Tácticamente casi perfecto
El derbi sevillano · Informe técnico del Betis
El Betis, sin último pase, apenas deja resquicios a un adversario superior
Más allá de que estemos ante un derbi, el partido no fue en absoluto un duelo entre iguales. Y sí lo fue o lo pareció sólo hay que atribuírselo al Betis y a su entrenador, quienes fueron capaces, gracias al oficio y actitud de los primeros y a la sapiencia del segundo, de limar las evidentes diferencias que había sobre el césped entre uno y otro equipo.
Defensa
La valentía del planteamiento de Mel pudo verse no más pitar el árbitro el comienzo del partido. El técnico madrileño, pese a que Bruno y Westermann no destaquen precisamente por su velocidad, fió su suerte a los laterales y al omnipresente Petros para tirar la defensa arriba, tanto que el Sevilla se vio enjaulado durante todo el partido y sólo en dos clarividentes pases de Banega y Vitolo sobre Gameiro fue capaz de desajustar el perfecto ensamblaje verdiblanco.
En los duelos individuales, quizá lo más temido en las vísperas por la evidente diferencia de calidad, el Betis salió claramente ganador. Ni Vitolo, ni Konoplyanka, ni siquiera Gameiro, pese a esos dos clarísimos escarceos, ganaron la batalla sus pares. Sólo Banega, entrada la hora de partido, fue capaz de recibir el balón sin rival alguno a diez metros. Una situación atisbada al tiempo por Mel, quien introdujo en el campo a Digard para frenar la futura sangría que estaba dispuesto a cometer el argentino.
Por lo demás, la presión arriba fue encomiable en los minutos iniciales e incluso hubo arreones dignos de mención cuando ya al equipo se le escapaba el sudor a chorros.
Ataque
El Betis tuvo el balón. Cierto que fue de más a menos y quizá sus posesiones no fueron abundantes ni muy extensas, pero sí, sobre todo en la primera mitad, fueron casi siempre en el terreno de juego del rival.
Fue Dani Ceballos quien se echó el juego del equipo a sus espaldas, pero el utrerano es un buen conductor del juego y, cuando no está vigilado, incluso un buen llegador. Ayer lo estuvo, de ahí que su juego acabase mucho antes de arribar al borde del área. Quizá por eso, y porque enfrente tuvo un rival que jamás se despistó, no halló el Betis ese último pase que le hubiese sido necesario para decantar el partido a su favor. Y es que se relatan momentos del choque en verdiblanco y se hace imposible encontrar una sola ocasión de gol.
Virtudes
El planteamiento, que fortalece la figura de un entrenador como Pepe Mel. El Betis, en cualquier fotograma de una película de más de noventa minutos, estuvo compuesto. Ni una sola desaplicación ni un solo futbolista fuera de sitio. Perfecto de no ser por esas dos jugadas de Gameiro, situaciones, de otro lado, lógicas.
Talón de Aquiles
No se vio a Sergio Rico y eso es responsabilidad directa de los atacantes béticos y, claro está, del buen hacer del adversario.
Uno por uno
Adán Proverbial en sus dos salidas ante Gameiro, valentísimo, con los ojos abiertos y sacando los pies.
Molinero Si se obvia que echó fuera de banda un balón que podía haber jugado con su portero, muy bien.
Bruno Intenso y llegando al balón cuando parecía imposible.
Westermann Sobrio. No se complicó nunca y hasta tuvo algún arreón con el balón.
Vargas Vitolo no le dio ningún problema.
N'Diaye Presencia siempre y además, bien aleccionado, no perdió el sitio nunca.
Petros Fue hasta tres veces a robar el mismo balón. Y, con él, supo buscar a Dani Ceballos.
Cejudo Desgaste y ayudas, aunque en ataque...
Dani Ceballos Madera de líder y ganas de balón, aunque el ritmo competitivo aún le puede un poco.
Joaquín Dos o tres destellos. Debió aparecer más.
Rubén Castro Lo salva que presionó a la defensa.
Van Wolfswinkel Ganas.
Digard Empuje.
Varela Minutos.
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