El absurdo hecho derrota (2-0)

Perdonando es difícil ganar. Regalando, imposible. El Sevilla no sólo sigue sin ganar fuera de casa sino que en Anoeta perdonó de forma absoluta a una Real Sociedad blanda y sin sustancia. Después de 70 minutos muy serios en los que sólo le faltó hacer valer su superioridad, dos lamentables errores en el despeje de Krychowiak decantaron un triunfo local que puede calificarse incluso de sorprendente.

De entrada porque, a igualdad en número de ocasiones, las del Sevilla fueron muchísimo más claras. La Real no inquietaba a Sergio Rico en absoluto y tuvo que socorrer el asistente de Mateu Lahoz al equipo local con un erróneo fuera de juego de Immobile tras anticipación de N'Zonzi que permitía a ambos enfilar a Rulli sin oposición.

Total, que el Sevilla no sólo no acierta con el gol sino que le privan de ello cuando el partido apenas ha echado a andar pero las limitaciones de la Real ya se han hecho patentes. Lo único negativo es una fea lesión de Andreolli en el talón de aquiles zurdo -se le someterá a pruebas este domingo para conocer la gravedad-, aun sin Banega, vive cómodo y juega a ras de suelo con mucha más fluidez y criterio.

El balón, en una tarde perruna, parece de playa cada vez que va arriba, y ahí la Real se autolimita su salida porque el voleón no vale y la presión sevillista es focalizada y eficaz. Juega Immobile arriba y por detrás va Reyes junto a Iborra y Vitolo, ya definitivamente a la derecha. Recupera Emery a N'Zonzi y el mando es amplio aunque se pueda echar en falta el dominio absoluto que pudiera haber ejercido Banega.

No va por ahí la derrota de un Sevilla que no termina de aprovechar los desmarques de Immobile ni la fuerza aérea de Iborra. Reyes suele ser uno menos en el repliegue y en ataque no hace la pupa de Vitolo, pero que Emery siga con su carrusel de cambios en cada alineación fue el modelo del éxito del año pasado y en Anoeta el fútbol fue tremendamente injusto con el Sevilla.

Tanto que mientras Iborra, en una maniobra estupenda, deja solo a Immobile y Rulli saca un gol que se cantaba nada más empezar el segundo tiempo, un despeje infecto de Krychowiak deja solo a Agirretxe y éste fusila sin contemplaciones a Sergio Rico. Minuto 73 y un partido en el que el cero en el casillero local se pagaría baratísimo en las apuestas se convirtió en un calvario para un Sevilla que vio a Krychowiak repetir regalo, esta vez a Xabi Prieto, para claudicar de manera miserable y de forma absolutamente inopinada.

Cosas del fútbol, es de suponer, pero pasar de que la sensación de no ganar en Anoeta fuera negativa viendo lo que se veía a volver con un 2-0...