Alisa Ozhogina y Marina García: las sirenas de Sevilla al compás de 'Mambo' en París

Sevillanos en los Juegos

Los nadadoras del CN Sincro Sevilla forman parte del equipo nacional de natación artística; la mayor de ellas hará doblete en el Centro Acuático formando parte del dúo junto a la catalana Iris Tió

Una realidad común en la natación sincronizada: "Con 17 años llegué a aborrecerla"

Los detalles que esconden las medallas

Alisa Ozhogina y  Marina García, campeonas del Mundo 2023 en Fukuoka (Japón).
Alisa Ozhogina y Marina García, campeonas del Mundo 2023 en Fukuoka (Japón). / M.G

Sevilla/Todavía siguen en España concentradas en busca de dar los últimos brochazos a su preparación, y así lo harán hasta el 1 de agosto, bajo una rutina casi militar en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona), el saco gestacional de lo que pueda pasar en los Juegos de París a partir del 5 de agosto para las nadadoras Marina García Polo (5 de diciembre 2004, Dos Hermanas) y Alisa Ozhogina (31 de octubre 2000, Moscú) y el resto del equipo olímpico de natación artística –popularmente conocida como natación sincronizada–.

Las sirenas del Club Natación Sincro Sevilla llegan al evento más prestigioso y exclusivo del panorama deportivo con una gran expectación, copando portadas de grandes periódicos nacionales, propiciado por sus grandes resultados durante el proceso previo a los Juegos. 

El equipo nacional contempla una de sus conquistas en el Campeonato del Mundo 2024 en Doha.
El equipo nacional contempla una de sus conquistas en el Campeonato del Mundo 2024 en Doha. / M.G

El último gran éxito de la selección dirigida por la japonesa Mayuko Fujiki llegó el pasado mes de junio en el Campeonato de Europa de Belgrado, donde lograron el título continental en rutina técnica, la prueba reina de la disciplina. Unos meses antes, en febrero y en el Mundial de Doha (Catar), España fue la única selección en completar este campeonato sin penalizaciones, lo que sirvió para amarrar la medalla de plata. El año anterior habían tocado la gloria mundial por primera vez en Fukuoka (Japón) alzándose con el oro en la misma rutina, imponiéndose en la final a Italia y Estados Unidos, asegurándose la plaza olímpica.  

Desprenderse del favoritismo una obligatoriedad

A pesar de que los golosos resultados encaminen a España a estar en la lucha por las preseas en la capital vecina, nuestras protagonistas evitan la presión como algo disuasorio, por lo que prefieren quitarse ese aliciente de un plumazo y acomodarse en la indiferencia. “Sabemos lo que podemos llegar a conseguir, pero tampoco lo repetimos mucho”, cuenta Marina García, la tercera integrante más joven de las nueve (ocho titulares más una reserva) que componen un grupo en el que ya no estará la capitana y referente en Tokio, Ona Carbonell, doble medallista olímpica –una plata y un bronce– en sus tres apariciones en Juegos.

Convocatoria de natación artística

La capitana Meritxell Mas (29 años), Paula Ramírez (28), Blanca Toldeano (23), Iris Tió (21), Mertixell Ferré (17), Lilou Lluis (17), las dos sevillanas y la reserva Sara Saldaña (24). 

“Le dedicamos muchísimas horas a nuestro deporte, para nosotras lo más importante es que este trabajo se vea y que salgamos felices del ejercicio, independientemente de la medalla”, añade Alisa Ozhogina, que además de ser una de los nueve eslabones en la rutina de equipo, formará alineación en el evento de dúo con la barcelonesa Iris Tió. 

Un nuevo sistema de puntuación que puede poner la clasificación patas arriba

La excentricidad en los movimientos dentro de la piscina en este deporte puede parecer jactancioso y dejar un poco tarumba a aquellos que tendrán en el evento de los anillos su primera toma de contacto con este deporte, pero la brillantina en el pelo, las muecas exageradas o rimbombantes o los pintorescos y tuneados bañadores forman parte de la ilustración de un espectáculo en el que todo suma y en el que el nuevo reglamento puede deparar cualquier final. 

“Con respecto a Tokio 2020 la manera de puntuar por parte de los jueces ha cambiado en todo prácticamente. Hemos tenido que aprender sincro otra vez casi desde el principio”, cuenta Ozhogina que reconoce que en París veremos un “deporte súper diferente”.

En los Juegos de la pandemia se podían meter todos los movimientos que quisieras en la rutina libre, ahora además de no existir el jet lag y poder disfrutar del público, las nadadoras tienen un número concreto de giros que son los que se hacen con las piernas. “Son siete. Tienes X movimientos acrobáticos que son los que más puntúan, entonces esto ha propiciado que todo el mundo vaya a hacer esos movimientos”, apunta Marina García.  

