El parqué
Nicolás López
Sesión de pérdidas
Aunque el partido más inminente para el Sevilla lo fija el calendario para este sábado en el Camp Nou, la proyección del encuentro que se anuncia para el próximo miércoles 27 en Nervión es de tal magnitud, que todo lo está ensombreciendo ya desde la óptica del club blanquirrojo. De puertas para afuera, el mensaje institucional será tibio, mesurado y hasta políticamente correcto hasta que acabe el partido ante el líder y probable campeón de Liga. Pero en la trastienda, todos trabajan ya para que el Ramón Sánchez-Pizjuán sea una hoguera la víspera del Día de Andalucía. Se dilucidará entonces el pase a una final de Copa, y eso reclama todos los focos posibles.
El premio deportivo es incuestionable: jugar una finalísima de Copa es ya de por sí una fiesta, se gane o no, y perderla ante el Barça o el Madrid no supondría un cataclismo para los sevillistas. Pero el recorrido del partido ante el Atlético de Madrid va mucho más allá de abrir las puertas a otro título -que además podría llevar aparejado el premio añadido de una final de la Supercopa de España ante el Barcelona, allá por agosto-. La economía también jugará, y mucho, cuando el balón eche a rodar a las diez de la noche de ese miércoles 27.
A saber. Ser finalista ante Barcelona o Real Madrid equivaldrá a obtener el pase automático para disputar la próxima edición de la Liga Europa. Y aunque la segunda competición continental no depara ni de lejos los premios de la Liga de Campeones, que le digan al Sevilla si echa de menos o no los ingresos de la competición continental en la que inscribió su nombre como campeón en 2006 y 2007. Según fuentes de toda solvencia de la entidad, la clasificación para la próxima Liga Europa aseguraría unos ingresos de "entre 4 y 7 millones de euros siempre que pase de la fase previa". La horquilla va en función de los puntos que coseche en esa liguilla que va de septiembre a diciembre. Eso, previendo que el equipo no accede a las siguientes eliminatorias: dieciseisavos, octavos, cuartos, semifinales y la gran final. Mientras pase cruces, más dinero.
Aparte de los ingresos directos por participar en el torneo continental, el Sevilla también ha hecho sus previsiones acerca del beneficio indirecto que reportaría. Por ejemplo, en el capítulo de los abonos. Ahí, la franja iría desde los 3 a los 5 millones de euros. El Sevilla supera los 30.000 socios hoy, pero el rango de equipo europeo elevaría en varios miles el número de abonos, sean más caros o no.
Finalmente, en el Sevilla tienen muy claro otro beneficio indirecto en un asunto que esta temporada le dan un disgusto tras otro, los ingresos por taquilla. El hecho de que no dispute partidos intersemanales los martes, miércoles o jueves lo lleva a jugar en numerosas ocasiones en lunes o incluso viernes, cuando no lo hace en los horarios más tardíos de sábados (22:00) y domingos (21:30). Y eso hace que la asistencia se acerque más a los 30.000 aficionados -cuando lo supera- que a los 40.000: merma la afluencia desde los pueblos y de los aficionados más jóvenes.
La prueba más palpable del daño que los horarios están haciendo esta temporada al Sevilla -club goloso para las audiencias- se reflejó en el partido ante el Rayo del domingo 3 de febrero. Por primera vez en la Liga, Nervión acogió un encuentro a las cinco de la tarde de un domingo, como marcaba la tradición. Y el aficionado lo acogió con alborozo: al estadio le faltó poco para llenarse, en torno a 10.000 personas más acudieron a las gradas de lo que suelen hacerlo un lunes o un viernes.
Desde el club reconocen a este periódico que los ingresos globales por las taquillas de la temporada, incluida la vuelta de la semifinal de Copa, "no van a llegar a los 1,5 millones de euros", y, según sus cálculos, "con los horarios buenos, esos ingresos se doblarían". Supondría, pues, en torno a los 3 millones por ese concepto.
Con todo ello, y sumado los valores más optimistas de cada apartado (7 millones por jugar la fase de grupos de la Liga Europa, 5 millones más en abonos y 1,5 millones de incremento en el taquillaje) para los gestores sevillistas, eliminar al Atlético de Madrid, meterse en la final y volver a un torneo continental equivaldría a obtener unos ingresos adicionales en torno a los 12,5 millones. Si se suman las estimaciones más pesimistas de esas partidas, ese ingreso se quedaría en 8,5 millones.
En cualquier caso, esa liquidez, sea mayor o menor, ayudaría a cuadrar cuentas presupuestarias. Y si bien es cierto que habrá que pagar primas a la plantilla por cumplir con el objetivo europeo, también llegarían otros ingresos aparejados a la clasificación continental, como la publicidad y los patrocinadores.
12,5 millones. Lo que cuesta un crack: comprarlo... o mantenerlo. Es lo que se juega el Sevilla el jueves 27. Si fracasa, le quedará una segunda vía en las 14 jornadas de Liga. Y si fracasa aquí también, en lugar de ingresar lo que cuesta un crack, igual se ve obligado a desprenderse de uno de los que atesora: Negredo, Jesús Navas...
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