Varsovia marca el futuro

El 27 de mayo, el Sevilla se juega mucho más que otro título para su vitrina de trofeos. Al margen de que ganar otra Liga Europa acarrearía el indudable privilegio al Sevilla de ser el único, en solitario, que posee cuatro trofeos de la competición, superando a Inter, Liverpool y Juventus, el premio con que la UEFA quiere incentivar su segundo torneo adiciona un factor nuevo: la clasificación directa para la Champions. De la consecución o no del logro, lógicamente, dependerá en gran medida la planificación del curso próximo, incluso de los venideros. Porque a nadie se escapa que la inyección económica y el escalón competitivo que supone jugar la primera competición continental obliga a realizar una inversión mayor.

Incluso la continuidad de Unai Emery puede depender de que el Sevilla sea capaz de doblegar al correoso y bien trabajado Dnipro de Myron Markevych, un equipo para el que el mero hecho de jugar la final ya es casi como un título. Al técnico de Fuenterrabía le salen novias por todos lados gracias a su nueva demostración de competitividad en el Sevilla. Y el club podría no retener al artífice de una nueva temporada memorable si no es con el premio de la Champions en el bolsillo. Si en Varsovia se da un resultado negativo, Emery, ante la tentación de grandes clubes de Europa y pese a su perfecta sintonía con la cúpula dirigente sevillista, podría alegar que necesita aventuras de mayor envergadura que jugar, otro año más, la Liga Europa. Máxime después de la experiencia de que haber logrado la máxima puntuación histórica del club de Nervión no le ha valido para garantizarse la clasificación directa para la Liga de Campeones.

La sombra del Milan y su nuevo proyecto tras varios años de frustraciones sigue persiguiendo a Emery. En Italia habló este martes al respecto Adriano Galliani, el administrador delegado del club rojinegro. "No digo nada hasta que no acabe el campeonato. Faltan doce días y el 1 de junio tomaremos las decisiones y veremos qué hacemos", dijo respecto a qué entrenador elegirá para llevar la nave. "¿Emery? Es el técnico del Sevilla", replicó escuetamente cuando se le preguntó por el entrenador vasco.

En el Sevilla lo han aparcado todo para después de Varsovia. Ni siquiera la machada de quitarle el cuarto puesto al Valencia, que pasaría por ganar en Málaga y que el Almería puntuase en la última jornada, desbrozaría este camino, amén de que la final concentra todos los esfuerzos del club.

Este martes 19 de mayo se cumplió un lustro de la Copa del Rey de 2010 que ganó Antonio Álvarez, un título que abrió el periodo de mayor inestabilidad en el banquillo sevillista del presente siglo. En la cúpula sevillista hay experiencias frustrantes muy recientes de eliminaciones precoces de la Champions y la Europa League. Igual que en agosto de 2011 el Hannover 96 eliminó al Sevilla en la ronda previa de la Liga Europa, dejando al equipo de Marcelino sin competir en el Viejo Continente, un año antes fue el Sporting de Braga el que descabalgó al Sevilla de la Champions. Y eso está en la mente de José Castro y Monchi. Sólo ganar en Varsovia garantizaría la Champions y su inyección crematística y de prestigio, con lo que ello significa a la hora de negociar renovaciones o fichajes. Además, Emery quiere un proyecto fuerte en el Sevilla para poder competir a un nivel superior.

En Nervión afrontarían de forma muy distinta la renovación de la plantilla con Champions. Los futbolistas que están en el escaparate europeo son muchos: Bacca, Vitolo, Krychowiak... hasta el nombre de Aleix Vidal ha salido en algún medio del entorno del Barcelona. Y no se pueden obviar los casos de jugadores que cumplen contrato como Mbia y Reyes. Según Muchodeporte.com, el utrerano ha rechazado una suculenta oferta del fútbol turco, muy superior a la del Sevilla, que no pasa del año más otro opcional. Y esto también pasa por Varsovia.