Vitolo, un aviso sobre su fatiga muscular

El pinchazo que sufrió en los isquiotibiales Vitolo en Vallecas se quedó en un susto. El canario sólo sufre una sobrecarga muscular y, según el parte médico ofrecido por el club tras las pruebas que le realizaron en la mañana de ayer, su evolución dirá si viaja a Noruega o no. Parece arriesgado que lo haga, y es casi seguro que, tras el 3-0 cosechado en la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa ante el Molde, Unai Emery lo dejará descansando en Sevilla. Sí es muy probable que viaje a Barcelona el domingo para el partido de Liga.

El futbolista se mostró ayer sonriente en las redes sociales. Vitolo publicó en Twitter una foto suya durante su tratamiento para paliar la sobrecarga muscular. "Recuperándome en la cámara hiperbárica, gracias a todos por preocuparse por mí", anexaba en una nota el jugador. Todo es optimismo con él, por tanto, pero el susto en Vallecas no deja de ser un serio aviso sobre un jugador que en campañas precedentes sí ha sufrido dolencias musculares. Más aún teniendo en cuenta que es el futbolista de campo que más minutos ha jugado entre todas las competiciones salvo Kolodziejczak (2.708 frente a 2.775), y que lleva más partidos incluso que Sergio Rico, 35 del canario por 32 del sevillano, con 2.880 minutos para el meta.

Vitolo supera al resto de jugadores en partidos oficiales y minutos disputados, incluidos defensas que parecen fijos como Rami (29 partidos y 2.636 minutos), entre otras cosas porque esta temporada apenas fue baja por lesión en Turín. Acumula el mismo número de partidos, 35, que otros compañeros de ataque, pero con más minutos: Gameiro, 2.215; Krohn-Dehli, 2.141; y Konoplyanka, 1.787.

No obstante, está dando alguna muestra de fatiga en las segundas partes, precisamente cuando él suele romper los partidos por fuerza y resistencia. Por ejemplo, en Vallecas fue decisiva su actuación en la primera parte, participando en los rápidos ataques sevillistas y en la jugada del 0-2 con acierto. Pero en la segunda se le nubló la vista al menos en dos contraataques diáfanos en los que marró el último pase en una posición inmejorable para haber concluido la jugada en gol. Luego se echó la mano al muslo derecho.

En el haber de Vitolo hay que sumar que suele estar en el podio de los que hacen más kilómetros de media. Con su particular trote que aparenta pesadez, el canario no deja de correr hacia delante y hacia atrás.