El equipo nacional durante una de sus rutinas con Marina García y Alisa Ozhogina en el lado derecho de la imagen.
El equipo nacional durante una de sus rutinas con Marina García y Alisa Ozhogina en el lado derecho de la imagen. / M.G

Sintetizando un deporte en el que “en cada campeonato los jueces te puntúan de una manera totalmente diferente, priorizando en algunas ocasiones la dificultad y en otras no”, parece que el escudriño de los jueces calificarán la rutina más efectiva por encima de lo pintoresco. Una situación que ha generado que “la parte artística se haya perdido bastante” según Marina García, debutante en unos Juegos y por tanto segunda andaluza tras Alisa –Tokio 2020– en competir en ellos en esta disciplina. 

Si fallas, sigue

De los perales brotan peras y en la natación sincronizada lo más importante es no desincronizar. “En la sincro siempre nos han enseñado que debes seguir, ¿se te cae la pinza? Sigue. ¿Se para la música? Sigue. ¿Ves a una compañera fallar? Sigue”, explica Marina García. Minimizar el fallo, y que éste no estorbe y repercuta, es la base de cualquier rutina, cuya duración está alrededor de 4 o 5 minutos. “Es muy importante cambiar el chip muy rápido. Una vez estás haciéndolo y te equivocas, no lo arrastres al equipo”, añade su compañera. 

La sincro es arte bajo el agua, la composición de figuras, movimientos y coreografías funciona al unísono con la canción seleccionada. Ésta es el condimento que dota de sentido la obra final.

La canción escogida para la rutina de equipo es Mambo, representada en una de las grandes escenas de danza de la historia del cine. Aparece en el film musical West Side Story , cuya sinopsis trata de dos adolescentes de diferentes raíces étnicas que se enamoran apasionadamente el uno del otro en la Nueva York de los años 50.

El intérprete de la pieza musical con la que España buscará mejorar la séptima plaza lograda en Tokio 2020 es el venezolano Gustavo Dudamel.

“Es una canción que nos motiva muchísimo, es súper alegre. De hecho nos piden que la bailemos, que la sintamos y que se note por dentro que la estamos disfrutando para hacer disfrutar al público”, explica la más bisoña de la lista de cuatro deportistas nazarenos que estarán en París (la atleta Carolina Robles, el remero Jaime Canalejo y el futbolista reserva Juanlu Sánchez son los otros tres). 

Alisa: cinco ejercicios distintos

Alisa Ozhogina, al ser partícipe en el dúo junto a la barcelonesa Iris Tió, multiplicará sus esfuerzos con cinco maneras diferentes de entrar a la piscina en el Centro Acuático, recinto que estará conectado por un puente peatonal con el Stade de France.

Tienen dos canciones. Sus acrobacias estarán acompañadas por un clásico, Beat It de Michael Jackson y el dúo técnico estará acompasado por una mezcla de canciones que tiene como tema principal La Sagrada Familia de la Ciudad Condal.

Alisa Ozhogina junto a su pareja en el dúo, Iris Tió.
Alisa Ozhogina junto a su pareja en el dúo, Iris Tió. / M.G

Las innovaciones en el programa y la cuestionada figura de Dennis González

El programa en París 2024 de la tradicionalmente feminizada natación artística será testigo de dos cambios históricos: la anteriormente mencionada introducción de la rutina acrobática y la posibilidad de que los hombres compitan en este deporte por primera vez. Aunque sólo podrán hacerlo por equipos, no por dúos, donde el español Dennis González destaca habiendo logrado ser campeón de Europa en la rutina técnica de la modalidad sólo –ausente del programa olímpico en ambos géneros– y en dúo mixto libre. 

Sin embargo, a pesar de ser un excelente deportista que no ha parado de ganar medallas desde que se inició en el mundillo, un sector de la sociedad –respaldado siempre desde la comodidad sin alma de las redes sociales– ha decidido juzgarlo desde un prisma dañino.

“Los que lo critican son personas que no saben todo el trabajo que hay detrás, que solamente se fijan que es un chico haciendo deporte de chicas, que no les entra en la cabeza que eso sea normal”, dice Marina García.

Su compañera Alisa va a más en su opinión sobre este quiste en las redes sociales que nunca desaparecerá y que parece no comprender: “No tiene nada de malo en ser diferente. No entiendo que quieren conseguir con esos comentarios.” A Marina lo que más preocupa sobre este candente tema es “el futuro de los niños”.

“En el momento que un niño está comenzando en la natación artística y ve esos vídeos de Dennis con esos comentarios se le quitan todas las ganas. Es muy fácil que la gente se eche para atrás”, comenta. 

El deporte de élite no es clemente en los Juegos Olímpicos. La nadadora eslava opina que tampoco es favorable para la salud. “Ningún deporte de élite y esto no es ningún secreto es sano. El nuestro es un deporte muy exigente”, culmina reivindicativa la deportista del último año en Sevilla junto a Jesús Navas. “Fue orgullo tremendo, para mí fue como volver a ganar un oro del mundo”, añade. ¿Será el talismán una vez más el duende de Los Palacios?

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