El Real Madrid sigue vivo hasta el final en Liga

Bilbao/Nacho mantuvo en San Mamés el sueño liguero del Real Madrid con un gol marcado casi sin querer, que le dio la victoria a su equipo y lo mantiene en la pelea por el campeonato. Fueron tres puntos peleados, aunque merecidos, y que pudieron tener todavía más valor si el Atlético no le remonta en el tramo final a Osasuna.

El tanto hizo a su equipo un rato líder de la liga en un encuentro con polémica incluida en dos jugadas. La primera, una mano de Jon Morcillo en el área que no se castigó con penalti y la segunda la posición en la jugada del gol de Benzema, quien, estando en fuera de juego, quiso jugar el balón sin rivales alrededor.

Arrancó intenso el Athletic, pero Morcillo no supo muy bien que hacer en la ocasión que le brindó en el minuto cinco un clamoroso error de Casemiro, que le dio el balón iniciando el juego al borde del área visitante. Se recuperó el conjunto blanco y empezó a mandar el juego, aunque más en la posesión y sin llegar a concretar ocasiones claras.

La jugada que marcó la primera mitad fue una mano clara de Morcillo dentro de su área, a centro de Odriozola, en el minuto 29. La mano pareció involuntaria, pero el brazo estaba despegado del cuerpo y el balón impactó en el codo. Lo revisó el VAR y decidió que no era penalti.

No hubo nada más en una primera parte en la que el Real Madrid, aun mandando, no hizo demasiado como para lograr el triunfo que necesitaba. Mucha posesión, pero poco ritmo. Comenzó mejor la segunda mitad, con un cabezazo de Militao que se fue alto. Respondió el Athletic con un durísimo disparo de Morcillo que repelió Courtois bien colocado.

A partir de ahí dio un paso adelante el cuadro de Zinedine Zidane asediando con varios saques de esquina. En uno de ellos Casemiro remató al larguero y en otro llegó el 0-1. Un tanto marcado casi sin querer Nacho, al que le dio un centro-chut de Casemiro después de que Benzema no pudiese controlarlo.

Ese tanto y el gol de Osasuna en el Wanda le alegraron la vida al Real Madrid, al que, no obstante, le quedaba sufrir. En San Mamés con dos ocasiones del Athletic y en el Wanda con la remontada del Atlético.