Vender para el proyecto

Tras el traspaso de N'Diaye, los dirigentes pretenden recuperar ese aspecto del mercado para el Betis. El perfil de los fichajes favorece una posible revalorización.

El presidente, Ángel Haro, junto al director deportivo, Miguel Torrecilla.
Samuel Silva, Sevilla

11 de julio 2016 - 05:02

La renovación emprendida en el proyecto deportivo no sólo afecta a la configuración de la plantilla, sino que el Betis ha iniciado con el traspaso de Alfred N'Diaye al Villarreal un posicionamiento en ese aspecto del mercado que se tenía abandonado en los últimos tiempos la entidad heliopolitana. Tanto los dirigentes como la dirección deportiva entienden que vender jugadores forma parte de este nuevo proyecto y la pretensión es que el Betis se pudiera consolidar como uno de esos equipos que traspasan por un alto precio a alguno de sus elementos cada temporada.

"Si llegan ofertas por cualquier jugador nuestro, se analizará de forma oportuna su sustitución y podrá ser traspasado", expuso el propio director deportivo, Miguel Torrecilla, en una de sus primeras comparecencias, donde dejó claro que nadie era imprescindible para el proyecto. Así se ha cumplido con N'Diaye, un jugador que sí fue incluido en los planes iniciales de los técnicos, pero a quien se le ha obtenido un beneficio económico importante con ese traspaso cifrado en 7,5 millones de euros más pluses por objetivos.

Precisamente, la política de fichajes impuesta este verano favorece una posible revalorización de los mismos, con la idea de que el Betis pudiera poner a más jugadores en el mercado de traspasos en el futuro. Los defensas Durmisi y Aissa Mandi, con 22 y 24 años, respectivamente; los centrocampistas Felipe Gutiérrez, de 25, y Jonas Martin, con 26; el extremo Nahuel, de tan sólo 19 años; y el propio Sanabria, al que se espera como verdiblanco en las próximas horas, con 20 años recién cumplidos.

Además, salvo el francés Jonas Martin, que firmó por tres temporadas, a todos los demás se les ha diseñado contratos de larga duración, con la plena confianza de que continúen su progresión en la entidad verdiblanca, lo que repercutiría en una elevación de sus precios de mercado.

Las diferencias con respecto a la planificación de la pasada temporada son evidentes. Únicamente Pezzella o Petros, más allá de lo exhibido durante el último campeonato, respondían a ese perfil de fichajes que podrían incrementar su valor en el Betis, mientras que el resto apenas eran apuestas para el rendimiento inmediato, aunque ni ese supuesto se cumplió e incluso ahora están suponiendo un obstáculo para la nueva planificación.

Las altas fichas de jugadores como Westermann, Digard, Vargas, o Van der Vaart están impidiendo darles salida, aunque, sobre todo, preocupan los casos de los dos últimos. De hecho, tanto por el defensa alemán como por el centrocampista francés, el club verdiblanco ha recibido ofertas en las últimas horas, aunque todavía no satisfacen plenamente los deseos de los dirigentes. Eso sí, sus situaciones parecen más reconducibles que las de Vargas, que debe regresar a finales de esta semana, o Van der Vaart, quien hasta el momento no ha dado facilidades para resolver su altísimo contrato por dos años más.

Con el traspaso de N'Diaye, el Betis recupera una situación que no se repetía desde el verano de 2013 cuando vendió a Beñat al Athletic por 8,5 millones de euros más incentivos, aunque el posterior manejo de la situación deportiva acabó por disminuir el potencial deportivo. Ahora se pretende que el dinero obtenido con N'Diaye permita apuntalar la plantilla con los cinco refuerzos que todavía faltan para cumplir los planes del cuerpo técnico. Dos defensas -un lateral y un central-, un pivote -para sustituir al propio N'Diaye-, un extremo y un delantero -al margen de cerrar a Sanabria- son las peticiones del cuerpo técnico que permanecen sin cubrir.

Eso sí, los dirigentes béticos han recuperado con el traspaso de N'Diaye esa idea de vender para crecer, un ideal que se quiere continuar en las próximas temporadas e incluso acercarse a aquellas ventas históricas de la entidad verdiblanca como fueron la de Joaquín -25 millones de euros al Valencia- o Ricardo Oliveira -15 millones, más el traspaso de Vogel, al MIlan-.

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