Sentencia en Las Gaunas (0-3)
Copa del rey - logroñés-sevilla
La posesión y la eficacia ante los errores rivales le sirven a un Sevilla armado con canteranos y suplentes para dejar atado el pase a octavos. Coke, Krohn-Dehli e Immobile hicieron los tantos para romper la mala racha fuera.
Sin lugar a bromas y con una victoria que rompe la mala racha fuera, por mucho de Segunda División B que sea el rival. El Sevilla no dio resquicio a la sorpresa de un Logroñés (0-3) que no tuvo opciones de hacer nada en ningún momento. Le salió bien a Emery el híbrido de canteranos y jugadores menos habituales que armó y sentenció el partido y la eliminatoria con muy poco. Sólo 45 minutos hicieron falta. Control de balón y errores rivales hicieron el resto para atar el pase a octavos de la Copa del Rey que debe certificarse, salvo catástrofe de las grandes, en el Sánchez-Pizjuán dentro de dos semanas.
Serio y bien plantado, el Sevilla se propuso alejar cualquier atisbo de sorpresa desde el inicio en Las Gaunas. Un once titular con algunos jugadores casi inéditos hasta ahora en la temporada, como Cristóforo o el meta David Soria, y tres canteranos que suele jugar en la misma divisón -aunque diferente grupo- que el Logroñés dotó a los de Emery de la intensidad suficiente para no relajarse. Éso unido a un centro del campo sólido y poco creativo con Iborra y Cristóforo le bastó para sentenciar antes del descanso sólo controlando el partido con un Coke muy activo en ataque por la derecha.
La irrupción de Mariano en el equipo parece haber espabilado al capitán, que participó en los dos tantos visitantes en colaboración con la defensa y el meta riojanos. El primero de ellos fue obra suya a los diez minutos en un córner botado por Krohn-Dehli desde la izquierda en el que ejecutó bien de cabeza ante la mala salida del meta Miguel. En el 0-2, al borde del minuto 40, los protagonistas invirtieron sus papeles: centro de Coke desde la derecha, error de un central del Logroñés que no acierta a despejar y la pelota cae casi muerta para que el danés la empalme suavemente abajo a la izquierda de la portería.
En ese lapsus de media hora entre tanto y tanto, poca historia. Dominio sevillista plasmando la superioridad de su categoría y buena impresión de los canteranos, sobre todo de Diego González en el lateral izquierdo. También una ocasión de Immobile a pase interior de Reyes en el que el italiano, con ganas y mucha movilidad, pero alarmante falta de desborde de nuevo, no llegó a anticiparse al portero. Del Logroñés, poco, muy poco. Apenas le concedió el Sevilla un par de faltas lejos del área, algún córner y una llegada por la derecha bien solventada por Soria, muy seguro y acertado todo el encuentro.
Poca historia que un gol más y pruebas para Emery quedaba para el segundo acto. El Logroñés seguía dando muestras de su inferioridad zarandeado por un Sevilla que empezó a gustarse arriba y a seguir aprovechando la inocencia local. En otro regalo en el 57 llegó el tercero de un necesitado Immobile, que no rentabilizó a la primera otro error de bulto de Miguel en la salida y a la segunda acertó con la zurda.
Con la eliminatoria solucionada, el técnico vasco optó por ver como funcionaba el equipo con dos delanteros y dio entrada a Llorente por Diego González. El Sevilla levantó el pie y el ensayo se quedó en muy poco. Sólo se salvó de la última media hora un gol anulado a Immobile en un gran disparo. El resto fueron inercia y las ganas de Llorente ahogadas en la conformidad de los suyos, que ya tenían un botín más que suficiente para sentirse en la siguiente ronda de la Copa y con una barrera psicológica, la de fuera de casa, rota a medias por la entidad del rival.
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