Vamos a centrarnos
sevilla - levante
El Sevilla, sin Krychowiak, Banega ni Vitolo, huye del ruido de la ilusión copera para recibir al colista con la oportunidad de pisar por fin zona europea.
Se comprende que el sevillismo esté ilusionado porque este equipo se transforma cuando huele plata, se comprende que el punto obtenido en el Calderón apeando al rocoso Atlético del liderato ha dado alas a la autoestima, se comprende que a horas del cierre del mercado el aficionado al que tanto le gustan las caras nuevas esté pendiente de los movimientos de Monchi, se comprende la indignación por una persecución por lo que se canta en este estadio... pero el Sevilla se está jugando mucho en la Liga como para desperdiciar una valiosa bala por no estar en lo que hay que estar.
No visita el Sánchez-Pizjuán un rival con glamour, sino el colista, pero los puntos valen igual y nadie ha dicho que vayan a ser fáciles de sumar. Detrás de cada pasito en la tabla hay mucho trabajo por parte de unos profesionales que tratan de darle seriedad a esto para que toda la afición disfrute lo máximo posible. Pero, por favor, dejen hacer...
Partiendo de esa premisa, de que la victoria requerirá niveles altos de rendimiento y concentración por mucho que el Levante esté en el peor puesto posible en la tabla y que el Sevilla sea un ciclón en su estadio, los discípulos de Emery han de emplearse con intensidad y rodeados de un ambiente que sume, no que reste o esté en otra onda. Está claro que, como bien repite el técnico cada vez que puede, todo eso dependerá de las sensaciones que el equipo desprenda hacia la grada, lo que, sin duda, a la espera de la vista del Celta en las semifinales de Copa -duelo en el que la afición no necesitará que se le pida compromiso-, será tener mucho ganado ante el Levante.
Se convierte en baja, no sólo para este partido sino que parece que para un buen trecho, un jugador con gran peso específico con una labor muy específica como es Krychowiak, mientras Banega tampoco está en la convocatoria. El polaco sufre un esguince de ligamentos de la rodilla -todo un preocupante imprevisto- y el argentino, según el parte, no aparece tampoco al persistir algunas molestias que le impidieron viajar a Miranda de Ebro, aunque en su caso se puede intuir que un descanso le puede venir bien para afrontar a tope la cita ante el Celta. O, pensando mal, que el futbolista esté empezando a poner el freno ante esa cláusula de renovación automática por partidos cumplidos. El tiempo lo dirá. Vitolo, por sanción, tampoco estará ante los granotas.
Pero antes está lo de hoy y para mantener ese ritmo que ha hecho del Sevilla un equipo fiable debe afrontar con los cinco sentidos puestos en ella la visita de un rival aunque parezca que no ha mejorado con Rubi. El Levante le puso las cosas difíciles en sus dos últimas salidas a Atlético y Celta, sobre todo a los colchoneros, y hoy no va a regalar caramelos en su paso por el Sánchez-Pizjuán.
Es, quizá, uno de esos momentos en los que la plantilla tiene que decir aquí estoy yo. Se aprieta el calendario y las cartas se caen, pero el Sevilla debe seguir... ahora más que nunca. Hoy tiene el cuadro de Emery la oportunidad de pisar zona europea por primera vez en lo que va de temporada. Bueno, en realidad lo ha podido hacer varias veces, pero no lo acabó logrando. Hoy, con un simple empate, los blancos estarían por encima del Athletic igualados a puntos pero con mejor coeficiente de goles. Ganar, evidentemente, asegura para el Sevilla la sexta plaza y podría valer la quinta si el Celta, el rival al que ahora tiene entre ceja y ceja, no suma los tres puntos en Las Palmas. Da igual los que Emery elija, da igual si los goles llegan en la primera parte para poder gestionar los esfuerzos mejor de cara al jueves o en la segunda. Lo verdaderamente importante es ganar y a partir de ahí... a soñar con lo que haga falta.
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