Sergio Busquets, el anti Sneijder
Final. Holanda-España
El centrocampista español entiende que para frenar al cerebro holandés hay que conseguir "que no tenga tiempo para pensar".
Sergio Busquets tendrá la labor más ingrata de España en la final del Mundial de Sudáfrica, pero quizá una de las más importantes para su equipo: frenar al hombre más decisivo de Holanda, Wesley Sneijder.
"Sneijder es un grandísimo jugador. Lo ha demostrado esta temporada en el Inter con el triplete", contó este viernes el mediocentro en Potchefstroom, en el cuartel general de la selección española.
"Para pararlo hay que intentar estar todos juntos, que no tenga tiempo de pensar. También lo hicimos con (el alemán Mesut) Özil y otros buenos jugadores", explicó.
A sus 21 años, Busquets se ha instalado con firmeza en el puesto de 5 en la selección española más exitosa de la historia. Su labor en el centro del campo es inmensa, pues en un equipo pensado para atacar, su presencia aporta equilibrio.
"Si yo fuera jugador de fútbol actualmente, me gustaría parecerme a él. Se vacía, es generoso, inicia el juego. Cuando él está bien, el fútbol se hace más fluido", dijo el entrenador español, Vicente del Bosque, al comienzo del campeonato.
Entonces, tras perder contra Suiza por 1-0 en el primer partido, la presencia de Busquets en el once se cuestionó. Su sociedad con Xabi Alonso se consideró demasiado defensiva.
Pero el jugador del Barcelona, al igual que todo el equipo, ha crecido durante el torneo. "Cada día me siento mejor, aprendo más compartiendo entrenamientos con estos grandes jugadores", aseguró. "Estoy contento con mi nivel, pero lo importante es el equipo".
La frase define al futbolista. Busquets es sacrificado, conoce su labor en el equipo y no se permite veleidades ofensivas. Sus tareas principales son robar balones, hacer coberturas a los laterales en sus incorporaciones al ataque y dar una primera salida a la pelota.
El papel que tenía asignado no era fácil. El jugador del Barcelona llegó al equipo el 1 de abril de 2009 con la misión de dar relevo a un hombre clave en la victoria en la Eurocopa de 2008, Marcos Senna.
El hispano-brasileño era pieza fundamental en el esquema mental del nuevo seleccionador, pero las lesiones lo fueron apartando del equipo. Ahí apareció Busquets.
El hijo del ex portero azulgrana Carlos Busquets se hizo primero un hueco en el Barcelona de Pep Guardiola, con el que ganó Liga, Copa y Liga de Campeones en la temporada 2008-09. Después, llegó la llamada a la selección para participar en la Copa Confederaciones.
"Busquets fue un emperador", dijo entonces a dpa Del Bosque, entusiasmado por el rendimiento del jugador en su primera gran cita como internacional.
Pese a su juventud, Busquets ya sabe lo que es jugar partidos importantes con su club. Pero el domingo tendrá en Johannesburgo una prueba de las que se pueden dar sólo una vez en la vida. Nunca antes España estuvo en la final de un Mundial.
Ante Sneijder, el jugador que busca la temporada perfecta, tendrá que demostrar que no le llega demasiado pronto.
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