Sevilla llegó al borde del descanso cuando Reyes le da un pase magistral a Banega y el argentino, dentro del área, decide rematar al muñeco. Fin de la primera parte con pitos por parte de los aficionados sevillistas.

La segunda parte fue totalmente distinta. Emery decidió dejar al director de la orquesta, que hoy sonaba muy desafinada, en la caseta. Llorente entró por Banega y la cara del Sevilla cambió.

Krohn-Dehli se puso el mono de trabajo y junto a Reyes empezaron a destacar entre el vacío rojiblanco. La actitud también la cambiaron en la caseta. Antes defendían con la mirada y ahora metían la pierna. Los jugadores salieron a ganar el partido. Adelantaron las líneas y los primeros minutos del Sevilla fueron de lo mejor que se ha visto esta temporada.

El gol sevillista llegó en el minuto 53. Mariano ponía un centro medido al segundo palo donde Llorente estaba preparado para cabecear. El 90% del gol es del centro de Mariano. El 10% restante por la colocación del delantero.

El Sevilla lo intentaba una y otra vez pero no podía. La opción más clara fue un centro-chut de Krohn-Dehli desde el lateral del área que impactó en el larguero de la portería defendida por el guardameta del Celta.

Los minutos iban pasando y las fuerzas se iban acabando. El calor que ha hecho hoy en Sevilla ha sido un factor muy importante. El partido del martes también. Ahora eran los gallegos los que tenían mejores opciones para ampliar la distancia en el marcador. Aspas tuvo una que sacó muy bien Sergio Rico. Lo mismo hizo con una falta y un tiro de Orellana.

El Sevilla se acercaba al precipicio del final y aún contaba con opciones para empatar pero las fuerzas no acompañaban. En el 90, el árbitro expulsó a Jonny por una falta a Krychowiak en el lateral del área. Amarilla, su segunda y para los vestuarios tres minutos antes de finalizar el partido.

Ya no hubo más. El Sevilla puso aproximadamente 20 minutos de buen fútbol. De ese fútbol con el que se consiguen cosas grandes. Hoy se ha solucionado el problema de que no marquen los delanteros pero ahora el problema es que Krychowiak se ha llevado 45 minutos sin meter el pie, N’Zonzi no muerde, Banega no dirige, Vitolo se ha marchado lesionado, Andreolli y Mariano con molestias. Acaba de empezar la liga, sí, pero que ya son 4 partidos los disputados y que el Sevilla tiene 2 puntos. Cuidado.

El Sevilla tiene dos caras: la bonita de la Champions y la amarga de la Liga. Si el Sevilla sigue así, en los partidos ligueros deberían de pensar ponerle el himno de la Champions en lugar del himno del Arrebato. Por si acaso.