La Asociación Deporte y Trasplante España, una provechosa vía para segundas oportunidades

Reportaje

El sevillano Juan José Fernández, sometido en 2015 a un trasplante de médula ósea con motivo de un cáncer, se erigió como mejor portero de la primera edición del Mundial de Fútbol de Trasplantados, en la que España acabó como subcampeona

Agenda Polideportiva de Sevilla para este fin de semana

El combinado nacional celebra una victoria en la primera edición del Mundial de Personas Trasplantadas.
El combinado nacional celebra una victoria en la primera edición del Mundial de Personas Trasplantadas. / M.G.

Sevilla/"Cuando estaba en lo peor, de sofá a cama y de cama a sofá, haber visto una noticia así y que somos capaces de lograr lo que hemos hecho, para mí hubiera sido lo más", confiesa con el alma Juan José Fernández, sometido en 2015 a un trasplante de médula ósea con motivo de un cáncer.

Antes llegó esa fatídica noticia para la que uno nunca podrá estar preparado. "A los 23 años me cortaron la vida", asume. Nueve cumplevidas después -una tradición anual que ha adquirido peso en su familia a medida que aquel 15 de junio se hace más lejano- cuenta que le sirvió para apreciar todo, "desde lo más bajo".

El pasado mes de septiembre, el sevillano y el resto de la expedición de la selección española de trasplantados (12 de 20 integrantes son andaluces) que viajó hasta Cervia (Italia) para la disputa de la primera edición de la Copa Mundial de Fútbol de Trasplantados F7 se consagró como subcampeón tras caer en la final ante Chile (5-1).

Los sudamericanos tendrán el privilegio de defender el título dentro de dos años en una sede todavía por definir, aunque España, como líder mundial en trasplante de órganos durante más de 30 años, bien merece acoger este torneo lleno de vitalidad en el que nuestro protagonista acabó como mejor portero del campeonato.

Juan José Fernández, en la portería atento a una jugada de la final ante Chile.
Juan José Fernández, en la portería atento a una jugada de la final ante Chile. / M.G.

La costa italiana abrió las puertas al sueño

La localidad costera de Cervia (Italia) fue durante una semana la sede de la primera edición de este torneo interplanetario de segundas oportunidades organizado por la World Trasplant Games Fundation. Un sonoro altavoz capaz de canalizar la ilusión de atletas internamente renovados de hasta once selecciones nacionales (Chile, España, Inglaterra, Francia, Italia, República de Irlanda, Australia, Gales, Estados Unidos, Irlanda del Norte y Rumanía) con deseos -cumplidos- de volver a sentirse protagonistas sobre el césped.

El torneo sirvió para demostrar al mundo que la vida después de un trasplante no tiene límites, o al menos que estos son muchos de los que uno puede llegar a creer tras una noticia tan complicada de digerir. "Ojalá los médicos tuvieran más miramiento por nosotros en cuanto a facilidades para hacer deportes. Si ellos abrieran el camino y dieran visibilidad...", sugiere Juan José Fernández, quien afirma que "el deporte a día de hoy es una de sus motivaciones".

En Alemania, por ejemplo directamente no lo permiten, pues los deportes de contacto echan para atrás a los galenos. No al jubilado Doctor Pérez Bernal, antes coordinador de trasplantes de toda Andalucía y fiel defensor, dentro de una meticulosa supervisión, del lema trasplante más vida, igual a deporte. "En Sevilla es el hombre que más mueve, una eminencia. Es él quien nos llama a los distintos actos para intervenciones", mencionando otro de sus quehaceres de su vida actual.

La selección española de fútbol de personas trasplantadas.
La selección española de fútbol de personas trasplantadas. / M.G.

Como es lógico, los deportistas a la hora de la práctica contaban con un reglamento adaptado a su vulnerable salud. No hay fuera de juego, el portero sólo puede sacar con las manos, no se puede tirar a la barrera en una falta, ni tampoco deslizarse por el suelo. Todo además tratanto de evitar en la medida de lo posible cualquier tipo de contacto para salvaguardar la integridad física de los participantes sin llevar así sus cuerpos al límite.

La unión forma una parte esencial de sus nuevas vidas

Para entrar en la convocatoria nacional del equipo dirigido por el técnico Vicente Elías y creado por la Asociación Deporte y Trasplante España, cuya nómina de integrantes adscritos ronda los 180-200 socios, Juan José y los alrededor de 30 miembros interesados en participar formaron parte de un proceso de selección.

Éste se decidió a través de una baremación en la que la meritocracia residía más allá del nivel deportivo, teniendo un peso destacado la participación activa en la organización de las propias convivencias, así como en la difusión de información a través de charlas en congreso, colegios, etc. "En Sevilla hicimos una y fui el encargado. Gracias a la Fundación del Sevilla FC pudimos entrenar en la ciudad deportiva (José Ramón Cisneros Palacios)", cuenta el sevillista confeso.

En nuestra comunidad autónoma existe una gran concienciación con respecto a la donación de órganos, médula ósea y sangre. Cada tres meses la mencionada asociación, y su presidenta sin ánimo de lucro y también trasplantada Noelia Ortega, tratan de impulsar una convivencia de un fin de semana. "Hacemos una arriba y una abajo, aquí en Andalucía. Aunque hay gente de Zaragoza, de Madrid, de Valencia, de Logroño...", relata Juan José Fernández, que además de ser socio de la Asociación Trasplante y Deporte España, forma parte del Club Deportivo Trasplante Andaluz, del que es secretario.

"Entré en la asociación (ADyT España) al enterarme por Internet. Cuando me dijeron que tenía cáncer en 2013 e iban a trasplantarme empecé a buscar, no había demasiada información por aquel entonces...", cuenta. La organización, sin fines de lucro, persigue el objetivo de, más allá de concienciar a la sociedad sobre la importancia de hacerse donante, transmitir un mensaje de esperanza, de que el deporte seguirá siendo un camino transitable para ellos.

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