Las advertencias de Míchel

La obligación de un entrenador, entre otras cosas, es desterrar de la cabeza del futbolista cosas que el aficionado da por seguro. Míchel está siendo inteligente en este sentido. Guiado por la coherencia, sus actuaciones y sus mensajes están logrando meter al grupo en la dinámica. En esta ocasión, la primera consigna del técnico madrileño es luchar contra la idea generalizada de que el Athletic, eufórico por su trayectoria en Europa, va a regalar los puntos.

"La idea es salir a ganar siempre, sea en San Mamés o cualquier otro sitio. Hacerlo es dar un paso al frente, porque de lo contrario daríamos tres pasos atrás y eso es algo complicado, porque es difícil volver a coger carrerilla. Errores de esa magnitud se pagan, porque hay pocas posibilidades de recuperarse. Hemos conseguido tres victorias seguidas y en los partidos que llevamos aquí tenemos una puntuación estable, pero aun así seguimos fuera de Europa. No pensemos que esto nos asegura nada, sólo que estamos más contentos y estables, porque hemos perdido mucho tiempo", recordó el máximo responsable de la plantilla sevillista, que siempre que puede se preocupa por recordar al entorno lo mal que se hicieron las cosas durante el año, circunstancia que no permite ahora un margen para el error.

"El Sevilla, con todo lo que significa, ha sufrido mucho esta temporada y estamos ahora en una situación de más estabilidad, pero hay que tener cuidado con ir más allá porque estamos alejados aún de lo que queríamos al principio y queremos continuar con esta buena sensación, aunque sin olvidar de donde venimos. Hay que ir a por los partidos desde el optimismo, y en estos momentos somos optimistas".

El Athletic es un equipo de más entidad que Racing o Granada, por citar los rivales a los que el Sevilla venció en sus últimas salidas. Míchel así lo entiende y no se fía de que esté centrado en Europa. "El Athletic es un equipo a tener en cuenta. Es cierto que tienen asegurada su plaza europea y que quieren hacer cosas importantes en las otras dos competiciones, pero creer que no están pensando en este partido es imposible. Son un equipo rebelde al que a veces no se le puede reducir porque son jóvenes y con vitalidad, pero no estoy pendiente de sus intenciones sino de las nuestras", explicó el técnico, quien se atrevió a describir a su adversario: "Son un equipo de intercambio de golpes, con una virtud que es la de ser muy activos, pero en eso también le van los errores. La mayoría de sus partidos son similares y no se rinden ante nadie, pero no han ganado en las últimas cinco jornadas. En ese sentido ellos tienen sus fallos, y además es un equipo con cuatro puntos menos que nosotros, así que algo tendremos que decir".

También aprovechó Míchel para refrendar las palabras de José María del Nido durante la semana sobre el nivel del equipo: "La continuidad y la estabilidad también es progresión. En condiciones normales, a falta de ocho jornadas deberíamos estar más arriba. Estamos recuperando ahora lo que nos había costado hacer antes. Si estuviésemos al 80 por ciento estaríamos en Europa League, y al 90 por ciento quizás en Champions, pero no es así y por eso estamos al 60 por ciento. Ése es el análisis que hay que hacer de las palabras del presidente".