Vietto debuta, Correa pega (1-2)

Luciano Vietto no quiso esperar para empezar a mostrar sus cualidadaes y, aun sin marcar, debutó como relevo de Gameiro horas después de que su cesión fuera oficial. Con el argentino en el campo, el Sevilla venció en el tercer y último amistoso en Alemania, una gira que cierra con tres victorias que se unen a las dos de Orlando.

Al equipo nervionense le salió un partido muy similar al inmediatamente anterior, con idéntica secuencia de goles en el marcador y la misma mejoría tras algún pequeño ajuste de piezas en el inicio de la segunda parte que dio más posesión del balón.

Sampaoli rescató para esta ocasión uno de sus esquemas preferidos, el de los tres centrales, con la variante de un 3-1-4-2 con Iborra en esa función que tan bien desempeñó Kranevitter en el anterior amistoso ante el Mainz 05. Cierto que la baja de última hora de Coke pudo trastocar de alguna manera la disposición de ese trío de centrales, acabando Mariano en una posición en la que, desde luego, no puede explotar sus virtudes (que se parecen más a lo que hizo en Basilea) y no puede impedir que afloren sus carencias, defensivas en este caso, con lo que uno de los balones que le cayó a un jugador que se movía por su zona acabó en gol.

Aunque este estilo que impone Sampaoli, como se vio después en la segunda parte, permite que los jugadores cambien de rol con las pertinentes coberturas. Así, si Mariano subía dejando de ser central para convertirse en extremo, N'Zonzi o Iborra cerraban su zona para que el esqueleto de los tres centrales no se quebrara.

Ese retoque con la salida del francés cambió la relación del Sevilla con el balón en la segunda parte, en la que, como ocurriera el jueves, una pieza más sirvió para engarzar mejor las líneas. Si ante el Mainz fue la salida de Franco Vázquez la que abrió una opción más de pase en la zona de tres cuartos, ayer N'Zonzi lo hizo unos metros más atrás, sacrificando un hombre de los dos que dispuso de inicio en ataque (Sarabia) y ofreciendo más ayuda en la salida a Iborra y a los centrales.

Como además Borja Lasso se movió con mucho aplomo por el campo recibiendo y tocando, bastante más que un Franco Vázquez que se pegó más al área y no entró tanto en juego, el equipo de Sampaoli volvió a tener esa mejoría en los minutos iniciales del segundo acto, si bien duró menos que en Maguncia.

La prueba, con especial atención a un Vietto que dejó claro que es distinto a Gameiro pero que aúna velocidad de ejecución y toma de decisiones con buena lectura, ofreció otros detalles analizables individualmente. Por ejemplo, que Iborra es casi la única opción que hay a Kranevitter y que el valenciano metió un gran pase a Vitolo en el 1-1; que Konoplyanka anda muy fresco o que los jóvenes no están dispuestos a ser figuras decorativas. Al gran partido de Borja, que no perdió ni un balón y que hizo una genialidad en el golazo de Correa, hay que sumar el fenomenal rendimiento de Diego González como hombre libre. El chiclanero, aparte de soltura con las dos piernas, tiene un concepto muy interesante de la marca. Se pega con velocidad a su par antes de que reciba y corta la jugada con falta cuando ésta así lo pide.

La prueba, tomada como referencia con las reservas que da un rival de la segunda división alemana, sirve para seguir puliendo defectos, que aún los hay, sobre todo en el plano del ajuste defensivo, y para seguir insistiendo en sacar brillo al modelo.

Ficha técnica

1 - St. Pauli: Himmelmann; Hornschuh, Ziereis, Sobiech, Buballa; Buchtmann, Avevor, Hedenstad, Kalla; Bouhaddouz y Picault. También jugaron Heerwagen, Keller, Nehrig, Dudziak, Empen, Gonther, Litka, Ducksch y Choi.

2 - Sevilla FC: Soria; Mariano, Diego, Kolo; Iborra, Mudo Vázquez, Borja Lasso, Correa; Sarabia, Vietto y Vitolo. También jugaron N'Zonzi, Churripi, Escudero, Konoplyanka y Kravevitter.

Árbitro: Patrick Ittrich (Alemania). Amonestó al local Avevor y al sevillista Borja Lasso.

Goles: 1-0, M.35: Bouhaddouz. 1-1, M.53: Vitolo. 1-2, M.69: Correa.

Incidencias: Tercer y último partido de la gira del Sevilla por Alemania disputado en el Millerntot Stadion de Hamburgo ante unos diez mil espectadores.