La antítesis del control

Nada es casualidad en el fútbol y el Sevilla es incapaz de mantener el control de un partido. Lo ha sido durante toda la temporada y no cabía esperar que en el último desplazamiento lo hiciese, ni siquiera con la ventaja de adelantarse en el marcador con relativamente poco tiempo por delante. Pero este Sevilla no puede administrar una ventaja porque no tiene los jugadores adecuados en los puestos clave. Con dos medios en la zona de control que son la antítesis del control, a Osasuna esta vez le bastó con presionar con agresividad la salida de balón de los blancos (uno de los puntos débiles todo el año); otro día al rival le supone coser y cantar a base de estar bien puesto en el campo y tocar (la Real); en otra con gontragolpes frente a un Sevilla incapacitado para frenar cualquiera de ellos...

Defensa

Medel y Kondogbia forman una pareja de medios centro que, en su conjunto, lastra enormemente las opciones de que el Sevilla gane y domine un partido. Muy verde el francés, empeñado en conducir, con controles muy largos que en la Segunda División francesa le hacían destacar, no está hecho para la Liga española. Apunta infinidad de virtudes que pueden convertirlo en un gran futbolista, sí, pero ahora mismo no lo es, y mucho menos sin tener un hombre a sus espaldas que le dé opciones de equivocarse. Medel ya engaña a muy pocos. Otro jugador vistoso en una zona en la que precisamente lo que se necesita es un hombre gris, cuya labor no se vea, pero que gane balones por colocación y no por carreras efectistas que lo único que hacen es desnudar su mala ubicación. Ayer, como casi siempre fuera de casa, el chileno pasaba por fases de apretar los dientes con otras de huir de los rivales que avanzaban con el balón. Todo ello, las carencias de Medel y de Kondogbia, generó, aparte de imprecisiones y un partido de ida y vuelta constante, muchos metros por delante de la defensa, suficientes para que por ahí llegaran los goles de Osasuna que remontaron el partido, un zapatazo de Puñal con quince metros sin que nadie le saliera al paso, y una falta evitable de Medel en casi la misma zona.

No es que ayer tuvieran culpa, pero todo lo termina de componer para que el Sevilla sea un equipo sin fiabilidad alguna la ausencia de centrales con seguridad, asentados, con la confianza de no jugársela en un partido y con un mínimo de 25 años. Ni Cala, ni Botía, ni Israel Puerto.

Ataque

Rakitic es siempre el faro y casi el único con amor propio para ir a buscar el balón. De él salía el poco fútbol que tenía el Sevilla en Pamplona... hasta que Cicinho salió y también ayudó al tener cierta facultad para romper líneas, como en el golazo en el que Navas y Negredo lo bordaron.

Virtudes

Ponerse por delante y no rehuir la pelea.

Talón de Aquiles

Es fácil amedrentar a un equipo joven e inexperto en su columna vertebral.

Uno por uno

Beto El primer gol puede considerarse imparable, pero un portero alto puede hacer más. El segundo se lo comió.

Coke Más perdido que otros días.

Cala Algún error, pero mantuvo el tipo rodeado de compañeros que generaban muchos fuegos.

Botía Acobardado ante la atosigante presión de Osasuna.

Fernando Navarro Por su zona no atacaron y aguantó.

Medel Da la sensación de que pone raza, pero en algunas jugadas volvía andando. E hizo una falta absurda en el 2-1.

Kondogbia Los grandes se pelean por él y el sevillismo no verá a este futbolista ni en un 20% de su plenitud. Verde.

Jesús Navas Genial el pase a Negredo en el 0-1. Sin apoyos.

Rakitic El único capaz de generar fútbol, como siempre.

Perotti Se le acabó muy pronto la gasolina.

Negredo Sangre fría en el gol y, otra vez, disfrutando más fuera del área que dentro.

Cicinho Su salida fue decisiva en ataque al romper líneas.

Israel Puerto Papeleta.

Babá Ridículo otra vez.