Willy Geuer, saga de campeones con acento sevillano

Baloncesto

Por mucho que saliera de la cantera del Real Madrid, el mayor de los Hernangómez, MVP del Eurobásket, se formó y creció como jugador profesional en la capital hispalense al abrigo de técnicos como Aíto García Reneses o Luis Casimiro

Willy Hernangómez celebra eltriunfo ante Francia en el Eurobásket.
Willy Hernangómez celebra eltriunfo ante Francia en el Eurobásket. / Filip Singer
Pablo Salvago

19 de septiembre 2022 - 11:16

Sevilla/"MVP, MVP" gritaban sus compañeros a Willy Hernangómez, W. Geuer según su camiseta, cuando recogía el trofeo que lo designaba como el jugador más valioso del Eurobásket que ha conquistado España. El cuarto en el palmarés. El primero sin los júniors de oro, si bien puede que de la mano de Sergio Scariolo se haya forjado una nueva dinastía que capitanea un chaval, no tan mozalbete ya, que aunque madrileño de nacimiento es sevillano de adopción y bético confeso.

Willy Hernangómez (Madrid, 27-05-1994) ya tenía en su palmarés un bronce olímpico (Río 2016), un oro Mundial (China 2019) y un oro y un bronce en torneos continentales (Francia 2015 y Turquía 2017), pero el título logrado en Berlín es suyo por derecho. Al contrario que los anteriores, el pívot ha tenido un papel protagonista, erigiéndose en muchos momentos en faro y referente del equipo campeón. Jugando los minutos importantes, ante los Shengelia, Sabonis, Valenciunas, Gobert y compañía, y no los que le dejaban los hermanos Gasol, con los que decía le encantaba "pegarse" en los entrenamientos. Es un pívot de los de antes, de pelearse bajo los tableros, sumar con seguridad desde la personal y que por el perímetro sólo pasa por equivocación.

Willy Hernangómez, durante su estancia en la NBA.
Willy Hernangómez, durante su estancia en la NBA. / M.G.

En la NBA sigue buscando su sitio. Aprovechando cada segundo del que dispone. Hay quien se pregunta por qué no vuelve a Europa para ser un cinco dominante en la Euroliga. Pero es que en la NBA sólo están los mejores y él se encuentra ahora en la cima. Europa puede esperar.

Aunque le gusta volver para refugiarse. Recordar sus orígenes y dejar de ser una estrella por unos días y reencontrarse con los suyos. En Madrid, en las costas andaluzas o en Sevilla. Si puede escaparse la visita a la Feria no falla. Es el momento de meterse salmorejo en vena, aunque desde hace tiempo lleva una dieta más estricta con la que ha echado cuerpo de pívot estadounidense. Uno siempre vuelve a donde fue feliz y en la capital hispalense Willy lo ha sido. Y mucho.

Willy pasó de jugar 22 minutos con el Real Madrid en la 2012-13 a 507 con el Cajasol de Aíto el siguiente curso

Por eso no sorprende que en su camiseta luzca el número 14 con W. Geuer. Un guiño a su madre, Margarita Geuer, más conocida en sus tiempos por Wonny Geuer. Apellido alemán (nieta del cónsul alemán en Sevilla que sobrevivió a dos guerras mundiales), pero sevillana de nacimiento, criada en El Porvenir, y sentimiento. Empezó jugando al tenis. Pero su altura y el deseo de querer jugar en equipo la llevaron al baloncesto, de la mano de un amigo de su hermana: Francisco Álvarez, el entrenador del colegio Irlandesas Bami. Más tarde se fue al Medicina Oximper, equipo de Medicina de baloncesto femenino de la Universidad de Sevilla, en el que estuvo la temporada 1976-77, única de este equipo en primera división. Y de allí pasó al Real Canoe, con el que fue campeona varias veces, al Xuncas de Lugo y el Dorna Godella.

Y con la selección marcó una época. El inicio de algo. Fue 158 veces internacional, olímpica en Barcelona 92, un quinto puestoamargo porque siempre dio la sensación de que el grupo estaba hecho para pelear por las medallas, un éxito que llegó un año mástarde con el oro en el Europeo de Perugia 1993.

Ya en Madrid, se casó con otro jugador de baloncesto, Guillermo Hernangómez, ex jugador del Real Madrid y Estudiantes. En ambas canteras se iniciaron sus hijos. Willy, en la blanca, Juancho, en la colegial. El primero debutó en ACB con el Real Madrid en la 2012-13. Minutos testimoniales sólo: 22 en total.

Pero algo se estaba cociendo en Sevilla aquel verano de 2013. Arrancaba la segunda campaña de Aíto García Reneses al frente del Cajasol y el técnico puso toda la fe en un grupo de niños capitaneados por Satoransky y Porzingis. Junto a ellos Balvin, Radicevic, Sastre, Burjanadze y una apuesta: Willy Hernangómez. "¿Aíto? Fue la razón por la que vine. Aunque suene repetitivo, es el mejor entrenador para los jóvenes. Ha sido tremendo entrenarme con él cada día este año", decía al final de la 2013-14, después de jugar 507 minutos y disputar los 37 partidos de este curso, play off incluido.

Willy Hernangómez, en su etapa en el Baloncesto Sevilla.
Willy Hernangómez, en su etapa en el Baloncesto Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

La temporada siguiente llegó la consagración. Cogió galones y fue capaz de hacerle 43 de valoración al Barcelona: 29 puntos y 13 rebotes. Fue una de las claves del renacer del entonce Baloncesto Sevilla y titular para Luis Casimiro, que le hizo entender el juego entre pívots. En Sevilla, sin duda, se forjó, se pusieron los cimientos, del jugador que es hoy.

¿Tiene la sensación de que llegó a Sevilla siendo el hijo de Wonny Geuer y se va como Willy Hernangómez? Se le preguntaba por entonces. "Siempre seré el hijo de Wonny y estoy orgulloso de ello. He intentado trabajar y demostrar que mis padres tienen su carrera y yo la mía propia. No quiero que me conozcan por ser el hijo de, sino por lo que yo hago en la pista, pero me queda mucho para igualar si quiera lo que ella hizo". Palabras del 30 de junio de 2014. Y Willy Hernangómez, W. Geuer, para el mundo ya, está en la cima del mundo del baloncesto por méritos propios.

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