El doble reto de Villa: ganar el Mundial y superar a Raúl

El delantero español David Villa acometerá desde el miércoles un doble reto: ayudar a su selección a ganar el primer Mundial de su historia y alcanzar a Raúl como el máximo goleador de la roja.

Villa acude a Sudáfrica con la cabeza "limpia" después de haber firmado su nuevo contrato con el Barcelona y completamente centrado en su nueva empresa, que no es pequeña. En este caso, su bien personal coincide con el colectivo.

El delantero será titular el miércoles ante Suiza en el debut de España en el Mundial, el comienzo de su doble reto. Y se presenta a la cita después de haber marcado 37 goles en 56 partidos con la selección, situándose a siete tantos del récord de Raúl.

Si España llega a la final, habrá disputado siete encuentros. Y si Villa es su máximo goleador, el jugador tendrá muchas opciones de alcanzar al delantero del Real Madrid.

"Sería bueno alcanzar el 'Pichichi' (trofeo de máximo goleador) porque eso indicaría que he hecho goles con la selección. Pero siempre digo lo mismo, que hay que trabajar para el equipo porque con la calidad que tenemos aquí, los goles llegan solos", afirmó el delantero español.

Para Villa, la concentración está siendo bien diferente a la que vivió hace un año durante la Copa Confederaciones. Entonces, tuvo que convivir con los rumores sobre su futuro, cosa que ahora no ocurre.

"Estoy tranquilo y el año pasado no lo estaba. Ahora voy a ser noticia por lo que pase en la concentración, no por otras cosas. Es vital para que me salgan bien las cosas", explica.

Villa se beneficia enormemente del estilo de la selección, que busca el gol a través de la posesión de la pelota, del dominio del rival, de la capacidad de sus centrocampistas para dar un último pase con total precisión.

"Tenemos un estilo mantenido desde hace años y llegamos al éxito con ese estilo. Tres años y una sola derrota", resumió.

Villa no tiene el carisma de su compañero Fernando Torres, un jugador que se trabaja casi a diario las simpatías de los hinchas. A diferencia de Villa, Torres no tiene inconveniente en pararse a firmar todos los autógrafos que le piden los niños africanos después de cada entrenamiento.

Pero lo que nadie discute a Villa es su voracidad. Trabaja como juega; es decir, buscando continuamente los palos de la portería, la zona más alejada del arquero, el lugar donde colocar la pelota para propiciar el gol. En eso es un maestro.

Además, cumple los deseos de Vicente del Bosque, el seleccionador español, pues aporta muchas cosas útiles al equipo.

"El estilo de la selección no es para un delantero que se quede fijo, sino que intercambie las posiciones, que estire el campo. Intento ayudar en la construcción. Yo me encuentro igual de cómodo en todas las posiciones", afirmó.

Villa afronta su segundo Mundial, pero esta vez posee todos los galones de mando, sintiéndose como el 9 indiscutible de la selección. Aunque lleve el 7, el número que siempre vistió Raúl.