Con diez, más arropado y profundo
granada - sevilla · informe técnico
El reajuste táctico de Míchel tras la expulsión de Diego López permite al Sevilla ordenarse de forma más eficaz en el campo, con dos líneas de cuatro y Negredo arriba · Faltó afinar para matar a la contra
Si en casa el Sevilla de Míchel suele sufrir por la manía de ubicar a Medel en solitario por delante de una defensa nada segura, a domicilio este mal puede multiplicarse. Es lo que pudo pasar ayer, cuando una desaplicación colectiva del centro del campo propició el penalti y la roja a Diego López. Pero Míchel, obligado por las circunstancias, sacrificó a Reyes, reordenó al equipo en dos líneas de cuatro, pertrechó mejor la medular y su equipo se mostró más eficaz en defensa e incluso más llegador a la contra.
El minuto 34 fue clave, pues el desafortunado penalti propició que se vieran dos Sevillas distintos. Tras el 1-0, el 4-3-3, roto en un 4-1-4-1, se va al traste. Trochowski se reubicó en la izquierda en lugar de Reyes y el equipo se mostró menos vulnerable y con más posibilidades de llegar al contragolpe. Míchel debe pulir mucho todavía el sistema a usar, que podría variar con Maduro. ¿Quizá la solución sea el 4-2-3-1?
Defensa
El nuevo esquema sigue sin convencer. Y todo parte del escaso poder destructivo del centro del campo. La jugada del penalti sobre Floro Flores ilustra esos graves desajustes. Las líneas están tan definidas y separadas que Medel se encuentra con mucho espacio a su alrededor, por delante de una pareja de centrales nada firme. Por la zona del chileno, y tras una pérdida de Trochowski con el equipo saliendo, filtra el pase Orellana a la espalda de los centrales. Si encima Fazio tiene un mal día, la consecuencia no puede ser nada más que negativa.
Míchel lo sustituyó en el descanso por Botía y la respuesta defensiva del equipo, más solidario y más ordenado en el campo con dos líneas de cuatro, mejoró en general. Medel sí estaba ahora más arropado, Jesús Navas y Trochowski taparon bien los flancos, en donde los laterales realizaron un trabajo encomiable, y los centrales sufrieron menos. Sólo al final corrió riesgo Palop en algunos balones colgados. Uno se lo comió en un córner Negredo, en otra ocasión fueron al alimón Spahic y Botía y éste no pudo tapar un postrero cabezazo de Floro Flores que dio en el larguero. Hubiera sido un injusto castigo.
Ataque
La idea de partida apenas funcionó a ráfagas. Trochowski, como interior derecho, no contribuye a la salida del balón y en el flanco izquierdo Reyes no aporta nada, ni desborda ni combina. Rakitic sólo logra darle continuidad al juego cuando mira hacia la derecha y hace cambios de orientación con largos desplazamientos. Entre las interrupciones constantes en un partido trabado y el aislamiento de Negredo, el Sevilla llega poco.
Logra empatar cuando Trochowski, desde la izquierda, hace lo que no pudo Reyes. Combinó y penetró por fuera y sacó un gran centro a pierna cambiada que Negredo convierte en gol en segunda instancia. Pero el vallecano, muy trabajador en solitario en espera de la incorporación de algún compañero, no estuvo fino en el remate. Tuvo el gol de la victoria en un saque de falta de Rakitic. A la contra, el Sevilla llegó por el costado de Jesús Navas y Cicinho, pero le faltó remate. Lo tuvo Trochowski en un contragolpe de libro de la banda diestra sevillista. Con diez, hubo poca salida, pero fue más profunda que con once.
Virtudes
El equipo funcionó como tal cuando se quedó con uno menos. Fue solidario y leyó bien el choque.
Talón de aquiles
Una vez más, el eje defensivo, no sólo los centrales, fue defectuoso.
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