Zidane, de la ilusión al pesimismo en 70 días

El Real Madrid muestra un fútbol cada vez más discreto y el sorteo de la Liga de Campeones inquieta.

Alberto Bravo (Dpa) Madrid

15 de marzo 2016 - 07:02

"Así no vamos a ninguna parte". Dos meses después de asegurar que el equipo mejoraría con toda seguridad, la frase del francés Zinedine Zidane cayó el domingo como una losa dentro de un Real Madrid que en cuestión de apenas 70 días pasó de la ilusión al pesimismo.

Zidane fue presentado el 4 de enero como nuevo entrenador del equipo blanco en sustitución de Rafa Benítez, a quien el sueño de entrenar al Real Madrid apenas le duró siete meses. El presidente del club, Florentino Pérez, se encomendó a una leyenda para intentar enderezar el rumbo de una nave que hoy continúa a la deriva.

Así se constató el pasado domingo, cuando pese a ganar 1-2, con un tanto en el último suspiro, el Real Madrid fue dominado en el campo del modesto Las Palmas, que mereció mucho más. La segunda parte del equipo blanco fue muy mala y Zidane así lo reconoció: "Si queremos esperar algo, tenemos que jugar mejor. Así no vamos a ninguna parte. Jugando como en la segunda parte, no".

Muy atrás queda el discurso de presentación del exquisito ex futbolista, cuando manifestó: "Tenemos que mejorar y lo vamos a hacer. Hay tiempo para trabajar seguido. Cuando lo hagamos, vamos a mejorar en el campo con el balón. Seguro".

Zidane tomó en enero el mando de un equipo eliminado de la Copa del Rey por alineación indebida y, en consecuencia, con una calendario liberado para trabajar. Un solo partido a la semana le permitía afrontar una especie de pretemporada, con trabajo físico y táctico.

Pero la realidad es que el paso de los días no se tradujo en progresos evidentes de los madridistas y ahora mismo el equipo está muy lejos de lo que quieren sus aficionados. De hecho, es llamativo que el jugador que más destaca sea el guardameta Keylor Navas.

Con el equipo en regresión, Zidane incluyó en el once titular del domingo a Casemiro y Lucas Vázquez, dos jugadores muy utilizados por Benítez y rechazados por el francés en sus primeras semanas como entrenador blanco. Con la Liga "perdida", como reconoció Zidane hace días, al Madrid sólo le queda la Liga de Campeones para salvar la temporada. Y ahora el pesimismo es tal que sus hinchas observan con temor el sorteo del próximo viernes. Wolfsburgo o Benfica son todavía rivales asequibles, pero en cuartos de final lo normal es cruzarse con un equipo poderoso de Europa y eso provoca inquietud.

La exigencia de los próximos partidos alimenta el pesimismo blanco. Las dos próximas jornadas de Liga serán ante Sevilla y Barcelona, citas en las que tendrá poco que ganar y mucho que perder. Y tras el encuentro en el Camp Nou, el 2 de abril, el Real Madrid iniciará su eliminatoria de cuartos.

La temporada puede hacerse muy larga para los blancos, que se quedaron con un único objetivo mientras se ven obligados a soportar la "penitencia" de las nueve jornadas de Liga que quedan. Se lo juega todo a la peligrosa bala de la Liga de Campeones. Lo más cercano a una ruleta rusa, y más con el nivel que está mostrando el equipo.

"Para ti no existe la palabra imposible", le dijo Florentino Pérez a Zidane en su presentación. Los ecos de la frase todavía resuenan.

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