Sensores corporales y Wi-Fi, el secreto surcoreano
Grupo B · Corea del Sur
Los asiáticos apelan a la tecnología para desarrollar su arma más letal en las vísperas del partido contra Argentina, la resistencia física.
Sensores electrónicos, Wi-Fi, ritmo cardíaco y estadística: Corea del Sur apela a la tecnología para desarrollar su arma más letal en las vísperas del partido contra Argentina, la resistencia física.
El entrenamiento físico del equipo asiático se asemeja más a un laboratorio que a una cancha de fútbol. Los 23 jugadores se entrenan con sensores electrónicos en sus cuerpos y desarrollan una información específica para cada día de práctica.
"Se analizan el ritmo cardíaco, las distancias recorridas, las zonas en el campo donde mejor se mueven los jugadores y después se evalúan los datos obtenidos de cada jugador", le explicó a la agencia Dpa Franz Leteber, integrante del departamento físico del equipo surcoreano comandado por Raymond Verheijen.
El campo de entrenamiento del Olympia Park, en Rustenburgo, posee 12 dispositivos distribuidos a lo largo de toda la cancha. Los artefactos electrónicos reciben la información transmitida por los sensores corporales de los futbolistas y luego envían los datos vía Wi-Fi a una computadora instalada en una de las tribunas.
De tal modo, el cuerpo técnico surcoreano recibe un parte diario sobre los resultados físicos de cada entrenamiento y luego se planifica el trabajo para el día siguiente.
"Cada jugador emite una información distinta. De acuerdo a lo recibido, se diseña el trabajo de la próxima jornada. Generalmente se realizan trabajos de grupo, aunque a veces algún jugador necesita reforzarse en un área específica", agregó Leteber.
Cada jugador posee un programa específico de trabajo, que se alterna con los trabajos tácticos en los entrenamientos.
El rendimiento físico es uno de los puntos fuertes del equipo surcoreano. Los dirigidos por Huh Jung Moo expusieron su potencial durante la victoria por 2-0 sobre Grecia y podrán significar un gran peligro para Argentina.
Los surcoreanos podrán no haber encontrado la fórmula aún para detener a Lionel Messi el próximo jueves en el estadio Soccer City, pero tienen estudiada al detalle su mayor virtud. Con los sensores corporales y el Wi-Fi, el equipo asiático quiere llevar a cabo su propia revolución futbolística.
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