Una apuesta por la cantera sevillana

Junto al voleibol, el tenis de mesa es quizás el deporte minoritario que mayor crecimiento ha tenido en los últimos tiempos en la ciudad de Sevilla. A pesar de ser un deporte muy practicado a nivel aficionado, la ciudad hacía mucho que no contaba con un equipo en las categorías de honor, pero el Club Tenis de Mesa Híspalis logró el año pasado el ascenso a la división de plata y esta temporada lucha por el ascenso a la máxima categoría.

Uno de los principales protagonistas de este logro es Juan José Mora, entrenador y tesorero del club, que aunque fue jugador siempre tuvo clara su preferencia por entrenar y enseñar el tenis de mesa a los más pequeños.

El punto de inflexión se produjo hace tres años, como el propio Juan José Mora explica: "Me hice cargo de un grupo de jugadores que se quedaron sin equipos y fundamos el club Híspalis, y poco a poco hemos ido creando un club bastante fuerte, ascendiendo División de Honor Nacional, una categoría en la que hace muchos años que no había ningún equipo sevillano".

Y, pese a no ser el objetivo, el Híspalis se ha situado en los puestos altos del grupo, teniendo claras opciones de ascenso a la máxima categoría, pero dicho ascenso necesitaría de un fuerte patrocinio, que por el momento no existe. "En los tiempos que corremos necesitaríamos un apoyo fuerte para jugar en la máxima categoría, pero de momento, a la espera de que lleguen las subvenciones, estamos haciendo aportaciones personales, aunque las subvenciones siempre son pocas y llegan tarde. Tenemos tres equipos y necesitamos unos 25.000 euros a la temporada, pero no hay patrocinio a estos niveles y lo hace más duro".

La intensidad es la palabra que define tanto los entrenamientos como los partidos de tenis de mesa. Son necesarias entre 15 y 20 horas semanales para que un jugador de tenis de mesa desarrolle todo su potencial y pocas instalaciones existen en Sevilla para practicar este deporte. "Hemos tenido problemas porque nuestra sede está en el colegio Hermanos Machado, pero hemos estado los dos primeros meses de competición sin entrenar apenas, porque no teníamos sede y los jugadores casi que tuvieron que entrenar por su cuenta. Ahora llevamos dos semanas en el Centro Deportivo Rochelambert".

Pese a todas estas dificultades, el técnico del Híspalis no piensa renunciar a la filosofía que considera la base del éxito del club: "Estamos intentando crear una estructura para que los jugadores se desarrollen en Sevilla y estemos a su servicio, no como ha ocurrido muchas veces que eran los jugadores los que estaban al servicio del club", afirma con la misma rotundidad con la que niega la opción de fichar jugadores profesionales para jugar en la élite: "Nuestra intención y es estar en lo más alto con jugadores sevillanos y educados por nosotros".