Triunfo de peso del Málaga ante el Villarreal (2-1)
Liga BBVA
Los malagueños salen vivos de la batalla que les planteó el Villarreal, que acabó metiendo atrás a un equipo efectivo y desconcertado tras la polémica expulsión de Toulalan. Los amarillos se van a nueve puntos.
El cara a cara entre dos gallitos quedó elevado a batalla. El Villarreal se llevó la derrota, el Málaga los impactos. Se tambaleó pero acabó en pie el conjunto de Pellegrini, superviviente en los momentos de mayor descarga rival y certero en los disparos a la línea de flotación. Borja Valero puso la amenaza, Velasco Carballo el ruido y Toulalan e Isco, los galones. Al final lo que contará es que el Málaga tumbó a otro opositor europeo, como ya hizo con el Athletic. El sinvivir con las decisiones del colegiado y el partido de encierro para defender con rabia la victoria son argumentos para aumentar el valor de los tres puntos, que se harán más dorados a medida que fluya el campeonato.
Se alejan a nueve puntos los amarillos, que le echaron el aliento en el cogote a los blanquiazules. Cazorla se sentó en segunda fila en la fiesta de su enfrentamiento con el pasado. Fue un día duro en la oficina, de fajarse y sobreponerse a las contingencias. Los pocos alardes, además, los monopolizó Borja Valero, que estuvo y está en el radar del Málaga para darle otro salto de calidad en el futuro. Él le dio a Marco Ruben el empate temporal, él quiso firmar el definitivo. Entonces Caballero voló de manera prodigiosa a la escuadra. Hace tres años, desde esa misma posición, Duda lanzó una falta teledirigida a la escuadra que se le coló a Diego López por el único hueco que no tapaba su larga estirada. Sí lo hizo Willy, sujetando la bola en el aire, recordando que se estrenó de manera decisiva ante el Villarreal y que la sobriedad no le ha abandonado.
Tan importante fue esa parada (77') como el tempranero tanto de Toulalan a los cinco minutos. Su cabezazo trajo un partido de viento a favor que apenas duró diez minutos. Isco devolvió la superioridad al borde del descanso, pero el repaso final permite descubrir que el Málaga siempre sufrió más cuando fue por delante de su rival.
La inferioridad rival amargó a Toulalan en su noche más reivindicativa. La cicatera segunda amarilla le mandó a la caseta sin merecerlo (más méritos acumuló Bruno). Alternando el mono de trabajo y el frac en el terreno de juego, la afición le coreaba entregada. Lógico, hace poco veían jugar a Juanito, OJ Morales o Silva en la sala de máquinas. Peor lo pasó Duda, pitado tras varias entregas fallidas que redundaron en el error que costó el 1-1. Son las cuitas de tener que defender una posición que no hace justicia a sus cualidades. Rondón y él chirriaron.
Con Senna como buen socio para Borja Valero, imparable en lo suyo, se vio al Málaga más sometido de la temporada. Isco, rebelado a las cadenas, trajo el oxígeno y el calor de la grada necesarios para defender el botín. Como si llevara toda la vida haciéndolo.
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