Verstappen, ídolo nacional y líder
Fórmula 1 | GP países bajos
El neerlandés incendia Zandvoort al imponerse con Hamilton segundo
Fernando Alonso y Carlos Sainz acabaron sexto y séptimo, respectivamente
Zandvoort/ El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) recuperó el liderato en el Mundial de F1 al ganar este domingo el Gran Premio de los Países Bajos, el decimotercero del año, en Zandvoort; donde relegó al segundo puesto al siete veces campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes), al que aventaja ahora en tres puntos.
Verstappen elevó a 17 su nómina de victorias en F1 al ganar por séptima vez este curso, convirtiéndose definitivamente en ídolo nacional ante los casi 70.000 aficionados -casi todos compatriotas suyos- que abarrotaron Zandvoort, donde el Mercedes del finés Valtteri Bottas fue tercero; y los españoles Fernando Alonso (Alpine) y Carlos Sainz (Ferrari) acabaron sexto y séptimo una carrera en la que el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), que había tomado la salida desde el pit lane, protagonizó la gran remontada para concluir octavo.
Verstappen, de 23 años, que el sábado había firmado su décima pole en categoría reina, la séptima del año, sólo le concedió a Hamilton -13 años mayor- la vuelta rápida con la que este minimizó daños con el punto extra. La joven estrella neerlandesa comanda ahora con 227 puntos y medio, tres más que el astro inglés.
Mad Max sucedió en el historial del gran premio de su país al legendario austriaco Niki Lauda, triple campeón mundial y último ganador en Zandvoort, hace 36 años. Ese día, el genio vienés firmó el vigésimo quinto y último triunfo de su espectacular carrera en F1 e igualó los tres de Jackie Stewart, que sólo supera otro mito escocés: Jim Clark, cuatro veces triunfal en el circuito neerlandés.
Verstappen arrancó sin problemas desde la pole, para mayor alegría de su afición, que llenaba la corta, estrecha y ondulada pista construida sobre las dunas del Mar del Norte. Un circuito de la vieja escuela en la que la joven estrella neerlandesa no dio opción a los dos Mercedes de Hamilton y Bottas, que salían segundo y tercero; delante de Pierre Gasly (Alpha Tauri), cuarto al final; y de los dos Ferrari del monegasco Charles Leclerc -quinto este domingo- y Sainz; que acabó cediéndole el sexto puesto a Alonso.
Una carrera en la que el doble campeón mundial asturiano, que avanzó tres puestos en una pista en la que es muy difícil adelantar, brilló desde en la salida. Fue el único de entre los diez primeros -todos con gomas blandas- que ganó posiciones: dos, de una tacada, al rebasar a su compañero Esteban Ocon y al italiano Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo) en la primera vuelta.
En una prueba en la que la gestión del neumático sería crucial, el mexicano se dio cuenta de que ese compuesto no le funcionaba y en la novena de las 72 vueltas paró para instalar el medio.
Salvo Alonso, que ascendió al séptimo, los puestos delanteros no se modificaron, en un circuito en el que se preveían pocos adelantamientos. Una pista muy exigente, también en el plano físico, que no concedía errores, en la que no se descartaba algún incidente que provocase la entrada del coche de seguridad; que, finalmente, no entró.
Se intuía que, sin mayores incidencias, la mayoría intentaría ir a una parada. Pero no fue así. Hamilton paró el primero, en la 21, puso el medio; y adelantó que él iría, como poco, a dos. Lo que provocó que en la siguiente vuelta Verstappen efectuase idéntica maniobra; y Bottas se convirtiera en líder provisional.
Hamilton paró de nuevo en la 40 -a medio- en infructuoso intento de undercut a Verstappen. Demasiado pronto, como apuntó el inglés, que encontró tráfico, antes de que Mad Max parase un giro más tarde -a duro- y regresase a pista por delante, para mayor delirio de su afición. Ambos se retarán de nuevo el próximo fin de semana en Monza, la mítica pista de la Lombardía, que albergará el Gran Premio de Italia.
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